Nadie puede negar que nos encontramos ante la generación de consolas más cambiante de la historia: los nuevos diseños, las actualizaciones de interfaces y servicios y la creación de accesorios se han convertido en constantes. La batalla por ofrecer una mayor potencia técnica parece haber quedado en un segundo plano, ahora se lucha por la innovación.
El próximo cambio le toca a la máquina de Microsoft. Si hace poco estrenaba un modelo más delgado y ligero, ahora se prepara para recibir unas cuantas novedades más. La renovación gira en torno a la llegada de Kinect, el invento que nos alucinó en el E3 2009 pero que nos dejó bastante más fríos en el E3 2010.
El lanzamiento, previsto para el 10 de noviembre en España, no está exento de polémica ya que inicialmente el accesorio no incluirá reconocimiento de español peninsular. Al parecer, los esfuerzos de Microsoft se han centrado en dominar la compleja tecnología de Kinect y han dejado el trabajo de localización para el final. De este modo, el producto sólo llegará con soporte para inglés, japonés y español de México. Para el resto de idiomas aún tendremos que esperar unos meses.
Pero volvamos al tema del cambio. La «filosofía Kinect» vendrá acompañada de una renovación de la interfaz de la consola. Pero que nadie se alarme, el diseño actual es muy bueno y parece ser que Microsoft no quiere estropearlo. Según se aprecia en una serie de imágenes filtradas, el aspecto del dashboard se mantendrá casi intacto. La modificación más llamativa afectará a los avatares, que lucirán un look ligeramente más realista y adaptado a las necesidades de los juegos de Kinect.
La última novedad es probablemente la más llamativa: el lanzamiento de un nuevo modelo del mando de Xbox 360. El controlador, que llegará el 9 de noviembre a Estados Unidos y en febrero de 2011 a Europa, tiene un diseño muy parecido al actual. A simple vista, la diferencia más destacable es el cambio en algunos colores, especialmente los de los botones, que abandonan el mundo multicolor para adentrarse en otro más sobrio y elegante.
Sin embargo, el punto fuerte de este nuevo pad no se aprecia tan fácilmente. Su mayor virtud, para gozo de los aficionados a los juegos de lucha, es que la cruceta se eleva y sobresale cuando se gira 90 grados. He de decir que para mí no supone una gran mejora (yo me apaño la mar de bien jugando al Street Fighter IV con el mando normal), pero soy consciente de que miles de jugadores no están contentos con la cruceta y se alegrarán de la noticia.
Microsoft ha vuelto a mover ficha. Aún no tengo claro si me gusta o no esta nueva dirección. Veremos el resultado final cuando Kinect caiga en nuestras manos…