El sonado rifi rafe entre Activision e Infinity Ward está teniendo consecuencias de gran envergadura. En primer lugar se produjo la marcha de los dos máximos responsables de Modern Warfare a Electronic Arts, después llegó un goteo de dimisiones en las filas de Infinity Ward que no tardó en convertirse en riada. En los últimos días, la marcha de miembros del estudio ha alcanzado unas cotas casi dramáticas.
Desde el primer momento, Activision se ha esforzado en mitigar los efectos de este suceso. Tras hacerse público el despido de los dos directivos de su estudio subsidiario, la compañía anunció, casi de inmediato, el desarrollo de tres nuevos Call of Duty: un nuevo capítulo de la serie principal, otro de acción en tercera persona y un MMO, título que figura en la supesta lista filtrada de presentaciones para el E3.
Ya se han dado los primeros datos oficiales de uno de los nuevos juegos. Su título es Call of Duty: Black Ops y está siendo desarrollado por Treyarch (creadores de Call of Duty 3 y Call of Duty: Wolrd at War). Será la séptima entrega de la saga, mantendrá el estilo de shooter bélico de perspectiva subjetiva y se desarrollará en diversos escenarios de la Guerra Fría. Está confirmada la inclusión del conflicto de Vietnam. También se barajan como posibles escenarios Cuba y Londres.
Esas nuevas entregas eran sólo el principio de la estrategia. El verdadero golpe de efecto llegó hace unos días, cuando se desveló un acuerdo de distribución entre Activision y Bungie, los creadores de Halo y uno de los estudios mejor valorados de los últimos años. Como es lógico, Activision no ha dicho que este movimiento sea una forma de compensar la desbandada de Infinity Ward. Yo tampoco puedo asegurar que este acuerdo no se estuviera rumiando desde hace tiempo, pero a mí me huele a parche, la verdad (un parche de calidad, eso es innegable).
Esta asociación permite que Activision distribuya, en exclusiva y durante diez años, todos los juegos multiplataforma de nueva propiedad intelectual desarrollados por el estudio. Por otro lado, Bungie seguirá funcionando como un estudio independiente y mantendrá los derechos sobre sus creaciones. Curiosamente, este acuerdo parece ser compatible con el hecho de que Bungie trabaje como first party para Microsoft. Sin ir más lejos, ahora mismo se encuentran desarrollando Halo Reach para Xbox 360.
¿Curiosidad por conocer lo nuevo de Bungie? Me temo que aún tenemos una larga espera por delante. «Queremos centrarnos por entero en Reach. Tenemos aún un montón de trabajo por delante, tenemos que terminar el juego, lanzarlo y prestarle nuestro apoyo, así que no oiréis nada sobre este nuevo proyecto durante este año. Nuestro motivo de atención pública será Reach«, comentó Brian Jarrad, uno de los máximos responsables del equipo.
En 2011 comprobaremos quién ha salido ganando: Activision y su alianza con Bungie o Electronic Arts y su nuevo estudio, Respawn Entertainment, fundado por los ex Infinity Ward. Se aceptan apuestas.