Qué peligro tienen las efemérides, las páginas y blogs que de ellas se ocupan (aquí tenemos el nuestro, El retrovisor de la Historia) y la Agencia EFE que nos las recuerdas a los periodistas. ¡Malditas sean todas! Ayer, al mirarlas con los compañeros de la redacción supe que el viajecito que os tenía preparado para hoy se había ido a hacer gárgaras. Hoy, la cosa va de Carlos. Y de Austrias.
Tal día como hoy, en 1520 —hace 495 años—, un jovencito rey de España, pero nacido en Gante, llamado Carlos protagonizó en Aquisgrán una ceremonia que debió ser macanuda (no me miréis así, la RAE lo acepta a pesar de sonar como de abuelo, ¡qué es un blog de novela histórica, leñe!). Allí, recibió la casulla de Carlomagno, su espada Joyeuse, corona, cetro y globo. Le estaban proclamando Emperador, líder y defensor de la cristiandad de la época.
Carlos I de España y V de Alemania está de moda. Tiene su serie, Carlos Rey Emperador, en TVE (alguien en la sala la ha visto, ¿la recomendáis?), y en estos días se está presentando una biografía (no ficción) titulada Carlos V. Emperador y hombre (Edaf), del historiador Juan Antonio Vilar Sánchez, que ha obtenido el XIII Premio Algaba.