Esta historia es de las que no sé si me dan risa o me cabrean hasta límites insospechados. A ver, por si alguien no se ha enterado, resumo la historia. Resulta que el juego The Wheelman, de Midway,que es una especie de GTA protagonizado por Vin Diesel, se desarrolla en Barcelona.
¿En Barcelona?, ¿y hay tiroteos?, ¿y delincuencia?, ¿y coches que se saltan los semáforos en rojo? ¡No puede ser! ¡Que alguien avise al Ayuntamiento de la ciudad! ¡Ah, no! Que ya se han enterado. Doña Montserrat Ballarín, concejala de Educación del Ayuntamiento de Barcelona, muy indignada ella, ya se ha puesto manos a la obra para responder a esta afrenta.
Ballarín dice que este videojuego da una imagen «contraria a los valores que caracterizan la ciudad y que desde el consistorio se trabaja para difundir al exterior». Considera que este hecho es «reprobable» y asegura que solicitará un informe jurídico para ver si se pueden emprender medidas legales para que The Wheelman no llegue al mercado.
Eso sí, deja muy clarito que no quiere criminalizar a los videojuegos. No se da cuenta esta mujer que con esta sarta de insensateces no conseguiría criminalizar a los videojuegos ni aunque quisiese. Yo creía que esto ya estaba más que superado, pero parece ser que no, resulta que todavía hay personas que no son capaces de distinguir realidad y ficción y piensan que a los demás les sucede lo mismo que a ellos.
Peor aún, hay personas que reconocen la ficción en el cine, el teatro o la literatura, pero no en los videojuegos (y casi seguro que éste es uno de esos casos).
Una gran compañía de videojuegos como Midway decide situar la acción de uno de sus lanzamientos más importantes en Barcelona. ¿Consecuencias? Publicidad internacional y gratuita para la ciudad. ¡Pero no! El Ayuntamiento dice que no, no vaya a ser que alguien se piense que Vin Diesel es catalán y la liemos.
En cuanto al intento de impedir que el juego salga a la venta, me parece un esfuerzo ridículo. No hay escala negativa capaz de indicar las nulas posibilidades de éxito de esta descabellada empresa. Aunque pensando en los altibajos económicos que sufre la pobre Midway desde hace unos años, casi prefiero cruzar los dedos y desearles la mejor de las suertes.
Ahora, suponiendo que la concejala tuviese razón y un videojuego pudiese perjudicar la imagen de una ciudad, Nueva York tendría un serio problema, ¿no? Nueva York ha sido escenario de muchos tiroteos y asesinatos en los videojuegos y nadie piensa que sea un nido de criminales y delincuentes. Bueno, sí que lo piensa mucha gente, sobre todo Homer Simpson, pero no por nada relacionado con los videojuegos.
Quizás Transilvania debería haber demandado a Bram Stoker por daños y perjuicios. Igual todavía están a tiempo de demandar a sus descendientes… ¡Ah, no! Se me olvidaba que éstos son listos y, en vez de hacer eso, van a abrir un parque temático sobre Drácula.