Viñeta del cómic Ariborne 44
Feliz viernes a todos los lecto-viajeros temporales que frecuentáis, o no, este blog. Hoy, para variar, no hablaremos de novela histórica… pero no nos vamos muy lejos. Como habréis podido observar, en el blog he escrito (o he invitado a escribir a gente que sabía más) sobre otros géneros o actividades muy entroncados con la ficción histórica: los videojuegos, la recreación histórica, la divulgación… Y hoy toca un arte narrativo al que tenía ganas desde que empecé el blog: los cómics que tratan lo histórico.
Aunque me confieso lector ocasional, no conozco a nadie tan metido y conocedor del cómic europeo (y más concretamente del histórico) que mi compañero de periódico Adrián Cobos. Licenciado en Historia y periodista multimedia de 20minutos, hablar con Adrián sobre cómic e Historia es toda una experiencia, que hoy, gracias a que se ha prestado a ser una de mis firmas invitadas, espero que disfrutéis.
Un pequeño repaso a los maestros europeos del cómic histórico
Adrián Cobos ( @nostronichus)
En unas pocas líneas es muy difícil recopilar la gran cantidad de autores que han hecho auténticas maravillas gráficas repasando grandes momentos de la historia.
Egipto, Grecia clásica, la Roma imperial, la oscura Edad Media, la Gran Guerra, la Segunda Guerra Mundial… La lista es interminable. Como todos no pueden entrar en unas pocas líneas, voy a destacar a algunos genios europeos imprescindibles que han hecho de los hechos históricos su base para crear verdaderas joyas gráficas.
Dentro del estilo línea clara (en fránces ligne claire), un tipo de novela gráfica (casi historieta) que se caracteriza por la definición exacta de la línea en todos sus dibujos y por el cultivo de una narrativa clásica, destaca por encima de todos los demás: Jacques Martin.
Este historietista, nacido en Estrasburgo en 1921, es un alumno aventajado de Hergé (Tintín) y del otro gran maestro belga Edgar Pierre Jacobs (Blake y Mortimer). Sus personajes siempre tienen un trasfondo histórico detrás.
Famosas son sus series Alix, el galo-romano que vive la convulsa época republicana romana; Jhen, el escultor y arquitecto que recorre la Europa medieval e incluso coincide con Juana de Arco; Keos, el hijo huérfano del escudero del faraón Ramsés II; Orión, un aventurero al servicio de Pericles con el que se puede uno introducir en la época de las ciudades estado griegas, y por último Lois, el joven artista y pintor con el que podemos observar, a través de sus ojos, cómo se vivía en la corte de Luis XIV de Francia, el Rey Sol.
Todos son personajes parecidos, pero a la vez con muchas estrías, porque cada época está muy bien reflejada en los trazos de Martin. Un autor imprescindible si se quiere repasar la historia de una forma diferente. De hecho, tal ha sido su influencia que muchas de sus series siguen vivas porque otros autores: Mark Jailloux y Christophe Simon (Orion), Jean Pleyers (Keos y Jhen) o Olivier Pâques (Lois) han recogido el testigo, porque Martin falleció en 2010, a causa de un edema pulmonar.
Viñeta de un cómic de Miquel Mena
Ahora, pegamos un salto en el tiempo y nos trasladamos a la excitante época del modernismo y la revolución industrial. De la mano de Miquel Mena, personaje creado por el guionista Pablo Herranz y el dibujante José Luis Povo, dos autores españoles enamorados de la línea clara y la tradición europea, vamos a trasladarnos a la Barcelona de 1915 o al Imperio Austrohúngaro siguiendo a este biólogo con espíritu aventurero.
Por último, no me podía dejar en el tintero a otra serie de autores dignos de mención.
- Los franceses Francis Carin y Michel Pierret, que en su volumen Los diablos azules, bosquejan un cuadro que repasa magníficamente la vida de los soldados galos en las trincheras de la Gran Guerra.
- El belga Philippe Jarbinet, que con su serie Airborne 44 nos introduce en los momentos fundamentales de la Segunda Guerra Mundial, como La Batalla de las Ardenas, con si ciclo Habrá un mañana sin nosotros, o el desembarco de Normandía, en el imprescindible Omaha Beach.
