20 hit combo 20 hit combo

Thank you Mario! But our princess is in another castle! Toad (Super Mario Bros.)

Entradas etiquetadas como ‘maniac mansion’

Un remake de Maniac Mansion

No son pocos los remakes de juegos clásicos que están llegando a nuestras manos en los últimos años. Por desgracia, muchos de ellos, a menudo los mejores, no pertenecen a las grandes compañías de videojuegos sino a aficionados con ganas de rendir tributo a sus idolatradas aventuras de infancia y jueventud. Este es el caso de las fantásticas revisiones no oficiales de Golden Axe y de Streets of Rage.

A estos dos titulazos de Sega debemos añadir ahora una gran joya de Lucas, Maniac Mansion, una aventura gráfica mitiquísima que ya echábamos de menos. El proyecto pertenece a un grupo alemán que se hace llamar Edison Interactive y que está reconstruyendo el juego desde los cimientos, sustituyendo los viejos gráficos hiperpixelados por otros un poco menos viejunos. Sin embargo, no han optado por el HD sino por readaptarlo al estilo visual de su secuela, El día del tentáculo.

Los desarrolladores han cambiado el título original del juego por Night of the Meteor y, una vez esté terminado, lo distribuirán de forma gratuita. Habrá que ver si se topan o no con los mismos problemas legales que están teniendo lo creadores de los citados remakes de Sega. Espero que no, porque este nuevo Maniac Mansion tiene muy buena pinta. Echadle un ojo al trailer que he incluido en el post (me encantan los guiños al cine de terror clásico). (Xanax)

Viejas joyas: Maniac Mansion

La caída de un meteorito lo empezó todo: el rapto de Sandy, los extraños experimentos en el caserón, los tentáculos danzarines… En definitiva, el nacimiento de Maniac Mansion y el inicio de la era dorada de las aventuras gráficas.

Fue para este juego para el que se creó la herramienta SCUMM (que de hecho significa Script Creation Utility for Maniac Mansion), una utilidad que posteriormente se empleó en clásicos como Indiana Jones & The Fate of Atlantis o el desternillante Monkey Island, al que ya dediqué un texto hace tiempo.

Pero el mayor mérito de Maniac Mansion es que fue capaz de imponer en las aventuras gráficas el sistema de juego point and click que tantos buenos momentos nos dio durante años: una nube de acciones en la parte inferior, un espacio para los objetos que vamos recogiendo y un puntero para señalar e interrelacionar todas esas cosas entre sí y con los escenarios.

Esta mecánica ofrece dos grandísimas virtudes, por un lado resulta sencillísima y por otro ofrece una cantidad de posibilidades casi ilimitada. Eso fue lo que más me atrajo de Maniac Mansion cuando lo descubrí. Era la primera aventura gráfica que veía en mi vida y estimulaba constantemente mi imaginación, no podía parar de pensar en posibles formas para seguir avanzando en el juego, por muy surrealistas que pareciesen: ¿Usa – motosierra – en momia?, ¿usa – hamster – en microondas?

El caso es que yo tardé bastante en jugarlo. Puesto que mi inicio en los videojuegos está más ligado a las consolas que a los ordenadores, no conocí Maniac Mansion hasta que vio la luz la versión para NES. Además, entre que por aquel entonces no tenía un duro y que apenas llegaron copias del juego a España, tardé aún mucho más en echarle el guante.

Una vez lo tuve en mis manos descubrí que si esa aventura estaba destinada a pasar a la historia de los videojuegos no era sólo por las innovaciones que ya he comentado al principio. La historia era tremendamente divertida, todo un homenaje a las películas de serie B, con una ambientación y estética muy especiales, seis personajes entre los que elegir a los dos compañeros del protagonista y varios posibles finales.

Eso sí, para ser sincero debo decir que el juego también me desesperó en muchas ocasiones. Era posible perder, quedarse atascado sin poder avanzar. Más de una vez, después de llevar varias horas de juego, me cargué algún objeto imprescindible para progresar en la historia (y antes no existía Internet para buscar la solución).

Además, con según que combinación de personajes la dificultad crecía exponencialmente. Llevar a Bernard era condición casi obligada si no querías volverte loco con algunos acertijos. Pero bueno, eso también era parte del encanto del juego, que al fin y al cabo era un pionero y que sirvió de campo de pruebas para muchas grandes obras posteriores.

¡Ains, qué tiempos! Quizá ya va siendo hora de que caiga un meteorito como los de antes…