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Thank you Mario! But our princess is in another castle! Toad (Super Mario Bros.)

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Megaman y un regalo de aniversario que sabe a poco

¡Qué fácil es contentarnos a los fans! Hace falta poco, muy poco, para que nos volvamos locos con cualquier detallito relacionado con alguna de nuestras aficiones. Por ese motivo a veces cuesta entender por qué las compañías hacen oídos sordos y no realizan esos pequeños gestos que les serían agradecidos generosamente.

Me refiero a casos como el poco amor que está demostrando Capcom con Mega Man, una figura icónica de la historia de los videojuegos que ha cumplido en 2012 sus primeros 25 añitos de existencia y que debería estar celebrando tan señalado aniversario por todo lo alto. En cambio, este entrañable personaje, uno de los que mejores momentos me ha hecho pasar en mi infancia y mi juventud, permanece casi olvidado… por la compañía que lo creó, en absoluto por los fans.

Todo el mundo quiere un nuevo juego de Mega Man. Yo no pido tanto, me habría conformado con un buen y amplio recopilatorio de sus aventuras de los tiempos de las 8 y 16 bits. Además, temo que Capcom —compañía a la que he adorado durante años— no está en su mejor momento y podría acabar haciendo una nueva entrega de la saga muy poco digna.

No tengo de qué preocuparme. Capcom ha pasado olímpicamente. No hay nuevo juego, no hay ni un detalle cariñoso y emotivo… Bueno, sí lo hay, pero no lo ha hecho la compañía nipona sino un aficionado. Se trata de un videojuego hecho al estilo de las primeras entregas del héroe, se titula Street Fighter x Mega Man (obviamente debería llamarse Mega Man x Street Fighter) y sirve de homenaje a las bodas de plata tanto de la saga de acción y plataformas como del mítico juego de lucha, que también cumple 25 años.

El juego es amor puro. Se nota que no ha sido fruto de un desarrollo oficial: la dificultad es muchísmo más baja que la habitual en Mega Man, los enemigos finales (luchadores de Street Fighter) no responden a las típicas rutinas de los jefes que era necesario aprender… pero es amor puro. Y Capcom —que parece haberse desenamorado de su creación—, como un marido que ha olvidado su aniversario de bodas tras un largo matrimonio y decide robar unas flores del parque en el último momento, ha optado por adquirir el producto y lanzarlo gratis vía descarga para PC.

Se agradece la oportunidad de poder jugar a esta joyita amateur, pero esto está muy lejos de lo que Capcom podría haber hecho por el personaje, por los aficionados y por sí mismos, y lejísimos de lo que Mega Man se merece.

¡Feliz cumple, héroe, y recuerdos al Dr. Light!

Mega Man Universe, cierta decepción

Todo el que me conoce bien sabe que soy fan de Capcom y gran seguidor de las aventuras de Mega Man, especialmente de las sagas original y X (algo menos los Legendsy los Battle Network). Este mismo verano, antes de comenzar las vacaciones, me pasé el endiablado Mega Man 9 y, poco después, el mucho más sencillo Mega Man 4(al que nunca llegué a jugar en su día).

Con estos precedentes, ¿cómo creéis que me sentí al escuchar que iba a ver la luz para PS3 y Xbox 360 algo llamado Mega Man Universe? Pues sí, muy emocionado. Kenji Inafune, uno de los grandes de la compañía, contribuyó un poco más al hype con sus palabras. El chulísimo tráiler de estilo retro hizo el resto.

«Es algo que nunca has visto antes, hemos incluido pistas en el primer tráiler. Si te fijas atentamente, podrás imaginar un montón de posibilidades. Así que usa tu imaginación, y podrás ver qué hace a este juego especial. Este juego romperá el molde de lo que puede puede ser un Mega Man. Cuando los fans finalmente lo vean, creerán que sus sueños se habrán hecho realidad»

Tras este anuncio, mi imaginación y supongo que la de muchos, se disparó. Sin embargo, cuando se desveló en qué consistía realmente Mega Man Universe, fue inevitable sentir cierta decepción. La realidad es que el juego es una aventura de plataformas y acción de estilo clásico, como los recientes Mega Man 9 y Mega Man 10 pero con una  mayor calidad gráfica (no aparenta ser un título de NES pero tampoco es gran cosa).