- El francés Gilles Chaillet también es otro autor conquistado por el cómic histórico, en su serie Vinci, hace un repaso a la época de Francisco I de Francia a través de casos misteriosos y asesinatos en su corte.
Como posdata a este corto repaso y fuera de la línea clara más purista, tenemos otros dos maestros, un dibujante y un guionista, que también manejan la historia para crear grandes novelas gráficas. Son el historietista italiano Enrico Marini y el escritor belga Stephen Desberg.
Fruto de su colaboración nace El Escorpión, un héroe misterioso que lucha contra un malvado cardenal que quiere llegar a papa en la convulsa Europa del siglo XVIII. Y por separado también son capaces de gestar otros grandes series como Águilas de Roma, los famosos gladiadores de Marini; o Sherman (gánsteres en el Nueva York de los 40), Golden Dogs (una curiosa banda de ladrones en el Londres victoriano) o Sangre negra (una visión romántica del esclavismo y los conflictos raciales), donde Desberg muestra su maestría como autor, junto a la fina mano de su compatriotas Werner Goelen, más conocido como Griffo, y Bernad Vrancken.
Un poco de historia nunca viene mal, y si es ilustrada, mejor que mejor.
Un fuerte abrazo a todos y gracias a David por darme la oportunidad de descubriros un mundo tan apasionante.
*Las negritas son del bloguero, no del autor del texto.
Hola David, interesante artículo. Me encanta la Historia, y soy un recién iniciado en el mundo del comic histórico, o novela gráfica (supongo que son los mismo, no?) He entrado en este mundillo gracias a autores geniales como Art Spiegelman, Marjane Satrapi y Paco Roca. Me gustaría que publicarás un listado de obras fundamentales de la novela gráfica, de esas que todo aficionado que se precie debería tener en casa. Gracias por el artículo del que ya he sacado nombres y obras pra próximas lecturas. Un saludo.
11 marzo 2016 | 08:42
Quizás debía dirigirme a Adrián mejor verdad?? jeje Un saludo para ambos.
11 marzo 2016 | 09:41
¡qué grata sorpresa! , la verdad es que si todavía pudiera dibujar, ya habría publicado unos cuantos cómics…
Para el comentario del que dice ser #Alberto: A ver, un cómic histórico es una novela gráfica, pero no todas las novelas gráficas son cómics históricos. Una novela gráfico es justamente éso: una novela explicada con viñetas.
Lo bueno es que es más corto y «fácil» de leer, pero por otro lado, por eso mismo es mucho más complicado de hacer porque cada palabra tiene una utilidad que no se puede disimular con todo un párrafo, y se necesita dar un orden de prioridades sobre qué es lo que se quiere decir o comunicar para atenerse a eso, y así delimitar el uso y la expresión.
Ya sé que no es español, pero una especie de novela histórica un poco inventada es la famosísima Astérix, que es absolutamente genial, donde los celtas galos se ríen de los romanos y siempre lo acaban festejando todo con jabalíes, un arpa/laúd mal tocado al que a veces hacen callar, y además de contar algunas cosas sobre la historia, pero desde otra perspectiva diferente a la romana, te hacen reir…
Claro que lo malo del cómic es ue de alguna manera quita libertad para imaginarse a los personajes tal y como cada uno quiera, pero aún así, es una herramienta didáctica impresionante para muchas cosas, como por ejemplo, para aprender la historia a rasgos generales.
Es curioso porque se habla mucho de los típicos cómics americanos, que son más bien «infantiles», pero el cómic francés, y por extensión francófono, es infinitamente más rico, y la verdad es que deberían de conocerse más.
La verdad es que no conocía a algunos de los autores de los que habla Adrían en su parte del artículo, o sea que gracias por la información.
Muchas gracias a Adrián y de nuevo a David Yagüe por ponerlo en su blog (¡y qué lástima que ya no pueda casi dibujar!)
12 marzo 2016 | 01:37
#Alberto pues sí el experto es Adrián, pero oye le voy a dejar un tiempo, pero apunto tu idea para próximas entradas¡
#RayozZZ Como siempre, gracias por tus comentarios y reflexiones¡
13 marzo 2016 | 11:29