Ya dije en otro post por qué Scribblenauts es tan brillante, ahora toca decir qué es en lo que le falla. Ya lo apuntaron muchos, el juego tiene un fallo colosal: su control, que no es malo, es lo que viene después. Yo intuía que el juego flojeaba en este aspecto, pero aún lo había jugado muy poco. Ahora que ya le he dedicado un buen número de horas puedo decirlo con conocimiento de causa.
¿Por qué es tan horrible el control? Pues porque es totalmente táctil. Todo se hace con el puntero, desde mover a Maxwell hasta invocar, mover y manipular los objetos, animales y personajes. De este modo, cualquier toque en la pantalla que no sea perfectamente preciso puede resultar fatal.
La mejor forma de entenderlo es con un par de ejemplos. El primero: dos enormes bolas de pinchos flotan en el aire sostenidas por potentes ventiladores que soplan desde el techo y el suelo. Apago los ventiladores con un interruptor y me dispongo a amarrar con cadenas las bolas de pinchos (entre sí y a los ventiladores), de modo que cuando vuelva a accionar el interruptor éstas queden ancladas al suelo y no se interpongan en mi camino.
Pues bien, en cuanto doy un ligero toque en la pantalla y no señalo exactamente una de las cadenas, Maxwell salta en plan suicida hacia ese punto y se come los pinchos sin pensárselo dos veces. Me matan. Segundo intento y vuelve a psar lo mismo. Tercero, cuarto, quinto… Desesperación.
Otro ejemplo: hay que reunir a un pingüino, aislado en un iceberg, con sus compañeros situados en otro islote. El pingüino no puede caer al mar o será engullido por una orca. Intento traer al bicho por mar. Invoco un barco, navego hasta el iceberg, atraigo al pingüino con pescado y… se cae al agua. Los vuelvo a intentar y consigo que suba al barco… y al moverme se vuelve a caer. Lo intento con un trasatlántico, un portaaviones, un velero, una balsa, un yate… Nada de nada, el estúpido pájaro bobo siempre se cae.
Con el barco pirata consigo que entre más en la cubierta, pero tampoco permanece estable. Intento amarrarlo con esposas a la vela del barco pirata. Uno un extremo al barco, la otra esposa queda colgando, voy a tocarla… ¡pero toco el barco, lo cojo y todo lo demás cae al agua, pingüino incluido! Muchos intentos después desisto y me llevo al pingüino por aire, atado a un helicóptero.
Es una pena que este enorme defecto estropee un producto a priori tan atractivo. Pero no hay que lamentarse mucho. La idea es muy buena, la franquicia ya se ha hecho popular y es seguro que la próxima vez se pulirán todos los errores. De hecho, el fallo principal se podría solucionar de forma tan sencilla como hacer que el personaje sólo se moviese con la cruceta.
5th Cell ya tiene un nuevo proyecto entre manos. Yo lo espero con curiosidad, seguro que sorprende y supera a este notable Scribblenauts.