Carlos Hernández: «El franquismo borró la memoria de los campos de concentración y la democracia no la ha recuperado»

Prisioneros del campo de concentración de Lerma (Burgos) (Biblioteca Nacional de
España)

300 campos de concentración por los que pasaron entre 700.000 y un millón de personas tras la sangría que supuso la Guerra Civil a este país. Cifras que caen como una losa ante los tópicos manoseados de que no hay que seguir escarbando en el pasado, de que ya está todo dicho sobre el pasado reciente de España. El periodista Carlos Hernández ha realizado una exhaustiva investigación de más de tres años sobre un terreno espinoso y olvidado del franquismo que abre la puerta a ahondar mucho más y lo ha relatado en uno de los éxitos de no ficción en Historia de este 2019: Los campos de concentración de Franco (Ediciones B).

Hernández, autor de obras como Los últimos españoles de Mauthausen y Deportado 4443, habla de «auténtico Holocausto ideológico» y explica que le ha resultado «más difícil escribir sobre los campos franquistas que de los del nazismo»: «Se han destruido muchos archivos y otros se han dispersado. Además, se da otra cosa que no ocurre en Europa: aquí no hay una condena total del franquismo. En muchas localidades pequeñas todavía hay miedo a hablar. Esa muralla de olvido y justificación no la encuentras en el tema de los nazis en Europa».

Los campos de concentración franquistas, ¿fueron borrados u olvidados de nuestra memoria?

Fueron premeditadamente borrados por la dictadura; lo que resulta obvio, pues hablamos de uno de los muchos sistemas represivos del régimen. Hablamos de entre 700.000 y un millón de personas, en su mayoría hombres, pero también mujeres, contra los que no hay ni juicio, en su mayoría prisioneros de guerra y, en menor medida, presos políticos que no van ni a prisión. La dictadura intentó borrar los crímenes de un periodo difícil, el de la España de las esvásticas, donde España iba de la mano con el régimen nazi y los fascistas italianos. A partir de 1945, al régimen le incomoda esa imagen de los campos de concentración y trata de borrarlo todo, porque el mundo está viendo el horror de los campos nazis. El franquismo los borró y, hasta hoy, la democracia no los ha recuperado.

Hablas de mujeres en los campos, ¿cómo fue su situación?

Recibieron un trato incluso peor que los hombres, porque sufrieron vejaciones propias de su género. En el campo de los Almendros (Alicante) o en el de San Marcos de León, tenemos testimonios de cómo iban con hijos y tuvieron que ver cómo morían en sus brazos por falta de alimentación. Y además, hubo mujeres que sufrieron como daño colateral: esas hermanas, hijas o esposas de los concentrados, que iban a verlos, a llevar comida o ropa y fueron sometidas a violaciones, a chantajes sexuales como tenemos documentado, donde los guardianes les decían que ya sabían lo que tenían que hacer si querían que sus familiares recibieran lo que llevaban. Como en casi todas las guerras, las mujeres sufrieron más humillaciones.

Muchos de los centros que describes son, hoy en día, hoteles de lujo, colegios, iglesias… Han sufrido una descontextualización brutal…

En el preámbulo del libro cuento una doble anécdota. La primera, es la de un antiguo prisionero que va al Parador de San Marcos y realiza su pequeña venganza: le dice al director del hotel que ya estuvo alojado allí… en 1939 como prisionero. La otra es la de un turista alemán, en 2014, que al ver las placas que recuerdan el pasado como campo de concentración se sintió tan violentado que protestó ante la dirección.

Creo que sería necesario que al menos uno o dos de esos edificios se convirtieran en museos y el resto, al menos, deberían tener una placa de recuerdo. Serviría para recordar y para que la gente conozca el pasado. Me da envidia cuando voy a Francia y veo tantos museos, placas sobre judíos deportados o memoriales… Este el único país en Europa que no ha habido una política estatal. Hay colegios donde los padres recogen a sus hijos y no tienen ni idea de qué fue ese lugar. No me imagino que en Alemania, con una comisaría de la Gestapo, por ejemplo, pasara eso. Es una de las grandes asignaturas pendientes de este país: reescribir el relato de cómo sucedieron las cosas, que esté patente en la sociedad y no el que nos dejaron escrito.

En el siempre enconado debate político sobre la memoria histórica, la postura de la derecha parece clara, pero la izquierda tampoco ha logrado tantos avances con sus gobiernos…

Es de la izquierda española la culpa de que hoy sigamos hablando de esto esto: de si sigue Franco en el Valle de los Caídos, de que si la dictadura no fue tan dura… Se puede comprender que en la Transición hubo una cierta tutela y que aquellos políticos progresistas y la derecha democrática buscaran primero la libertad y tuvieran que hacer concesiones. Pero a partir de 1986, con las segunda mayoría absoluta socialista y sin la amenaza de golpe de estado, ya no. Es culpa, sobre todo, del PSOE: la ley de Zapatero tenía muy buenas ideas, pero no ponía los medios necesarios. Yo espero que los nuevos gestos de Sánchez, apoyado por Podemos, no se queden en gestos y sigamos igual. También hay parte de responsabilidad del centro y la derecha democrática: permiten que la extrema derecha justifique el franquismo y no son, por ejemplo, como la derecha alemana que es obviamente antifascista.

