¿Crees que no es posible viajar en el tiempo? ¿Nunca has leído una novela histórica?

Pirámides de Giza

Gran Pirámide de Giza, en una postal del s. XIX (WIKIPEDIA)

¿Nunca has deseado cabalgar con Alejandro Magno? ¿Ligarte a una vestal? ¿Intrigar para lograr que Juana la Beltraneja fuera reina? ¿Probarte uno de los modelos castizos que provocaron el motín de Esquilache? ¿Hacer un rally por el Sáhara con Rommel? ¿O mirar por encima del hombro a Cervantes mientras escribía?

Si la respuesta a alguna de estas preguntas (o a las millones que hay similares) es positiva has  llegado al lugar indicado: la agencia de viajes temporales XX Siglos. Donde la tecnología y la ciencia han fracasado, algo tan antiguo y barato como la ficción ha tenido un lustroso éxito: la oportunidad de viajar al pasado. Me quitan los billetes de las manos, oiga.

En la playa (por favor, no sientas nostalgia de un viaje al pasado tan breve y sencillo), en el transporte público o en la cama antes de dormir, mis paquetes te permitirán viajar a la época que elijas. ¡No solo eso! Si lo deseas, viajarás a la misma época y lugar una y otra vez, con distintos guías y disfrutarás de ella de un modo diferente.

Mis guías son todos narradores natos, cuentabatallas, poetas, intrigantes, vendeburras, expertos y/o farsantes natos que te harán vivir el pasado. Los tengo buenos y malos, e incluso algunos que son las dos cosas a la vez.

En cuanto a tu satisfacción… Bien, estoy tan seguro de que algunos te fascinarán como que otros te aburrirán sin remedio.

¿Que quién es el regente de tan inusual negocio? Corrían los primeros años 90 y un servidor tomó contacto de una manera inconsciente con libros (sí, de esos de papel, increíble) que me permitieron —oh, cielos— viajar literalmente al pasado. Recuerdo algunos de los primeros: un cómic sobre Alejandro Magno, unas novelas ilustradas sobre Julio César y Hernán Cortés y dos títulos editados por aquel entonces por Gran Angular, como Cruzada en jeans o Aquila, el último romano, de Sutcliff.

Desde entonces no he podido parar y ahora quiero compartirlo con vosotros.

Soy periodista, he trabajado en el sector editorial y he publicado hasta la fecha dos novelas. Pero este no es un blog de Historia ni de crítica literaria, ni de academicismos, ni élites; es una bitácora de un lector para lectores, para compartir, para viajar, para leer juntos.

¿Estáis preparados para navegar por el sinuoso río que discurre entre esas dos fascinantes orillas, la Historia y la ficción? No se me ocurre mejor manera de empezar que esta…

Yo, Sinuhé, hijo de Senmut y de su esposa Kipa, he escrito este libro. No para cantar las alabanzas de los dioses del país de Kemi, porque estoy cansado de los dioses. No para alabar a los faraones, porque estoy cansado de sus actos. Escribo para mí solo. No para halagar a los dioses, no para halagar a los reyes, ni por miedo al porvenir ni por esperanza. Porque durante mi vida he sufrido tantas pruebas y pérdidas que el vano temor no puede atormentarme y cansado estoy de la esperanza en la inmortalidad como lo estoy de los dioses y de los reyes. Es, pues, para mí solo para quien escribo, y sobre este punto creo diferenciarme de todos los escritores pasados o futuros.
Sinhué, el egipcio. Mika Waltari

Nota: en la Semana Negra de Gijón de 2014, el escritor David López me comentó que el arranque de Sinhué tenía algo de «novela añeja, de clásico, de historia a la antigua, con enjundia». No puedo estar más de acuerdo, compañero. Al pensar esta entrada, recordé tus palabras.

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5 comentarios

  1. Dice ser Hochi

    Aquila, qué bueno! Un una-de-romanos crepuscular.

    21 octubre 2015 | 07:55

  2. Dice ser Bitácora

    «…no ser mi ánimo dar de ellos una historia, sino sólo publicar sus nombres, tanto más, cuanto imagino que acerca de ellos todos no sabemos lo mismo. Añado, que cuanto en este punto voy a indicar, lo haré únicamente a más no poder, forzado por el hilo mismo de la narración.

    IV. Se explicaban, pues, con mucha uniformidad aquellos sacerdotes, por lo que toca a las cosas públicas y civiles. Decían haber sido los egipcios los primeros en la tierra que inventaron la descripción del año, cuyas estaciones dividieron en doce partes o espacios de tiempo, gobernándose en esta economía por las estrellas. Y en mi concepto, ellos aciertan en esto mejor que los griegos, pues los últimos, por razón de las estaciones, acostumbran intercalar el sobrante de los días al principio de cada tercer año; al paso que los egipcios, ordenando doce meses por año, y treinta días por mes, añaden a este cómputo cinco días cada año, logrando así un perfecto círculo anual con las mismas estaciones que vuelven siempre constantes y uniformes. …»

    Herodoto de Halicarnaso (484 A.C. – 425 A.C.) Los nueve libros de la historia.

    21 octubre 2015 | 09:17

  3. Dice ser Daniel1970

    Yo si he viajado por el tiempo, que gran genero la novela histórica, engancha a todo tipo de público. a mi particularmente me inició a este tipo de lectura: Los tres mosqueteros, Los pilares de la tierra, después El nombre de la rosa, El Médico, Sinuhé el egipcio, etc., etc.. Hay de todo y es un viaje al pasado que todo el mundo debería de realizar, es una pena que desde las instituciones no se de un impulso a este tipo de libros, siempre suele salir el último best seller anunciado por televisión, ya no hay programas en televisión donde se incite a la lectura y cuando los ha habido nunca han sabido transmitir la pasión y la fuerza que se merecen este tipo de novela y todo tipo de lectura. Tampoco hay que desmerecer a los demás géneros literarios pero yo me quedo con la novela histórica.

    21 octubre 2015 | 10:45

  4. xx-siglos

    Hochi, qué bueno que te acuerdes de Aquila… Espero que te guste, porque espero dedicarle a su autora un post.

    Bitácora, gracias por la cita¡ Herodoto siempre es bienvenido en este blog¡

    Daniel1970, totalmente de acuerdo con lo que escribes. Espero que este blog sea un humilde intento de remediarlo.

    Gracias por comentar y espero veros a menudo por aquí¡

    21 octubre 2015 | 18:54

  5. Dice ser Mar Hevia

    Tenía yo 13 años, allá por los 70, cuando mi madre puso en mis manos un libro de Pearl S Buck. Hombres de Dios. Era el primer libro que leía por voluntad propia, aparte de los que nos mandaban en el colegio y que era obligatorio leer.
    No recuerdo cuando leí mi primera novela histórica, pues a partir de ahí fue un no parar. Tampoco tenía yo mucha idea de que lo que leía tenía un genero u otro. Pero de algo si me di cuenta enseguida, los libros iban a ser mi pasión, mi manera de viajar por el mundo, real, ficticio, por la historia, por el futuro, por el amor, por la guerra. Y desde entonces no ha variado ni un gramo mi pasión.
    Te seguiré en tu blog. Estoy segura que aprenderé mucho.
    Por cierto me encanta el inicio de Sinhué el egipcio. Lo leí la primera vez con 19 años y hace poco lo compré en una feria de libro de un pueblo y lo he vuelta a leer.

    23 octubre 2015 | 20:47

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