‘Bandera negra’, corsarios carlistas y liberales en la costa levantina con aroma muy clásico

Calderote, cuadro de Ferrer Dalmau (WIKIPEDIA)

Hay que reconocer que León Arsenal es un autor del que es bueno siempre estar pendiente: sus novelas históricas son, como poco, siempre cumplidoras y aportan. Además, y esto lo destaco hoy que os hablo de su última novela, lejos de apalancarse en la ‘zona de confort’ histórico de un escritor salta de época en época, buscando historias con las que seducir a sus lectores. La última vez que lo traje a este blog, escribía sobre los últimos días de la república romana y los Balbo; hoy, sobre la primera Guerra Carlista. Y, antes, sobre la Hispania visigoda, la Reconquista, Tartessos, la Castilla del siglo XIV… Suma y sigue.

Con Bandera negra (Edaf, 2017, premio Letras del Mediterráneo 2017), Arsenal nos lleva a la costa levantina, entre Castellón y el Delta del Ebro, durante la primera guerra Carlista. El conflicto civil se recrudece tierra adentro con sangrientos asedios y en el mar, contrabandistas y corsarios carlistas y navíos de la milicia liberal se enfrentan.

El autor se sirve de un tesorillo de reliquias (que fueron recopiladas para salvarlas de la invasión napoleónica) a modo de Macguffin para movilizar a una serie de personajes en pos de un aventura: Miralles, capitán de un navío liberal, su sobrina, un teniente liberal, dos viajeros, un antiguo compañero de Miralles metido a corsario carlista… Sin rodeos, con un buen uso de las elipsis (tan necesarias a veces en la ficción histórica, muy dada a mostrar todo) y capítulos cortos, Arsenal logra narrar, con pulso pero con un tempo medido, una buena novela de aventuras históricas.

El siglo XIX ha sido, hasta ahora, bastante evitado por los novelistas históricos españoles (quizá por no compararse con Galdós o Baroja) y alegra ver que esos temores se rompen y nuestros autores se adentran con el cuchillo entre los dientes en ese tumultuoso y fascinante siglo. Arsenal, en este caso, no se priva de regalar una completa galería de personajes, históricos o basados en personas reales, de algunos de los fascinantes perfiles de la España decimonónica. También recuerda a los grandes corsarios de la historia, como Barceló (del que hablamos aquí hace meses), maestro del capitán que enseñó a Miralles y su gran rival.

No es esta, además, una novela marinera de grandes buques de línea o fragatas. Los combates son entre pequeñas embarcaciones y barcazas costeras, lo que la hace aún más original.

Más allá de lo histórico, Bandera negra es una historia de piratas (aunque técnicamente no haya ninguno) con algunos de los elementos más clásicos: hay tesoros por descubrir, batallas a cañonazos, duelos a espada, mujeres que sirven en barcos vestidos de hombre,… Se agradece además que, en conexión con aquellas novelas que a muchos nos hicieron soñar, sus protagonistas, héroes y villanos, demuestren código y honor, y la crueldad de la obra sea más producto de la guerra civil que de la oscuridad de sus personajes. En los tiempos de Breaking Bad o Juego de Tronos es una sugerente apuesta.

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