Archivo de octubre, 2016

¿De dónde surge llamar ‘pusilánime’ al falto de ánimo y valor?

¿De dónde surge llamar ‘pusilánime’ al falto de ánimo y valor?

Pusilánime es uno de esos términos que parecen estar destinados a desaparecer de nuestro vocabulario y que cada vez es menos utilizado.

Su significado literal, según el Diccionario de la RAE, es ‘falta de ánimo y valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas’ y se consideran sinónimos vocablos como ‘achantado’, ‘medroso’, ‘apocado’, ‘cobarde’, ‘miedoso’, ‘timorato’ o ‘vergonzoso’.

El término lo recibimos directamente del latín ‘pusillanĭmis’ que era la contracción de la expresión ‘pusillus animus’ y que venía a significar ‘de alma o espíritu pequeño’ (pusillus: pequeño – animus: alma/espíritu) y se aplicaba a aquel que era apocado, cobarde y sin valor. Por poner un ejemplo, un personaje ‘pusilánime’ podría considerarse a ‘Zeke’, el león cobarde de ‘El mago de Oz’.

Por el contrario, los romanos crearon el término ‘magnanĭmus’ (magnánimo) para referirse a todo lo contrario, a aquel que tenía ‘gran alma/espíritu y valor’ (magna: grande – animus: alma/espíritu).

 

 

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Fuente de la imagen: fdctsevilla (Flickr)

Cuando en las zapaterías había unas curiosas máquinas de rayos X

Cuando en las zapaterías había unas curiosas máquinas de rayos X

A inicios de la década de 1930 muchas fueron las zapaterías que disponían de un fluoroscópio, una máquina de rayos X con la que el zapatero podía analizar la forma del pie de los clientes y así confeccionárselo a medida.

El inventor del dispositivo fluoroscópico fue el doctor Jacob Lowe, quien lo había creado en un principio para visualizar los pies de los soldados heridos durante la Primera Guerra Mundial. Una vez acabada la Gran Guerra modificó el invento y quiso darle una nueva utilidad, diseñando el aparato que posteriormente se colocó en un gran número de zapaterías.

En ese tiempo el calzado todavía no solía fabricarse industrialmente en serie y era realizado individualmente para cada persona, adaptándose a cada necesidad.

Evidentemente era una época en la que se desconocía totalmente los efectos nocivos de exponerse demasiado tiempo a los rayos X y por tal motivo, cuando empezaron a salir los primeros estudios al respecto (en la década de 1950), comenzaron a desaparecer estos aparatos.

 

 

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Fuente de las imágenes: Wikimedia commons

Destripando bulos: No, la Torre Eiffel no iba a estar en Barcelona

¿Es verdad que la Torre Eiffel pudo estar en Barcelona?

Esta es, muy posiblemente, una más de las muchas leyendas urbanas que las redes sociales y blogs se han encargado de expandir en los últimos años y que cada cierto tiempo va apareciendo de nuevo. Si escribes en cualquier buscador de internet las palabras Eiffel y Barcelona aparecerán cientos de miles de resultados, en los que, en su gran mayoría, explican cómo el Ayuntamiento de Barcelona rechazó el proyecto de Gustave Eiffel de construir en la Ciudad Condal la famosa torre metálica de cara a la Exposición Universal que se celebraría allí el año 1888. La inmensa mayoría de esas entradas no dejan de ser simples ‘copia y pega’, pero que no aportan ni una sola fuente o enlace fiable que demuestre la veracidad de tal historia. Afortunadamente, cada vez son más las páginas que lo desmienten.

Pero, aparte de que no hay publicado ni un solo documento oficial que verifique ese dato (o al menos que se haya hecho público), la casi totalidad de enlaces que hablan sobre la historia y construcción de la Torre Eiffel en París señalan que los representantes de la Ciudad de la Luz y el ingeniero francés llegaron a un acuerdo para construirla el 30 de marzo de 1885, mientras que las autoridades municipales de la ciudad de Barcelona no tuvieron constancia de que la población acogería la sede de la Exposición Universal hasta el 18 de junio de ese mismo año (dos meses y medio después).