¿Qué aporta su mirada como periodista, frente a la del historiador?

La única diferencia es puedo ofrecer una mirada más divulgativa, más digerible de todos estos hechos. No todos, pero muchos historiadores, y es comprensible, apuestan por la vía académica. Aporto un producto más fácil de leer y no tenemos ningún tipo de complejo a la hora de citar y hacer partícipes a mucha gente: mi libro es una obra coral, he contado con decenas y decenas de ayudas de archiveros, historiadores, testigos… El historiador quizá se ciñe a sus propios descubrimientos.

¡Buenas lecturas!

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11 comentarios

  1. Dice ser jojojojo

    Como si los comunistas no hubieran tenido campos de concentración (reeducación)…La memoria histérica de algunos es selectiva para según que cosas!!

    05 julio 2019 | 12:37

  2. Dice ser Portaco

    Y venga mas basura revanchista. Si te parece mandan a los presos a benidorm. A veces desearía que hubiera ganado la guerra la República para que muchos pudieran ver la represión comunista en todo su esplendor.

    05 julio 2019 | 14:29

  3. Dice ser pablo iglesias

    Cómo les jode a los fascistas que se sepa la verdad. Que los suyos fueron unos golpistas asesinos y genocidas que masacraban, torturaban o encerraban a todo el que no fuera como ellos. Lo hicieron a imagen y semajanza de sus amigos nazis, a los que también les mandaron muchos españoles para que los mataran en las cámaras de gas.
    Y la República no hizo lo mismo, no. En la República había DEMOCRACIA, CONSTITUCIÓN y DERECHOS.

    05 julio 2019 | 14:43

  4. Dice ser Spike

    Conozco por haberlo escuchado de mi madre, ya que su padre estaba encargado de uno de estos campos que a estas personas se les trataba lo mejor posible dentro de las circunstancias de la guerra.
    Si estos campos han caído en el olvido es porque cumplieron adecuadamente y humanamente su función. Todas esas mentiras que intentan colarnos aquí son absurdas ¿que se creen que tenían algún parecido con las checas rojas? Pues NO.

    05 julio 2019 | 14:56

  5. Dice ser el bolígrafo justiciero

    Estos son como los tontos… paracuellos de jarama. paracuellos de jarama fue un lugar donde fusilaron a cuantos; ponlo; porque ahí están enterrados los que atacaron el cuartel de la montaña y los que murieron de la división azul.
    San miguel de los reyes -valencia
    san marcos, león
    La cárcel de Leó,
    Burgos,
    Santander
    etc… etc…

    05 julio 2019 | 18:46

  6. Dice ser Julio Medina

    Carlos Hernandez… ese escritor defensor de los «valores democráticos» que, si le rebates con datos en su Twitter, te insulta, te denigra y te bloquea, negándote la posibilidad de réplica.

    Ese escritor que toma datos empíricos para su «investigación» cartas personales sin sustentarlas con ninguna otra prueba fehaciente, saltándose todo el método científico.

    Ese escritor que defiende a ultranza la memoria de los represaliados en los campos de concentración franquistas, pero excusa y defiende los campos de concentración que construyó la II República en base a la Ley de vagos y Maleantes que ellos idearon e instauraron.

    Gracias pero no.

    Prefiero un libro serio, académico y sin condicionantes sectarios.

    06 julio 2019 | 07:57

  7. Dice ser Manolo

    Creo que en un estado democrático y serio no se puede seguir mirando para el costado, y se debe desenterrar el pasado con todo lo que ello conlleva. No creo que la cuestión sea tomar revancha de nada, si no conocer la verdad sin manipulación ni encubrimiento, para que las futuras generaciones conozcan verdaderamente los horrores que millones tuvieron que sufrir. Que las víctimas sean recordadas y reconocidas, y los culpables (caiga quien caiga) sean desposeídos de sus privilegios y títulos.

    06 julio 2019 | 18:50

  8. Dice ser Esto es Historia autentica

    ¿Y que me dices de los internados franquistas para niños con familias desestructuradas dependientes de la mal llamada Protección de menores? menudos castigos, palizas, hambre, humillaciones Y eso que habían pasado casi dos décadas decadas de la contienda
    ¿Qué no harían con los presos políticos en esos campos de concentración si se comportaban así con niños de 8 años?

    06 julio 2019 | 20:17

  9. Dice ser A ver

    Me habéis borrado el comentario ¿por que? ?por decir que con franco hubo internados franquistas para niños con familias desestructuradas que sufrieron castigos, humillaciones, palizas y hambre trascurridos menos de 20 años tras la guerra; Y que me creo todo lo que digan sobre los campos de concentración franquistas, ya que me toco pasar por ello a la edad de 8 años en algunos de esos internados
    Me lo volveréis a borrar pero no por ello es menos verdad lo que scribo

    06 julio 2019 | 21:42

  10. Dice ser LLL

    Tres comentarios y los tres justificando la existencia de estos campos, dos porque hubo campos comunistas ¿y qué tendrá eso que ver? Nadie los va a justificar, los que hubiera fueron una desgracia del ser humano.
    Otro que piensa que los presos deben ir a campos de concentración y no a cárceles tras un juicio justo.
    Así es España, aún un nido de trogloditas.

    07 julio 2019 | 09:07

Los comentarios están cerrados.