La gracia del asunto es que en el juego podremos controlar tanto a diferentes versiones de Mega Man (incluida la de la ilustración cutre de la caja de su primera aventura) como a otros personajes del universo Capcom (Ryu, por ejemplo). Si la diferencia entre unos héroes y otros no es más que estética, me sentiré estafado. Si cada personaje implica un cambio radical en la jugabilidad, entonces comenzaré a creer que estamos ante un producto de cierto interés.

Sé que el juego me gustará, que lo disfrutaré, pero de momento no me llama nada la atención. ¿Cómo lo veis vosotros?, ¿os gusta?

Me lo he pasado mil veces

Hace unos días, en una conversación de amigos, salió a la palestra un tema de patio de colegio (me encantan los temas de patio de colegio ahora que la edad escolar quedó tan atrás). El asunto en cuestión era qué juego nos habíamos terminado más veces (muy típico también hablando de películas). Me cuesta saberlo exactamente, pero una cosa está clara: todos los juegos que me he pasado más veces son bastante viejos, pertenecen a un tiempo en el que podía pasarme horas jugando sin preocuparme por otra cosa.

Aquí está el que sea (probablemente) mi Top 5:

1. Mega Man X

Siempre he sido un fan declarado de Mega Man. La renovación de la saga en su paso a la Super Nintendo significó para mí un acontecimiento memorable. De hecho se convirtió en uno de los pocos cartuchos que conseguí que mis padres me comprasen, una pequeña joya que aún hoy conservo en mi reducida colección de juegos de SNES. Me lo pasé y me lo volví a pasar una y otra vez hasta conocerlo al dedillo, apreciando cada detalle del escenario, cada melodía, jugando casi de forma mecánica. Creo que Mega Man X es el videojuego que más veces me he pasado en mi vida.

2. Golden Axe

La plata de mi podio particular (muy cercana al oro si es que no me equivoco en los cálculos) es para este clásico arcade de Sega. Tenían la máquina del Golden Axe en el bar de unos amigos de mis padres. Al principio jugaba, como todos los chavales, a base de dejarme 25 pesetas por partida. Después, gracias a esa amistad, pude echarme muchos vicios «by the face». Al final, claro, terminé por ser capaz de pasarme el juego sin continuar ni una vez. Posteriormente también jugué mucho a la versión de Mega Drive. No hará ni un mes que volví a ponérmelo y descubrí que, sin práctica, esto se olvida mucho más fácilmente que montar en bici.

3. Super Mario 64

Creo que jamás he sentido mayor fascinación por ningún videojuego. Cada vez que veía una nueva captura de pantalla en las revistas me quedaba embobado mirándola, analizando hasta el más mínimo detalle. Me enamoré del juego. La primera vez que vi el Super Mario 64 más allá de las páginas de la Hobby Consolas fue en una tienda especializada de videojuegos de Madrid. Me enamoré del videojuego otra vez, y una tercera cuando por fin fue mío junto con la Nintendo 64. Era tan bonito, era tan diferente, tan revolucionario que llegué a pasarme horas dando vueltas por los alrededores del castillo y también por sus salas, observándolo todo y sin avanzar en la aventura. Pese a su longitud (jamás he osado pasármelo con menos de sus 120 estrellas), son muchas las veces que he completado el que quizá sea uno de los mejores y más influyentes videojuegos de la historia.

4. Illusion of Time

No fue el primer juego de rol que jugué, además es un action RPG bastante lineal y está muy alejado del espíritu hardcore que tanto me gusta en otros exponentes del género. Aun así, Illusion of Time (Illusion of Gaia en otros lares) tiene algo mágico que lo hace especial. Los gráficos son bonitos, la banda sonora cuenta con temas memorables y la historia es tremendamente emotiva. Además, fue el primer juego de rol que trajo Nintendo a España traducido al castellano (no era una gran trducción pero hay que reconocer el esfuerzo) y se comercializó en un vistoso formato de caja grande con libro de pistas incluido. Pocas aventuras me han tocado con tanta intensidad la fibra sensible.

5. Alex Kidd in Miracle World

Para ser exacto, este juego no debería incluirlo en la lista de los que más me he pasado sino en la de los que más he jugado. Este Alex Kidd, al que ya le dediqué un «Viejas joyas» hace mucho tiempo, no era un juego nada sencillo. Además, venía incluido en la memoria de la Master System II, una consola que nunca tuve, por lo que completarlo estaba chungo. Sin embargo, muchos de mis amigos / familiares sí la tenían, así que en casa de unos y de otros siempre acabábamos echando unas partidas al Miracle World. El resultado es que la primera mitad del juego me la conocía de pe a pa, la segunda mitad, muchísimo menos.