A todo esto hemos de sumarle que, con los años que han pasado y la era digitalizada en la que nos encontramos, si fuera cierta la hipótesis de que Gustave Eiffel (o algún representante de su equipo de arquitectos) presentó el proyecto de construcción de su famosa torre en Barcelona ya se habría hecho público dicho documento o, al menos, existiría constancia de ello en las hemerotecas de los diarios de la época ¿no creéis?

Torre Lapierre y Torre CondalLo que sí realmente consta son los proyectos presentados por el también ingeniero francés J. Lapierre y el arquitecto catalán Pere Falqués para levantar unas torres (Torre Lapierre y Torre Condal), pero ambos fueron rechazados debido a la falta de presupuesto y en favor del Arc del Triomf diseñado por Josep Vilaseca i Casanovas.

Cabe destacar que parte de la confusión sobre el hipotético proyecto de Eiffel en la Barcelona de la Exposición Universal pueda deberse al hecho de que en 1929, durante la Exposición Internacional que se celebró en la Ciudad Condal, se levantó la conocida como ‘Torre Jorba’ (financiada por los grandes almacenes Jorba) en la entrada a la montaña de Montjuïc frente al parque de atracciones de la Foixarda y que representaba una réplica de la torre Eiffel, de 50 metros de altura, pero realizada con las letras que componían el nombre del mencionado comercio, tal y como puede observarse en la imagen inferior. Fue desmantelada a principios de la década de 1930, una vez clausurada la exposición.

Torre Jorba (Exposición internacional de Barcelona 1929)

 

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Fuentes de consulta: Lluís Permanyer (La Vanguardia) / hemeroteca.lavanguardia.com (pdf) / Barcelofilia
Fuentes de las imágenes: Amio Cajander (Flickr) / Wikimedia commons / Barcelofilia (Arxiu Albert Bastardas)

¿De dónde proviene el término ‘retintín’ para referirse a algo que se dice con cierto tono malicioso?

¿De dónde proviene el término ‘retintín’ para referirse a algo que se dice con cierto tono malicioso?Cuando alguien dice a algo con el propósito de molestar y además lo hace utilizando cierto tono y modo de decir en el que se le ve claramente que lo hace con mala intención (ya sea irónica o sarcásticamente) suele utilizarse el término ‘retintín’ y con el que se señala esa manera maliciosa utilizada.

El vocablo retintín proviene de la onomatopeya que produce el sonido unas campanillas al ‘tintinear’ una y otra vez y que queda grabado en el oído (retintinear), por lo desagradable y repetitivo que, supuestamente, resulta.

Antiguamente se usaba el vocablo ‘retiñir’ para referirse al sonar y resonar vibrante de las armas, campanas u otros metales, pero con el transcurrir de los siglos acabó utilizándose el onomatopéyico término retintín.

¿De dónde proviene el término ‘retintín’ para referirse a algo que se dice con cierto tono malicioso? (Rin tin tin)Cabe destacar que algunas personas utilizan erróneamente el término retintín diciendo en su lugar ‘rintintín’, pero esta última palabra nada tiene que ver con en tono malicioso al que me refiero en este post, sino que es famoso por ser el nombre (en realidad Rin Tin Tin) del perro pastor alemán que protagonizó varias películas (en total 43 rodadas entre 1922 y 1947) y una popular serie de televisión de mediados de 1950 (entre 1954 y 1959). Evidentemente, fueron rodadas por varios perros diferentes.

 

 

 

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Fuentes de las imágenes: captura Youtube / Wikimedia commons

¿Cuál es el origen del término ‘almohada’?

¿Cuál es el origen del término ‘almohada’?

