Cuesta creerlo, pero Duke Nukem Forever parece destinado a convertirse en un imán para todo tipo de historias curiosas. Tras casi 15 años en desarrollo, varios cambios de estudio, múltiples reinicios del proyecto, cientos de rumores y trillones de chistes sobre el «para siempre» que apostilla su título, el juego ha visto la luz en Xbox 360, PlayStation 3 y PC.
Todo esto ya lo sabíamos. La nueva anécdota procede de un chico que ha comprado su copia diez años después de haber realizado su reserva en una conocida cadena de videojuegos. El chaval (que ya no lo será tanto), se hace llamar slash000 y conservaba el ticket de la reserva para adquirir Duke Nukem Forever en Game Stop. La compañía que ha hecho el juego, Gearbox, en una hábil acción de marketing, ha decidido regalarle al fiel seguidor un pack de lujo con todo tipo de artículos de Duke.
De primeras pensé que esto no era más que una campaña de marketing viral pero, por lo que he leído en múltiples páginas web, tiene pinta de ser cierto. Aun así, no he despejado del todo mis dudas, ya que la inversión publicitaria que se ha realizado para promocionar este título está siendo brutal. No es de extrañar todo este esfuerzo económico si tenemos en cuenta que deben combatir las malas críticas de la prensa a base de anuncios. Por ese motivo, esta curiosidad de la reserva de hace una década les viene de perlas para seguir dándole bombo al juego y, en consecuencia, de ahí mis sospechas de que todo pueda estar preparado.
Duke Nukem Forever había generado muchas expectativas, demasiadas. Eran millones los fans que esperaban el regreso del más desvergonzado héroe de acción de la historia de los videojuegos. Al final, el resultado no ha sido más que un shooter del montón que ni recoge bien la esencia clásica ni incluye correctamente elementos más modernos. Los gráficos no están a la altura, el control es poco intuitivo, el desarrollo tiene grandes e imperdonables bajones…
Intuyo que slash000 renunciaría a su megarregalo a cambio de un Duke Nukem Forever de mayor calidad. Yo, por mi parte, habría preferido que el juego hubiese quedado como un fantástico chiste por los tiempos de los tiempos.