¿Cuáles son los juegos que más veces os habéis pasado en vuestra vida?

Cameos curiosos en los videojuegos

Hace ya mucho tiempo, a poco de empezar este blog, escribí un pequeño texto sobre la aparición de Yoda y Darth Vader en Soul Calibur IV. Entonces prometí que algún día le dedicaría un post a cameos curiosos de la historia de los videojuegos. Pues aquí está, no puedo prometer que sean los más llamativos, pero desde luego son los que más gracia me hicieron cuando los descubrí en su día.

Capcom, Namco, Nintendo y Sega son probablemente las compañías reinas del cameo. A menudo llenan sus juegos de referencias a otros: cartelitos escondidos en algún lugar, escenarios de juegos de lucha repletos de personajes conocidos, trajes y objetos típicos de sus más populares franquicias… Pero dejaré esos homenajes evidentes a un lado por otros un poco más rebuscados.

Sonic en el cubo de la basura

Corría el año 1995 y Rare lanzaba Donkey Kong Country 2, una más que dignísima secuela del revolucionario título que supuso el triunfal retorno a los videojuegos del gran simio de Nintendo. Jugué al DKC 2 junto a un amigo. Ninguno de los dos esperábamos la sorpresa que ocultaba el juego, una sorpresa que a mí me hizo mucha gracia y que a mi amigo (fan a muerte de Sega) le indignó profundamente.

Cuando te pasabas el juego aparecía un podio en el que el número 1 era para Diddy (siempre y cuando hubieras completado el 102%), el segundo pedestal era para Mario y el tercero para Yoshi (si Diddy y Dixie no han reunido suficientes monedas DK. aquí aparece Link ). Junto a ellos aparecía un letrero que dice algo así como «fracasados no», un cubo de basura y al lado las zapatillas de Sonic. Toda una afrenta en un momento en el que la rivalidad entre Sega y Nintendo era encarnizada. Por cierto, en su día no me fijé que junto a las zapatillas de Sonic se puede ver lo que parece ser el arma de Earthworm Jim. ¡Qué buenos tiempos eran aquellos para Rare!

Un alien en Samurai Shodown

Gen-an Shiranui, esa especie de Freddy Krueger verde del Samurai Shodown, es protagonista de dos cameos, a cual más extraño. En primer lugar, en algunos de los finales de Gen-an hace acto de presencia la sexy Mai Shiranui. Durante muchos años me pregunté qué relación existía entre estos dos personajes, sobre todo teniendo en cuenta que pertenecen a dos épocas diferentes (al mundo del Japón medieval el primero y al edad actual la segunda). Pues bien, tras investigar un poco parece ser que todo es una pequeña broma de SNK: no existe ningún vínculo entre ambos personajes, salvo su apellido y su perfil idóneo para trabajar en el musical de La Bella y la Bestia.

El segundo cameo es aún más extraño. Resulta que en Samurai Shodown II, en el escenario de Gen-an, aparece una enorme olla en la que una fea criatura está cocinando algo. ¿Qué es ese algo? Pues nada más y nada menos que un alien de esos que le hacían la vida imposible a la Teniente Ripley. Puede que os cueste apreciarlo en la captura que incluyo aquí debajo, pero si probáis el juego en un emulador o en alguna de las consolas actuales veréis claramente al bichejo.

Los Ha-do-ken de Mega Man

Mega Man, uno de los personajes a los que más cariño tengo, también me impresionó con una fantástica referencia en un videojuego no menos estupendo: Mega Man X. En dicho título, uno de los pocos que pude comprarme para la Super Nintendo, existía un truco fantástico en el que podías conseguir la habilidad de lanzar Ha-Do-Kens.

Para conseguirlo había que eliminar a los ocho jefes iniciales y conseguir todos los objetos ocultos del juego. Entonces había que completar la fase de Armored Armadillo de nuevo hasta la bola de energía situada sobre la guarida del jefe final. Habí que repetir la operación cuatro veces. En la cuarta ocasión, junto a la bola de energía aparecerá una de las típicas cápsula del Doctor Light. Éste aparecía vestido como Ryu, con kimono y una bandana en la frente, y te otorgaba el poder de lanzar Ha-Do-Kens realizando el típico movimiento del Street Fighter (media ‘U’ hacia adelante). Lo mejor es que de un solo impacto se podía destruir a cualquier enemigo, incluidos los jefazos.

