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Thank you Mario! But our princess is in another castle! Toad (Super Mario Bros.)

Archivo de octubre, 2013

Killer is Dead y el riesgo del autoplagio

Con cada nuevo título que el demente Suda 51 lanza al mercado, más claro tengo que a este caballero no le sienta del todo bien lo mainstream. Su último trabajo, Killer is Dead, ha servido para confirmármelo. Sí, se trata de un juego muy loco, muy dinámico y con una estética y una narrativa muy particulares. Si hablásemos de cine, podríamos decir que estamos ante una obra de autor muy marcada, pero los videojuegos no son películas (por mucho que diga el señor David Cage).

Como videojuego, la fórmula del amigo Goichi, la más comercial, ya ha perdido fuelle para todo aquel que conozca sus títulos previos. Es imposible empezar a jugar a Killer is Dead y no pensar de inmediato en No More Heroes y, poco después, también en Lollipop Chainsaw. Es como si en algunos puntos se hubiese plagiado a sí mismo. Sencillamente, ni la estética ni el apartado jugable sorprenden ya, aunque no le niego diversión ni espectacularidad.

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Sé que estoy siendo injusto con el diseñador nipón, ya que en este título en concreto no ha ejercido como director sino tan sólo como guionista, pero es obvio que su estudio, Grasshopper Manufacture, se ha convertido casi en una prolongación de sí mismo. El estilo de este juego, su alma, es cien por cien Suda, y no sólo en la trama, por lo que me permito el despropósito de cargarle con más responsabilidad de la que tal vez tenga.

Todo esto para decir que Suda (Grashopper) me gustaba más al principio, con sus rarezas extremas, situando —claro está— en primer puesto al asombroso, desquiciado y psicopatológicamente original Killer 7, una apuesta arriesgada y personal como pocas se ven en este mundillo. También me gustó Flower, Sun and Rain, pese a sus muchos errores de peso, y adoraba No More Heroes cuando era único en su especie.

Entiendo que esto es un negocio y que lo importantes es vender. Soy consciente de que un Killer 8 o cualquier ida de olla similar tan sólo la compraríamos cuatro tipos no muy cuerdos y, en consecuencia, el producto no sería rentable. Ni siquiera los juegos más comerciales de Suda son grandes superventas, así que no quiero imaginar cuan poco recaudaría hoy una de sus creaciones más raritas. Pero, aun sabiendo todo esto, no puedo evitar soñar con volver a jugar a una excentricidad de esas que te obligan a escupir, casi contra tu propia voluntad, un «What the fuck!» mayúsculo. Seguiré soñando.

¿Os gusta el estilo de Killer is Dead o disfrutáis más con los títulos más raros de Suda?

Tales of Xillia y Project X Zone, dos regalitos de Namco Bandai

A mí, que nunca he llegado a pillarle el punto a One Piece, que no tengo tiempo material para seguir la interminable Naruto y que llevo años llorando la sobreexplotación a la que se ha sometido a Dragon Ball, me ha resultado maravilloso descubrirme enganchadísimo a dos títulos de Namco Bandai, dos perlitas muy de gusto nipón: Tales of Xillia (PS3) y Project X Zone (Nintendo 3DS).

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Cuando hace varios lustros descubrí cómo eran los RPG japoneses, no tardé en convertir este género en uno de mis favoritos, en dura pugna con los juegos de lucha uno contra uno. Durante los 90. tuve la suerte de disfrutar de algunos de los mejores títulos de rol que han visto la luz hasta el momento, pero también suspiré por otros que jamás alcanzaron las fronteras europeas.

Gracias a la importación, pude disfrutar de maravillas como el impecable Chrono Trigger, pero otros se me escaparon, grandes de la talla de Star Ocean y Tales of Phantasia. No muchos años más tarde, la proliferación de emuladores me permitió saldar algunas deudas pendientes, pero no todas. Mucho tiempo tardé en disfrutar de un Tales of como se merece esta franquicia.

