Archivo de junio, 2017

El curioso, histórico y machista origen del acto de ‘pedir la mano’ para contraer matrimonio

El curioso, histórico y machista origen del acto de ‘pedir la mano’ para contraer matrimonio

Actualmente es una práctica cada vez más en desuso y considerada por muchos como obsoleta y arcaica (aunque todavía hay quien lo sigue realizando), pero hasta hace apenas unas décadas era común e imprescindible que cuando un hombre quería contraer matrimonio con una mujer se presentara frente al padre de ésta (o tutor en caso de faltar)  y le pidiera oficial y formalmente su mano.

Quien decidía si la muchacha se casaba o no era la figura del progenitor y así ha sido (y lamentablemente continua siendo) en la mayoría de las culturas y religiones a lo largo de la Historia.

Pero el concepto de ‘pedir la mano’, tal y como lo conocemos hoy y que se ha practicado durante tantísimo tiempo, proviene de una antigua tradición recogida en el Derecho Romano, por el cual las mujeres tenían una serie de derechos (en muchos aspectos muy amplios), pero la potestad sobre éstas pertenecía al padre, bajo un precepto conocido como ‘manus’ (vocablo latino que significa mano) y que vendría a designar el poder judicial que un varón tenía sobre una hembra (hija o esposa).

El acto de pedir la mano (o sea, el ‘manus’) era para que le fuera transferido al pretendiente ese control sobre la mujer con la que se iba a casar. A partir del momento que se hacía tal petición, si era aceptada por el progenitor, el prometido pasaba a tener la potestad sobre la novia y quedaba sellado el acuerdo a través de una celebración previa al matrimonio conocida como ‘esponsales’ (fiesta de compromiso cuyo término proviene del vocablo en latían ‘sponsus’ –usado para referirse a aquel que asumía un compromiso- y de donde derivó también el término ‘esposa’ y el significado que se le da a las manillas (esposas) que usa la policía).

Por tanto, el hecho de pedir a un padre la mano de su hija para contraer matrimonio traía implícito el solicitar el control y potestad jurídica sobre ésta, un acto y tradición machista que hoy en día todavía sigue estando vigente en algunas culturas (afortunadamente cada vez menos).

El curioso, histórico y machista origen del acto de ‘pedir la mano’ para contraer matrimonioCabe destacar que este post trata sobre el acto de pedir la mano (permiso para casarse) al progenitor, no del hecho de que un novio ‘hinque rodilla’ y proponga matrimonio a su novia.

Y ya para finalizar, y como nota curiosa, indicar que el término ‘manus’ -como sinónimo de potestad sobre alguien- no solo se aplicaba para las mujeres, sino también para referirse a los esclavos y personas en propiedad de alguien; por lo que una ‘manumisión’ en la Antigua Roma era el acto de liberar/dejar libre a un esclavo o sirviente.

 

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¿Es cierto que los koalas no necesitan beber agua?

¿Es cierto que los koalas no necesitan beber agua?

El koala es un simpático y pequeño mamífero marsupial originario de Australia y que es común verlo viviendo en soledad subido en una rama.

La mayor parte de su tiempo la pasan durmiendo y las pocas horas que están despiertos (alrededor de cuatro horas al día) las aprovechan para comer hojas de eucalipto (que es de lo que se basa generalmente su dieta alimenticia), aunque a falta de este árbol pueden comer hojas de otras especies.

Comúnmente se dice que los koalas no necesitan beber agua para subsistir, pero esta es una afirmación correcta solo en parte.

Gracias a la gran cantidad de agua que posee el eucalipto (se calcula que este tipo de árboles pueden llegar a consumir más de veinte litros de agua al día), al alimentarse el koala de sus hojas cubre de este modo y en gran medida la cantidad de líquido elemento que necesitaría para subsistir.

El hecho de tener poca actividad (y por ende un consumo de energía mínimo), además de poseer un metabolismo lento, hace que precise de poca agua, por eso las koalas hembras no suelen necesitar beber agua adicionalmente.

Pero en los koalas machos la cosa cambia un poco, porque sí que suele necesitar algo más de agua de la que las propias hojas le proporcionan, por lo que beben el líquido que sale tras arañar el tronco del eucalipto.

Cada vez es más común ver a un koala bebiendo agua y ello es debido a la subida de temperatura consecuencia del cambio climático.

 

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¿De dónde viene llamar ‘pasma’ a la policía?

¿De dónde viene llamar ‘pasma’ a la policía?

Muchas son las palabras que hemos heredado de la lengua de la germanía (argot usado comúnmente por ladrones, rufianes y gente de mala vida), y el término ‘pasma’ con el que se nombra a la ‘policía’ es uno de ellos, aunque llegó a nosotros, al igual que otros muchos vocablos, a través del caló (lengua de la etnia gitana).

Hoy en día se utiliza pasma para referirse, de modo coloquial o despectivo, a cualquier miembro del cuerpo policial, pero en sus orígenes el término tan sólo se utilizaba para hablar de la policía secreta o los agentes que iban de paisano.

 

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¿Cuál es el origen del eslogan ‘Hacienda somos todos’?

¿Cuál es el origen del eslogan ‘Hacienda somos todos’?El mes de junio no solo es sinónimo de buen tiempo y llegada del verano, también es el periodo en el que hay que presentar la declaración de la Renta a Hacienda (evidentemente, aquellas personas obligadas a ello).

Desde hace unos años la fecha de inicio de presentación de la Renta se ha avanzado unos meses (a partir de principios de abril) y se lanza desde la Agencia Tributaria (organismo público dependiente de la Secretaría de Estado de Hacienda creado en 1992) encargada de la gestión de recaudar y gestionar los impuestos, diferentes campañas publicitarias con las que concienciar a los contribuyentes de la obligación y necesidad de tributar.