Mario y Sonic en Metal Gear Solid

La colaboración de dos genios como Hideo Kojima y Shigeru Miyamoto sirvió para crear Metal Gear Solid: Twin Snakes, un soberbio remake para Gamecube del Metal Gear Solid original de la PlayStation. El aspecto que más se mejoró fueron los gráficos, especialmente en las secuencias, mucho más espectaculares. Pero entre tanta tensión, espionaje, asesinos despiadados y ninjas cibernéticos se escondió un simpático detalle.

En la sala en la que Snake conoce a Otacon (Hal Emmerich), aparte de un póster de anime, puede verse un par de muñequitos, uno de Mario y otro de Yoshi. Si se dispara a la figura de Mario, Snake recupera vida, si se dispara a Yoshi, se escucha el típico sonidito del dinosaurio.

Chun-Li chupa cámara

La fantástica luchadora de Street Fighter ha lucido sus moños en múltiples juegos de Capcom. Yo recuerdo especialmente dos cameos curiosos de la hermosa china. Uno de ellos tiene lugar en el primer Breath of Fire, un juego del que no pude disfrutar hasta tenerlo en el emulador de SNES, ya que jamás llegó a tierras europeas. Debido a mi pasión por Breath of Fire II decidí jugarlo y pude comprobar que, efectivamente, Chun Li aparecía en un momento del juego, practicando sus famosas y veloces patadas en una habitación. También en BoF aparecía un retrato de Arthur, protagonista de la saga Ghosts ‘n Goblins.

La conocida luchadora oriental también hacía un cameo en otro de los grandes títulos de Capcom: Final Fight, concretamente en la segunda parte de la saga para Super NES. Al poco de empezar (la primera fase era Hong Kong), Chun-Li aparecía en el fondo de la pantalla comiendo comida china en un puesto en plena calle.

¿Qué otros cameos curiosos recordáis vosotros?

Mega Man 9, el eslabón perdido

Yo conocí a Mega Man gracias al Mega Man 3 de la NES. Después de probar semejante juegazo era imposible no hacerse fan del pequeño robot azul de Capcom.

Me encantó la libertad para elegir fase, los enemigos (Gemini Man, Magnet Man, Top Man y su fantástica melodía…), la capacidad de Mega Man para absorber sus poderes, el reto de encontrar el arma que más afecta a cada robot, las transformaciones de Rush, las apariciones del misterioso Proto Man, las contraseñas al final de cada fase…

Mega Man se convirtió en seguida en sinónimo de dificultad elevada, una dificultad que siempre me pareció un excelente reto y una buena forma de alargar aventuras que, de ser más fáciles, serían excesivamente cortas. Me deseperaban las zonas en las que había que superar abismos saltando por bloques que aparecían y desaparecían en una secuencia determinada, pero oye, indudablemente alargaban el juego.

Tras Mega Man 3 juegué a Mega Man 2 y al desafiante Mega Man original. Hasta muchos años después, me quedé con las ganas de jugar a los capítulos 4, 5 y 6 de la saga. Pero tuve la suerte de probar, gracias de nuevo a las tiendas con juegos de importación, el fantástico Mega Man The Wily Wars, un remake para Mega Drive de los tres primeros Mega Man de NES que incluía un modo extra con tres nuevos robots.

Lo siguiente fue un salto evolutivo de la saga: la Super Nintendo recibió Mega Man X, uno de los pocos juegos que pude permitirme comprar para la 16 bit de Nintendo. Me enamoré de este juego, creo que es el que más veces me he pasado en mi vida, lo conocía al dedillo.

En Mega Man X, el héroe adquiría un aspecto más adulto, su habilidad de deslizamiento se modernizaba, todos sus ataques podían potenciarse, en los escenarios se escondía una nueva y poderosa armadura, los clásicos robots humanoides eran sustituidos por animales robóticos, lo que sucedía en algunas fases afectaba a otras (al destruir a Storm Eagle, por ejemplo, su nave caía y destruía parte del nivel de Spark Mandrill)…

Existía incluso una cápsula secreta que daba a Mega Man la habilidad de lanzar ha-do-kens. Resulta curioso que Mega Man fuese capaz de destrozar gigantescas amenzas metálicas pero que siguiese sin saber agacharse (eso no cambió hasta Mega Man X 5).

