El pasado viernes, ya lo sabéis todos, los terroristas volvieron a golpear el corazón de nuestra sociedad. De un modo brutal, salvaje. Golpeando nuestra cultura (gastronómica, musical, deportiva), advirtiendo que ellos deciden cuándo y cómo y que nadie puede estar a salvo de su locura. Ni un viernes noche, en el estadio, en la sala de conciertos, en el bar.
Puede que así sea, pero no nos vamos a dejar vencer. No nos vamos a entregar al miedo o la seguridad a costa de todo. Los parisinos vuelven a las terrazas. La organización del certamen de Úbeda, como dijo Pedro Pablo Uceda, de la organización, en un acto, decidió seguir adelante porque creían que reflexionar sobre la Historia puede protegernos de esta barbarie en el futuro.
La ciudad de la luz, la ciudad del amor va a seguir siendo eso, por mucho que los terroristas quieran enterrarla en dolor y muerte.
Perdona esta, necesaria, al menos para mi, introducción. El sábado, triste por lo visto en París, marché a Úbeda, a ver el Certamen Internacional de Úbeda como os prometí. La vida seguía. Y en la bellísima ciudad jienense, el sol y la alegría de este festival lleno de pasión pudo con las malas noticias, aunque se mantuvieron presentes durante todo el fin de semana. Así que, a pesar de todo, disfruté de la Historia, de la literatura, de la grata compañía, y aquí estoy para compartirlo contigo.
Francamente, después de dos años viviendo esta cita, no entiendo por qué tiene tan poca repercusión. No sólo por la calidad de los escritores que traen, sino también por las espectaculares actividades de recreación histórica. El sábado, por ejemplo, decenas de recreadores (de la propia Úbeda, de Bailén, Valladolid, Valencia…) lograron conseguir que la ciudad pareciera un pueblo de Normandía en 1944, donde alemanes, estadounidenses, británicos y la Resistencia francesa peleaban por su control. Lee el resto de la entrada »