Las manías y supersticiones de Truman Capote

Las manías y supersticiones de Truman Capote [Anécdota]Truman Capote es uno de los más célebres escritores norteamericanos del siglo XX. Considerado como un genio literario por una gran parte de la crítica, conocidas fueron sus manías y supersticiones, llevadas hasta tal extremo que lo limitaban a realizar numerosas cosas de su vida cotidiana. Sin embargo, muchos son los que creen que ese punto de genialidad le provenía gracias a esa peculiar y extravagante forma de ser y vivir.

Entre las muchísimas manías y supersticiones que tenía (ni el propio Capote sabía distinguir si lo que padecía era una u otra cosa) estaba su animadversión al número trece (triscaidecafobia) que lo obligaba a estar continuamente sumando todos los números que lo rodeaban para comprobar que el resultado no diese ese maléfico número para él. En más de una ocasión tuvo que cambiarse de habitación en un hotel porque el número de teléfono de la habitación sumaba trece (incluso cambiarse de hotel). Lo mismo le pasaba con el número de teléfono de sus amistades, habiendo un puñado de ellos a los que no llamaba por ese mismo motivo.

Una de sus normas que llevaba a rajatabla era la de no empezar ni terminar ningún trabajo en viernes. Era meticuloso a la hora de trabajar y  seguía una serie de rituales los cuales en  muchas ocasiones le ocupaban más tiempo en realizarlos que el destinado a escribir.

A la hora de viajar en avión también tenía una peculiar manía (aparte de no sentarse jamás en la fila 13 o que la suma del número de vuelo diese como resultado ese número de mal agüero) y era la de controlar que entre los pasajeros no viajasen dos monjas juntas, de ser así se negaba a subir al aparato, posponiendo el viaje.

A pesar de ser un fumador empedernido, jamás apagaba más de tres colillas en un mismo cenicero, por lo que estaba continuamente yendo y viniendo para vaciarlos. En caso de encontrarse en un establecimiento, acto público o una fiesta/reunión en casa de otra persona, si en el cenicero había más de tres colillas guardaba las suyas (de los cigarrillos que se iba fumando) en el bolsillo.

 

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Fuente de la imagen: Wikimedia commons

5 comentarios

  1. Dice ser Sevillona

    Eso no era vida, era una angustia continua. Pobrecillo.

    23 octubre 2013 | 12:47

  2. Dice ser Sevillona

    Eso no era vida, era una angustia continua. Pobrecillo

    23 octubre 2013 | 12:49

  3. Dice ser Brizna

    La genialidad conlleva, a veces, la imbecilidad.

    23 octubre 2013 | 15:19

  4. Dice ser Warp

    Es un trastorno obsesivo-compulsivo de libro y no tiene nada que ver con la genialidad o la capacidad de inteligencia. Debajo de esa apariencia maniática se esconde una profunda inseguridad y un fuerte complejo de inferioridad. Este trastorno está plenamente reconocido en todos los manuales de psicología, afecta gravemente a las relaciones sociales, causa gran infelicidad y, como casi siempre ocurre, con la terapia adecuada puede superarse. Mucha gente lo padece y se da mucho en jugadores, deportistas o ludópatas, que acaban ritualizando una cadena de actividades que creen darles suerte antes de empezar un partido. Pero afecta a todo tipo de personas, clases sociales y sexos: empieza con un inocente «¿me he dejado el gas encendido?» «¿realmente he cerrado el coche?» «¿he cogido las llaves?» para acabar cogiendo las llaves, golpeando tres veces cada mando de la cocina y comprobando si el coche está cerrado subiendo cada manilla de cada puerta tres veces para comprobarlo (y esto son casos reales)…

    23 octubre 2013 | 16:33

  5. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Yo también le tengo mania al 13 y podría contar muchas anécdotas que lo justifican, por ejemplo un día acompañé a un hijo al dentista y cuando vi que en la puerta habia el numero fatídico comenté . Ya verás como tendremos algún problema _ Al poco salió diciendo -Tenemos que ir al hospital porque al dentista se le ha roto la aguja de la inyección en la encía y no hay forma de sacarla- No os podeis figurar los problemas que tuvimos para solventar ese problemita.Y siempre acierto , el 13 es un mierda de numero, los días trece no salgo de casa y todo me sale mal porque me llamo Antonio y mi santo se celebra el dia 13 de junio.

    24 octubre 2013 | 11:26

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