En cuanto al argumento, aparecieron los Reploids (robots que, como Mega Man, eran capaces de razonar), los Mavericks (máquinas que se revelaron contra los humanos), los Maverick Hunters, Vile y un nuevo y misterioso héroe, Zero. El papel de villano lo asumió Sigma, líder de los Mavericks, que sustituyó al viejo Doctor Wily de los Mega Man clásicos.

De este modo, el único enlace que quedaba con los viejos juegos de la saga era el Doctor Light, el creador de Mega Man, que aparecía en forma de holograma.

Mientras avanzaba la saga X, Mega Man 7 veía la luz para SNES y la octava entrega se iba para Sony y su PlayStation. De vuelta en el mundo de Sigma se iba desvelando un oscuro secreto en torno al pasado de Zero. Al parecer, Wily era el responsable de la construcción del rubio robot (en el juego de lucha Mega Man 2: The Power Fighters puede verse la silueta de Zero). Como la saga original, la serie X llegó a la octava entrega.

Con todos estos juegos (y muchos otros que no cito), Mega Man se ha convertido en uno de los personajes más prolíficos de los videojuegos. Sin embargo, faltaba algo, yo siempre esperé un Mega Man 9, una novena aventura que sirviese de enlace perfecto entre Mega Man 8 y Mega Man X (¿Mega Man 10?), un juego que mostrase el momento en el que el Doctor Light introducía a Mega Man en una cápsula de la que sólo saldría muchos siglos después. ¿Qué sucedió con Roll, con Rush, con Proto Man, con Wily…?

Hace unos años, cuando descubrí (gracias a un emulador) la existencia del juego de SNES Mega Man & Bass, supuse que se trataba de la citada novena parte, pero me equivocaba.

La semana pasada, Capcom anunciaba el lanzamiento del verdadero Mega Man 9. Aunque se ha estado rumoreando que este título podría convertirse en el primer lanzamiento descargable multiplataforma, finalmente parece ser que sólo verá la luz para Wii a través del servicio Wii Ware.

Tendremos que esperar hasta el E3 para conocer más detalles, pero yo ya estoy deseando descubrir si este Mega Man 9 será ese hipotético eslabón perdido entre ambas sagas. Capcom sabe satisfacer a sus fans, estoy seguro de que volverá a hacerlo.

¿Os gustan los juegos de Mega Man?, ¿cuál es vuestro preferido?

ACTUALIZACIÓN: Buena noticia para los fans, Mega Man 9 también podrá descargarse a través de Xbox Live y PlayStation Network.

Los juegos de antes eran más difíciles

Uno de los últimos juegos que me he terminado ha sido Heavenly Sword, y la verdad es que me gustó bastante. Las fases de proyectiles, por ejemplo, que al principio confunden un poco por el control, me acabaron enganchando bastante.

Es cierto que el juego es corto, se acaba en unas pocas horas, pero creo que tiene un fallo aún mayor: es muy facilón. No hay vidas y no hay continuaciones, pero da igual que mueras, siempre puedes empezar desde el último punto de control, que nunca está a más de dos o tres minutos hacia atrás.

Estas características son típicas de la mayoría de juegos actuales y, a menudo, nos llevan a decir que los juegos de antes eran más difíciles, lo que contribuía a que tuviesen una vida más larga. Hace años no existía eso tan cómodo de «guardar partida», las vidas y las continuaciones estaban muy limitadas y los checkpoints solían reducirse a uno por fase o subfase.

Mega Man, por ejemplo, era uno de los iconos de la dificultad elevada. El robot de Capcom, por muy llena que tuviese la barra de vida, padecía de una acusada alergia a los pinchos, era tocar uno y reventar cual globito. También había mucho abismo que había que cruzar saltando sobre plataformas móviles, con disparitos alrededor o, aún peor, que aparecían y desaparecían en una secuencia que debías memorizar por tu propio bien.

Los juegos de Mega Man, como los primeros Castlevania, también se caracterizaban por un recurso ya extinto: los passwords. Además, en estos casos las contraseñas no se limitaban a una secuencia de números y letras sino que había que situar correctamente determinados dibujos o caracteres en una cuadrícula, lo que conllevaba la laboriosa y pedestre tarea de tener que hacer dibujitos en una hoja de papel. ¿Trabajoso? Sí, pero tenía su encanto.

El colmo de los passwords recae en el Dragon’s Lair de Super Nintendo, que tenía un sistema que hacía más complicado introducir una contraseña que pasarse el juego. Probadlo y veréis…

Ghosts ‘n Goblins: un traga-monedas de 5 duros en las recreativas, los Contra/Probotector: un toque y estás muerto, casi cualquier matamarcianos: sólo para maestros… Pero el juego más difícil de todos, el juego que más se me ha atragantado hasta la fecha es Battletoads in Battlemaniacs, también de Super NES.

