‘El samurái de Sevilla’: un guerrero japonés en la España de Felipe III

Actores caracterizados como samuráis en unos estudios de cine de Kyoto (WIKIPEDIA)

Actores caracterizados como samuráis en unos estudios de cine de Kyoto (WIKIPEDIA)

A finales de 1614, llegó a Sevilla la primera embajada del lejano Japón a España. No era la primera, en tiempos de Felipe II ya llegó otra, pero su llegada causó gran sensación en el reino. Entre la legación diplomática llegaron varias decenas de samuráis. La anécdota es conocida porque, según parece, algunos los integrantes de aquella expedición decidió quedarse en España, en Coria del Río, donde sus descendientes, se calcula que unos setecientos, aún mantienen el apellido Japón. Si os interesa esta historia, sorteo dos ejemplares de la novela de la que hoy escribo.

Con esos mimbres reales, el escritor estadounidense John J. Healy narra en El samurái de Sevilla (traducida por Paz Pruneda  y editada por La Esfera de los Libros) las aventuras y desventuras de un samurái llamado Shiro, hijo ilegítimo del señor de Sendai y miembro de la embajada liderada por Hasekura Tsunenaga. Con él, viviremos el choque cultural entre nipones y españoles, su entrada en la realidad y la nobleza española y su incipiente relación con una aristócrata andaluza casada con un crápula.

principal-el-samurai-de-sevilla-es_medEs ésta una novela bien trazada y templada como el carácter de su protagonista. No es una novela que sorprenda o innove con sus giros o sus personajes, más bien tiene un aire clásico, de esas historias que se degustan porque todo encaja, porque todos los elementos, siendo reconocibles, están bien puestos y desarrollados. Como un buen artesano, John J. Healy ha sabido crear una historia redonda, interesante y con una longitud exacta (algo a destacar, en estos tiempos tan dados a los tochos).

Del mismo modo, que el autor sea estadounidense no hace que la ambientación histórica resulte floja (algunos compatriotas no han sido muy exquisitos con los detalles históricos en otras obras). El autor sabe representar la época, las culturas japonesas e hispanas con fuerza y visualidad y se atreve con personajes históricos como el rey Felipe III, el Duque de Lerma (con una visión bastante más calmada que algunos novelistas españoles), el Duque de Medina Sidonia, etc. Resultan destacables las diferencias religiosas entre unos y otros y sus cercanías, que el autor muestra con claridad: en la época los japoneses intentaban erradicar el cristianismo y Felipe III acababa de expulsar a los moriscos.

Entre lances de espada (entre la esgrima occidental y oriental) y amores imposibles, el gran hallazgo de Healy es hacer creíble la humanidad de unos y otros, bajo las grandes diferencias culturales de nipones y europeos. Quizá el autor haya utilizado su propia experiencia como un estadounidense que ha pasado largas temporadas en España.

¿Os ha interesado? Por gentileza de La Esfera de los Libros sorteo en Facebook dos ejemplares de la novela.

¡Buenas lecturas!

Puedes seguirme en Facebook, Twitter y Goodreads.

Si te ha gustado, quizá te interese…

2 comentarios

  1. Dice ser Ricardo

    Ya sabemos quién enseñó artes marciales a Águila Roja….

    07 mayo 2016 | 17:00

  2. Dice ser El Villano

    ¿No le quedaría mejor un kimono de lunares y peineta en vez de moñete samurai?
    http://elvillanoarrinconado.blogspot.com.es/

    07 mayo 2016 | 19:04

Los comentarios están cerrados.