Sabido es que una almohada es un cojín rectangular relleno de un material blando (espuma, látex, plumas…) y que sirve para apoyar la cabeza, sobre todo a la hora de dormir.

El término ‘almohada’, como otros tantos vocablos que actualmente se utilizan en el idioma español, proviene del árabe hispánico ‘almuẖádda‘ (al muẖádda) y que procede del árabe clásico ‘miẖaddah’ cuya traducción literal es ‘mejilla’ pero se le dio el sentido de ‘donde se apoya la mejilla’.

Así pues, la almohada (también llamada comúnmente almohadón) es aquel colchoncillo que sirve para apoyar la mejilla cuando recostamos nuestra cabeza.

 

 

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Fuente de la imagen: Wikimedia commons

¿Sabías que la expresión ‘echar pestes’ nada tiene que ver con la enfermedad ni el mar olor?

 

 

¿Sabías que la expresión ‘echar pestes’ nada tiene que ver con la enfermedad ni el mar olor?

Se conoce como ‘peste’ a una enfermedad contagiosa y de gran mortandad, además de usarse el término como sinónimo de mal olor.

Expresiones como ‘echar pestes’ o ‘hablar/decir pestes de alguien’ son frecuentemente utilizadas para referirnos a la acción que hace una persona de hablar mal de otra. Debido a la coincidencia del uso del vocablo pestes es muy común pensar que esas ‘pestes’ a la que se refiere la locución tengan que ver con decir algo maloliente o mórbido, aunque en realidad son dos vocablos de diferente origen y que nada tiene que ver entre si.

En realidad el término pestes, utilizado en dicha locución, es la evolución que se le dio, a través de los años, al vocablo ‘pésete’ el cual significaba literalmente ‘especie de juramento, maldición o execración’ y que ya recogía el Diccionario de Autoridades de 1737 en su volumen V.

El famoso lexicógrafo del siglo XVIII, Esteban Terreros y Pando, también lo recoge en su ‘Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana’ indicando que el término ‘pésete’ proviene del latín ‘pesiami/pesiati’ e incluso añade que, por aquel tiempo, execrar (maldecir) sobre alguien se decía ‘pesetear’.

No se sabe a ciencia cierta por qué ni cuando, pero el término pésete acabó diciéndose en la forma ‘pestes’, quizás como un modo más fácil de pronunciar.

El termino pésete sigue siendo recogido por el Diccionario de la RAE, aunque indica que está en desuso.

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay / mailxmail

¿Por qué la Guardia Civil es conocida como la Benemérita?

¿Por qué la Guardia Civil es conocida como la Benemérita?

La Guardia Civil es el cuerpo de seguridad pública más famoso y antiguo que hay en España. Desde que fue fundada en 1844 son innumerables las acciones en las que ha participado, estando al servicio de los ciudadanos, auxiliando en carretera, velando por la seguridad en los entornos rurales o evitando actos de vandalismo o terrorismo, entre otras muchas cosas.

Es por todos esos servicios el hecho de que recibiese el sobrenombre de Benemérita, un término que procede del latín compuesto por las palabras bene [bien] y meritus [merecedor, merecido] y cuyo significado vendría a ser «bien merecido», «que bien se lo merece» o «digno de galardón», y que se le aplicaba a aquel que habían sido reconocidos sus méritos y labores con la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia que concedía el Estado.

Varias son las instituciones y personas a los que se les otorgó dicha distinción (y por tanto podrían utilizar el epíteto de beneméritos) aunque se ha relacionado exclusivamente con la Guardia Civil desde que el 4 de octubre de 1929, a través de un Real Decreto, le fuese reconocido tal honor.

 

 

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¿De dónde proviene utilizar el término ‘potra’ para indicar que alguien tiene buena suerte?

¿De dónde proviene utilizar el término ‘potra’ para indicar que alguien tiene buena suerte?