La tercera fase (bonus aparte) de este Battletoads me parece imposible. Se trata de una fase de avance lateral en la que vas montado en un aerodeslizador y debes esquivar todos los obstáculos sin cometer un solo fallo.

En su momento la jugué sobre todo a dobles, lo que es aún más difícil, ya que los dos tienen que hacerlo perfecto. Pero posteriormente la he intentado en solitario… y nada. Aún hoy me pongo el juego de vez en cuando y lo seguiré haciendo hasta que complete ese dichoso nivel. Tal es la dificultad que el amigo con el jugaba en aquellos años al juego y yo solemos utilizar la expresión «esto es más difícil que la fase de las motos de las Battletoads».

Lo dicho, que los juegos de hoy están tirados. Da igual que seas un paquete, ya no hace falta aprenderse las fases al dedillo ni repetir los niveles una y otra vez hasta alcanzar la perfección. Por muy torpe que se sea siempre es posible avanzar, aunque sea renqueando entre checkpoint y checkpoint.

En cambio en el pasado… ¿quién no se dejó alguna vez la consola en pause y la tele apagada para seguir jugando al día siguiente? ¡Ains!, si es que me invade la nostalgia.

¿Cuál es el juego más difícil que habéis jugado en vuestra vida?

Del midi al piano

En muchas ocasiones, cuando alguien me pregunta qué tipo de música me gusta, suelo decir (y me consta que no soy el único): «la de los videojuegos».

Creo que la banda sonora es un elemento importantísimo y que, sin embargo, pasa desapercibida para muchas personas. Algunos prefieren incluso bajar el sonido y ponerse su propia música mientras juegan.

Si en general me suelen gustar más los juegos japoneses que los americanos y europeos, en el apartado sonoro lo tengo aún más claro: los nipones son los reyes. Compañías como Capcom, Konami, Namco o Square son auténticas maestras en la materia.

Puedo pasarme horas escuchando en YouTube versiones al piano o a la guitarra de temazos clásicos de los videojuegos interpretados por frikis con talento musical (dicho esto con el mayor cariño). Como muestra, dos botones:

-La fantástica pieza «Bloody Tears», de Castlevania, en piano.

– Tema de Top Man, uno de los malos de Mega Man 3, al saxo y al piano.

Kingdom Hearts, Shadow of the Colossus, Baten Kaitos o Donkey Kong Country son también juegos con una excelente calidad musical. ¿Qué otras bandas sonoras de videojuegos recomendáis?

Terror en versión portátil

Un camionero conduce durante la noche, de repente una figura humana se cruza en su camino y cae en medio de la carretera. Un frenazo, el conductor baja… pero ya no hay nadie.

¡Sí, sí hay alguien! Una niña, que por cierto da bastante mal rollito, aparece reflejada en el espejo retrovisor. Travis (que así se llama el protagonista) se da la vuelta. Allí no hay nadie, pero la niña sigue en el espejo.

La pequeña aparece y sale corriendo, entonces enciendes una linterna y vas en su búsqueda. Comienzan a aparecer los títulos de crédito mientras escuchas un excelente tema… cantado. No necesito jugar más para saber que este juego tiene una calidad por encima de la media.

Estoy hablando de Silent Hill Origins para PSP, al que pude dedicar un ratillo hace unos días.

Lo jugué un poco más, a plena luz del día y con gente a mi alrededor, y aun así me pareció impresionante. Imagino que jugarlo a oscuras y con auriculares, como se recomienda en el propio juego, tiene que ser una experiencia muy intensa y difícil de olvidar.

Me alegra ver que la PSP, entre la avalancha de ports de PlayStation y PS2, recibe de vez en cuando juegos diseñados específicamente para ella. Hay conversiones y remakes que me han encantado (como los preciosos Megaman Powered Up y Megaman Maverick Hunter X), pero creo que, sin un catálogo más personal, la PSP nunca tendrá nada que hacer frente a la Nintendo DS.

Además, si estos juegos exclusivos finalmente acaban teniendo versión para PS2, como sucedió con los GTA: Liberty City Stories y Vice City Stories y como sucederá con este Origins, el asunto pierde algo de gracia.

¿Os gusta el catálogo de la PSP?, ¿no echáis de menos más juegos propios?