De todas esas campañas que se han llevado a cabo en todos estos años, sin lugar a dudas, la más recordada y que más impactó tuvo entre la población (y cuyo eslogan todavía es recordado) es el que decía ‘Hacienda somos todos’.

En realidad el lema completo era el siguiente: ‘Ahora, Hacienda somos todos. No nos engañemos’ y apareció a finales del mes de mayo de 1978 en una campaña publicitaria promovida desde el Ministerio de Hacienda (encabezado en aquel momento por Francisco Fernández Ordóñez) y con la que se pretendía que todos los ciudadanos españoles por igual presentasen la declaración de la Renta y, además, lo hicieran sin defraudar. Hasta entonces había sido práctica habitual el no presentarla o hacerlo poniendo datos falsos.

Es común atribuir la paternidad de dicho eslogan al creativo publicitario Stanley Bendelac, quien creo y gestionó la campaña de publicidad desde la Agencia Delvico, por encargo de Francisco Fernández Ordóñez.

Hay quien indica que fue el ministro quien dio el eslogan a Bendelac para que a partir de esa frase montara toda la campaña publicitaria y no era algo de extrañar debido a que el propio Fernández Ordoñez proporcionó diversas frases lapidarias a la prensa durante sus intervenciones y que después se convirtieron en famosos lemas, como es el caso de ‘Aquí paga hasta el rey’.

Pero en la historia sobre el origen de la frase ‘Hacienda somos todos’ nos encontramos que hay una tercera persona que se atribuye la paternidad del famoso eslogan. Se trata de Aurelio Ayala Tomás, sociólogo y en aquel momento funcionario del Ministerio de Hacienda que asegura ser la persona que le dijo al ministro dicha frase para que esta fuera utilizada no como eslogan publicitario sino dentro de uno de sus discursos (Aurelio Ayala ocupaba el cargo de jefe del gabinete técnico de la Subsecretaría de Hacienda y formaba parte del equipo de expertos que confeccionaban los discursos y declaraciones del ministro).

Pero Aurelio Ayala reconoce que no fue un lema de su propia invención, sino que la tomó de uno de los discursos ofrecidos a mediados del siglo XIX por Juan Bravo Murillo (Ministro de Hacienda en tres periodos distintos entre 1849 y 1852 y posteriormente Presidente del Consejo de Ministros) durante la presentación de los Presupuestos y el que pronunció la frase:

‘[…] porque desengáñense Señorías, Hacienda somos todos […]’

A Fernández Ordóñez le entusiasmó tanto la frase que no solo la utilizó en sus discursos sino que pidió a la agencia de Stanley Bendelac que creasen toda la campaña publicitaria alrededor de ella.

Han pasado cuatro décadas desde entonces y la frase ‘Hacienda somos todos’ sigue siendo uno de los eslóganes más famosos de la publicidad en España.

 

 

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¿Cuál es el origen del término ‘marrano’?

¿Cuál es el origen del término ‘marrano’?

Posiblemente el animal comúnmente conocido como ‘cerdo’ sea uno de los que tiene más formas para referirse a él, entre las que encontramos: puerco, cochino, gocho, lechón o marrano.

Y va a ser en el origen del último término (marrano) en la que voy a centrar el post de hoy.

La etimología de marrano nos llega a través del proviene del árabe ‘muḥarrám’ y su significado original era ‘cosa prohibida’, un vocablo utilizado para referirse a aquello que no se podía hacer o comer por cuestiones religiosas, entre ellas la tan extendida prohibición del consumo de cerdo en la religión musulmana pero también en la judía.

Y fue precisamente a partir de la expulsión, tanto de judíos como de musulmanes de España, cuando empezó a utilizarse el vocablo marrano como un insulto hacia los judeoconversos; judíos que habían preferido convertirse al cristianismo en lugar de marcharse de la Península Ibérica pero que seguían practicando en secreto sus costumbres y ritos religiosos, entre ellos el no comer cerdo.

Por su parte, a los musulmanes conversos se les llamó ‘moriscos’ y aunque nos parezca un término menos hiriente o peyorativo que marrano se hacía con la misma intención discriminatoria y ofensiva.

Así pues, a pesar de tener otros términos con los que referirse al cerdo, el termino marrano se popularizó entre la población llegando hasta nuestros días como uno de los muchos sinónimos que existen para aludir a este animal pero también para indicar que alguien es desaseado, sucio, mugriento o asqueroso.

 

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El histórico origen de la expresión ‘dar las cuentas del Gran Capitán’

El histórico origen de la expresión ‘dar las cuentas del Gran Capitán’

Gonzalo Fernández de Córdoba fue un noble militar que conquistó para la España de los Reyes Católicos el Reino de Nápoles. Sus triunfos en las batallas en las que participó hicieron que fuese conocido como Gran Capitán surgiendo un sinfín de leyendas a su alrededor.

Una de ellas es la que apunta que, tras su regreso de Nápoles, Fernando de Aragón le solicitó las cuentas detalladas de todo lo que había supuesto el gasto de la guerra en tierras italianas, algo que ofendió de manera sobresaliente al insigne militar, quien presentó al monarca (según dice la leyenda que está sin confirmar) las siguientes cuentas:

«Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados; por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados; por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados; y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados»

Desde entonces, la expresión ‘dar las cuentas del Gran Capitán’ se convirtió en sinónimo de tener que dar explicaciones de mala gana y para ello uno se inventa los conceptos y cantidades, justificando gastos incoherentes y desorbitados.

 

 

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