"El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse..." Ryszard Kapuściński

Archivo de mayo, 2008

Ante la crisis ¡motivación!

No me he podido resistir. Tengo un amigo empresario (a pesar de todo) y el otro día me mostró el video que utilizó en una presentación para motivar al personal de su empresa. Es muy bueno y por eso he decidido compartirlo con todos vosotros.

Dicen que hay crisis, y si no la hay se la inventan, porque decir que las cosas van mal sirve para apretar un poco más a los trabajadores, exprimirles un poco más de sudor «¡que para eso los pago! Deberían de estar agradecidos».

Bueno, mirad y luego hablamos:

Si yo fuera empresario (probablemente me convertiría en un avaro hedonista, como casi todos), pero a veces pienso que yo sería diferente. ¿Por qué cuando las cosas van bien sólo gana ellos, pero si van mal perdemos todos?

Es como con las ayudas y subvenciones. Cuando se forran no se acuerdan de repartir las ganancias, pero cuando tienen pérdidas (para ellos tener pérdidas es ganar menos que el año pasado), ahí… ¡amigo! hay que arrimar el hombro que la empresa somos todos y, de paso, la culpa es del Gobierno que no incentiva a los emprendedores y no da dinero (que por cierto, también sale de mi bolsillo).

Ellos son los salvadores, los que generan empleo. Sin ellos no tendríamos un trabajo y un salario porque… ellos son los que arriesgan.

Sabéis lo que os digo. Que cuando se lo llevan crudo –dicen- es porque asumen riesgos y no reparten conmigo. Cuando pierden, o ganan menos, que no nos pidan un esfuerzo. Como dice mi abuela, “monín, son gajes del oficio”.

Si no hay riesgo no hay gloria… Y el riesgo sólo les gusta cuando ganan, si pierden… hay que cambiar las reglas… Así yo también juego.

Un paseo por 1908

Hoy os invito a revivir el pasado. Demos juntos un paseo por 1908.

No es que me haya vuelto loco, es que el Ayuntamiento de Valladolid, el edificio, acaba de cumplir 100 años y lo han querido celebrar de una forma teatral, que no teatrera. Os lo contamos también en papel, y a mí, la verdad, me ha gustado mucho.

Ahora entiendo eso de “pareces una verdulera”…

En fin, os lo podría contar, pero es mejor verlo.

Genial, ¿no os parece?

Me hace reflexionar sobre varias cuestiones. La sociedad ha cambiado y ha evolucionado, de eso no me cabe ninguna duda, pero… ¿Estamos mejor o peor que antaño? ¿El cambio ha sido real y profundo? ¿Qué nos queda de aquella época? ¿En que nos gustaría volver atrás? ¿Qué comportamientos hemos superado?

Podría seguir eternamente con pequeñas cuestiones, sin embargo, prefiero que seáis vosotros los que reflexionéis…

Por cierto: ¿Había blogs en 1908?

Valladolid, capital del rodeo

Hoy la cosa va por capítulos.

Circular por las calles es cada día mas complicado. Me confieso uno de tantos afectados en sus recorridos diarios.

Un corte, una zanja, un carril menos… todos los días… termina agotando al santo Job.

Se lo he contado en papel a mis lectores de Valladolid y a vosotros os lo puedo hasta enseñar en imágenes.

Lo que eran 200 metros y 15 segundos se convierte en una odisea de casi 3 kilómetros que tardas más de 7 minutos en recorrer.

Capítulo 1: San Ildefonso

Capítulo 2: Túnel de Labradores

Capítulo 3: Puente de la Condesa Eylo

Soy consciente de que las obras son progreso, un coñazo, pero progreso al fin y al cabo.

Lo que no tengo tan claro es si los políticos lo hacen adrede y juntan todas las obras al mismo tiempo para pasar el mal trago lo ante posibles, o es que no tienen la capacidad de gestión que se espera de ellos.

¿Somos los ciudadanos muy exigentes y poco comprensivos? ¿Nos quejamos por puro vicio? O en realidad ¿Se podría hacer mejor y escalonar las obras para no saturar a los vecinos? ¿En vuestras ciudades pasa lo mismo?

Por cierto, hoy me he sentido (un poco) como el compañero de nilibreniocupado. Desde estas líneas le expreso mi más profunda admiración: ¿Cómo le quedarán fuerzas para hacernos disfrutar de su blog después de estar todo el día al volante?

Todas las de perder

Antes de decir nada, aclarar una cuestión…

La diferencia entre la percepción de un hecho y el acontecimiento en sí, algo a lo que se ha enfrentado cualquier periodista que haya cubierto un suceso en su vida.

No hay que confundir lo que ha ocurrido con lo que dicen los que se confiesan testigos que sucedió. Lo digo porque he grabado un accidente y lo que relato en el video es mi percepción a simple vista. La de alguien que se asoma al balcón e interpreta lo que ve y que, como siempre, me sirve de excusa para reflexionar sobre cuestiones más amplias.

Hoy toca hablar de motos. Por norma general, las dos ruedas siempre llevan las de perder. Da igual si la infracción la cometen ellos o no, la carrocería es su cuerpo y, para su desgracia, lo habitual es acabar en el suelo.

Las motos están de moda. Cada día hay más. Son más económicas, con ellas se circula más rápido por la ciudad (sin atascos ni problemas de aparcamiento) y además… molan mogollón.

Sin embargo, sufren muchos más accidentes y… con peores consecuencias. Lo que en un coche es un toquecito, ya se sabe, un sustito de chapa y pintura que le duele al bolsillo pero no tiene consecuencias sobre la propia salud, para un motero puede ser fatal. Un pequeño quiebro y la mala fortuna pueden terminar en tragedia.

En Valladolid los motoristas se han puesto las pilas y están bastante reivindicativos en lo tocante a seguridad. De hecho, se acaban de reunir con el Ayuntamiento para pedirle unas cuantas cosas.

Aún a riesgo de generalizar y de que me caigan unas cuantas collejas en vuestros comentarios, la pregunta es: ¿Son los coches quienes respetan poco a las motos? o ¿Son las motos las que, con sus zigzagueos, se lo buscan solitos? ¿Los coches no toman a la moto como un vehículo más e invaden su espacio? o ¿Los motoristas, por ocupar menos, se cuelan por donde no deben?

Ya se que hay de todo, como en la viña del señor, pero me gusta que me lo digáis vosotros.