No podemos decir que este haya sido un verano flojo en cuanto a lanzamiento de videojuegos. De hecho, son bastantes los buenos títulos que han visto la luz para casi todas las plataformas, pero si tuviera que quedarme solo con uno no tendría dudas, el elegido sería Darksiders II, secuela de una de la grandes sorpresas de 2010 que, si bien no sorprende como la primera entrega, transmite solidez y proporciona diversión desde el principio.
El primer cambio, el de personaje protagonista, resulta más que positivo. Muerte toma el relevo de Guerra y demuestra que es un Jinete del Apocalipsis con una personalidad y estilo mucho más arrolladores que su hermano. La aventura en sí vuelve a recordar por su desarrollo a The Legend of Zelda, con una perfecta mezcla de acción, puzles y toques roleros. Sin embargo, tal comparación es un arma de doble filo, ya que aun siendo un juego notable, Darksiders II cae en algunos fallos que cuesta obviar.
Mientras que los momentos de plataformeo (de un rollo muy Prince of Persia) y los combates han mejorado considerablemente, y hay algunos puzles bastante ingeniosos, las mecánicas no tardan en hacerse repetitivas. Incluso el diseño artístico, fantástico en muchos puntos, acaba por resultar demasiado similar entre muchas de las mazmorras. La historia, por desgracia, tampoco acaba de atrapar.
«Y sin embargo se mueve». Es decir, que por muy mal que suene lo anterior, lo cierto es que la fórmula de Darksiders II funciona. Los saltos, las peleas, los rompecabezas, la posibilidad de mejorar a Muerte mediante equipamiento, combos y hechizos y, sobre todo, la considerable longitud del juego logran que la aventura cautive lo suficiente como para no parar de jugar hasta completarla. A veces se hace repetitivo, sí, pero nunca tanto como para pensar en dejar de jugar.
Con este capítulo THQ ha logrado consolidar una franquicia que, casi con toda seguridad, seguirá creciendo con nuevas entregas y personajes. Lo único que dudo es si Darksiders III verá la luz en esta generación o en la próxima.
¿Qué os ha parecido esta secuela?, ¿es mejor o peor que Darksiders?