En la campaña a las presidenciales de los Estados Unidos del año 1964 se presentó una curiosa candidata: Yetta Bronstein.
Yetta Bronstein era una ama de casa judía del Bronx que quería ser Presidente de los Estados Unidos. Su eslogan de campaña fue «Vota por Yetta y las cosas van a cambiar» y «Pon una madre en la Casa Blanca».
Entre sus promesas electorales incluía (entre otras descabelladas propuestas):
- Poner un suero de la verdad en la fuente de agua potable del Senado.
- La instalación de un lector de mentes junto con el detector de metales.
- Instalación de salas de bingo nacionales.
- La impresión de una imagen desnuda de Jane Fonda en los sellos postales «para aliviar el déficit de la oficina de correos y también dar un poco de placer por seis centavos, a aquellos que no pueden pagar la revista Playboy»
Un gran número de seguidores comenzaron a afiliarse a su partido político llamado “The best party” y se acercaban hasta la sede electoral situada en el 507 de la 5ª Avenida de Nueva York.
Los medios de comunicación comenzaron a interesarse por esta peculiar candidata, queriendo entrevistarla en multitud de radios y periódicos.
Pero había algo extraño… la señora Yetta Bronstein solo concedía entrevistas telefónicas y en todo el tiempo de campaña solo se la había vito en una fotografía, pero en ningún acto público o miting.
La candidata Yetta Bronstein tal como apareció en el panorama político y social del país desapareció. En 1966 se publicó un libro titulado The President I Almost Was by «Mrs. Yetta Bronstein», su autor: Alan Abel
Alan Abel era un conocido “bromista” que se dedicaba a dirigir falsos documentales y crear “noticias falsas” para demostrar la fragilidad de los medios de comunicación y la sociedad en general a la hora de creerse cualquier tipo de noticia.
Las entrevistas telefónicas realizadas durante la campaña a la candidataYetta Bronstein las había contestado Jeanne, la esposa de Alan Abel y la fotografía de Yetta no era más que una foto de Ida, la madre del propio Alan.