Al contrario de lo que muchas personas creen, el término ‘potra’ no ha surgido de la jerga juvenil sino que como vocablo hay constancia de su uso desde hace varios siglos y ya aparece descrito en el Diccionario de Autoridades de 1737, aunque, en sus inicios, a la palabra no se le dio el sentido de buena suerte que se le otorga hoy.

Tal y como se describía en el mencionado diccionario y hoy en día le da la RAE (en sus dos primeras acepciones), la potra era la hernia de una víscera u otra parte blanda o en el escroto (nada que ver con la hembra del potro, cría del caballo).

Dicha dolencia otorgaba a aquel que la tenía un pequeño privilegio (o al menos eso decían quienes la padecían): sentir molestias cuando el tiempo iba a cambiar -semejante a lo que le pasa a algunas personas que tienen problemas en las articulaciones-. A pesar del inconveniente del dolor que suponía, era de apreciar ese ‘sexto sentido’ (como algunos lo llamaban) con el que podían detectar con antelación (incluso de varios días) el cambio meteorológico, la llegada de una tormenta, nevada… El saberlo con suficiente anticipación ayudaba a que muchos agricultores pudiesen salvar sus cosechas.

Así pues, a ese tipo de hernia (la potra) con el tiempo se le comenzó a considerar como algo bueno y de ahí que al que la padecía se le acabó considerando como alguien suertudo, dando lugar con los años a expresiones del tipo ‘menuda potra tiene’, ‘vaya potra he tenido’, ‘a ver si tenemos potra’…

Cabe destacar que el término ‘potra’ se aplica muy a menudo sobre todo para señalar a aquel que ha conseguido/ganado algo de pura casualidad.

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay

La insalubre costumbre de beber agua de un vaso que lleva varios días en la mesita de noche

La insalubre costumbre de beber agua de un vaso que lleva varios días en la mesita de noche

Posiblemente, la mayoría de vosotros tiene la costumbre de tener un vaso de agua en la mesita del dormitorio del que bebe durante la noche cuando le entra sed. Este es uno de los actos que más personas repiten cada noche, pero muy pocas de ellas son las que cambian el recipiente o su contenido a diario.

Suele dejarse el mismo vaso durante varias noches seguidas y muchas son las ocasiones en las que el agua es la misma o se va rellenando una vez tras otra echándole agua que se mezcla con la que ya contenía.

En esta repetida e insalubre costumbre es donde se encuentra el verdadero motivo de algunos casos en los que hayamos podido enfermar levemente, tenido ocasionalmente fiebre o haber padecido alguna gripe intestinal.

El hecho de utilizar el mismo vaso un día tras otro y además aprovechar el mismo líquido hace que ese recipiente se convierta en un perfecto lugar donde crearse un cultivo de bacterias y microorganismos que posteriormente ingerimos a la hora de beber.

Además debemos tener en cuenta que ese vaso suele estar descubierto (muy pocas personas colocan un platito o algo que haga de tapa), por lo que todo lo que está pululando por el ambiente de la alcoba puede ir a caer ahí dentro (sin mencionar las veces que tosemos, estornudamos o lo hace la persona con la que compartimos cama). Todo eso sin tener en cuenta que muchas son las parejas que beben de un mismo vaso (motivo por el que el riesgo es doble) e infinidad de factores (algunos de higiene bucodental) que pueden hacer que continuamente las bacterias vayan a parar al vaso, entren en contacto con el agua y acaben convirtiéndose (como ya he comentado en el párrafo anterior), en un cultivo de bacterias de donde podría surgir alguna infección -tras ingerirlo- que acabaría provocándonos una enfermedad.

Es aconsejable que se utilice el mismo vaso como máximo cinco días seguidos (mejor si se cambia a diario), pero siempre tirando el líquido de la noche anterior y rellenando de nueva agua cada jornada.

 

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Fuentes de consulta: prevention / cienciaxplora / foxnews
Fuente de la imagen: Alfred López (@yelqtls)