Fue Tales of Symphonia para GameCube el capítulo que me ató para siempre y de forma irremediable a la franquicia. Ahora, gracias a que Namco Bandai no es Capcom —siempre les odiaré por relegar al olvido a mis queridos Breath of Fire—, estoy pudiendo disfrutar de una nueva entrega de la saga, Tales of Xillia, un RPG clasicote que demuestra que la fórmula de los Tales of envejece muy bien o, para ser más justos, no envejece.

Más raro es el caso de Project X Zone, un surrealista crossover con personajes de Namco Bandai, Capcom y Sega, que apela directamente al corazoncito de los jugadores veteranos, esos que no podemos evitar prestar atención a cada mínima referencia a los videojuegos de nuestra infancia y adolescencia.

La aventura en sí no es nada del otro mundo: el desarrollo es el típico de los juegos de rol tácticos pero sin demasiada variedad ni esmero y, para colmo, la trama principal está poco elaborada y tampoco ayuda a hacer que el progreso sea más divertido. Lo dicho, el mayor valor de Project X Zone es, con diferencia, su componente nostálgico, que además está revestido de un bonito y espectacular envoltorio en forma de vistosos ataques combinados.

Wii U hace fuerte su oferta digital

Empezó floja la tienda online de Wii U, con pocos títulos y precios no demasiado atractivos pero, a lo largo de los meses de verano, Nintendo parece haberse esforzado en darle un empujón a su eShop con no pocas joyas. Tanto es así que, a día de hoy, los juegos descargables suponen para mí el mayor aliciente para encender la consola.

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Entre los muchos lanzamientos atractivos que han visto la luz en los últimos meses (no todos exclusivos, la verdad), hay unos cuantos que me han tocado especialmente la fibra sensible. El que más, con diferencia, DuckTales: Remastered, la versión mejorada del que fue el primer juego que alquilé en mi vida, una maravillosa aventura de NES resucitada en alta definición. Sólo le pongo una pega, que no incluya el juego original, tal cual estaba antes del lavado de cara, aunque sí han tenido el detalle de permitir escuchar las melodías con el encantador toque que le daban los 8 bits.

Aunque eso no es todo, hay más metralla, como Dungeons & Dragons: Chronicles of Mystara, un pack que incluye los dos D&D arcade de los noventa (Tower of Doom y Shadow over Mystara), o Pokémon Rumble U, una nueva aventura de los juguetes Pokémon.

La consola virtual también va creciendo a buen ritmo con clásicos como Super Mario Bros, Metroid, Final Fight 2, Super Street Fighter II o mi adorado Mega Man X. Aunque en este caso, las estrellas son Romance of the Three Kingdoms IV, Harvest Moon y sobre todo EarthBound, el famoso Mother 3, que ha llegado por primera vez a Europa, aunque a un precio quizá algo elevado (9,99 euros) para tratarse de una simple rom que lleva años circulando por Internet y a la que no se le ha añadido nada.

Quizá no es un gran mérito que lo mejor de una nueva consola sea su catálogo de juegos antiguos —de hecho, la novedad más potente de Wii U en muchos meses ha sido la versión HD del viejo y mágico WindWaker— pero peor sería que ni siquiera contase con este valor. No es que sea conformista, simplemente intento no dejarme atrapar por la sensación tan negativa que me ha producido esta consola desde el principio.

Quiero ser positivo, aunque me costará llegar al nivel de la propia Nintendo, que no teme la llegada de PlayStation 4 y Xbox One y confía en que las próximas navidades serán excelentes para su Wii U. Personalmente, creo que esto sólo sería posible con una bajada de precio más que significativa, ya que la máquina de Microsoft y muy especialmente la de Sony, llegarán a precios más que competitivos.

¿Cómo lo veis vosotros?, ¿irán bien las ventas de Wii U en el próximo periodo navideño?