La última majadería de Suda 51, Lollipop Chainsaw, está dando mucho que hablar, y no precisamente para bien. El juego, pese a no ser horrible, posee una calidad muy por debajo de lo esperado, lo que ha generado mucha decepción («no está a la altura de lo que suele hacer Suda»), no pocos cabreos («el juego apesta») y escasos apoyos («tiene una personalidad y un sentido del humor que compensan el resto de carencias»).
¿Dónde radica el problema? En mi opinión, la catástrofe nace en las altas expectativas. Todo el mundo espera juegos originales, locos y divertidos de la perturbada mente de Goichi Suda. Además, el juego pintaba muy bien cuando lo veíamos en vídeo: era trepidante, espectacular, gracioso, estéticamente atractivo a pesar de no gozar de un nivel gráfico muy elevado… ¡Demonios, mezcla animadoras, zombis y motosierras!
Todo eso se mantiene, sigue estando la esencia de Suda en todo lo visual y lo narrativo, pero no en lo jugable. Tal y como adelanté cuando vi el juego de cerca por primera vez, esta apuesta es la menos arriesgada del famoso desarrollador. En principio, eso no tenía porque ser malo, pero lo es cuando te das cuenta de que la profundidad del desarrollo es escasa, las situaciones aburren por repetitivas y el modo historia no tiene demasiada extensión.
Lo cierto es que Lollipop Chainsaw podría definirse como una actualización creativa de los beat’em up machacabotones de antaño en los que todo lo que había que hacer era eliminar a un grupo de enemigos, avanzar, eliminar a otro grupo de enemigos y así sucesivamente. En el juego hay algunos momentos de variedad, especialmente cuando nos enfrentamos a los jefes finales, pero la mayor parte de la aventura nos la pasamos realizando larguísimos y vistosos combos de cheerleader para acabar con hordas y más hordas de muertos vivientes.
No sabría decir por qué este sistema de juego era capaz de emocionarnos en el pasado y ahora nos aburre soberanamente. Bueno, en realidad sí se me ocurre un motivo que, si bien no lo explica todo, sí explica una parte: en todos los beat’em up antiguos, una de las características más valoradas era el modo cooperativo para dos jugadores. Lollipop Chainsaw no tiene opción de jugar a dobles, es un título para un único jugador.
Por fortuna, en Grasshopper Manufacturer trabaja gente con cabeza y, en lugar de enrabietarse a causa de las críticas, han pedido a los jugadores que les envíen comentarios constructivos a su página web explicando qué no les gusta de Lollipop Chainsaw. La compañía leerá y analizará todas las aportaciones con el fin de que su próximo videojuego, Killer is Dead, sea mejor y guste a más gente. ¡Bravo por ellos!
¿A vosotros os ha gustado Lollipop Chainsaw?