"El deseado bien último se alcanza mejor mediante el libre comercio de ideas".(1919) Juez O. Wendell Holmes del Tribunal Supremo de EE UU

No ganaron todos

Los resultados del referéndum dejan a todos entre contentos y disgustados, aunque han compuesto la figura para no parecer derrotados. Pero todos salen magullados, algunos más que otros. La peor parte es para los del NO, que se han quedado muy por debajo de sus expectativas; ahora lamentan no haberse apuntado a una tramposa abstención, que les hubiera permitido salvar la cara. La participación fue baja, aunque no excepcionalmente baja; más alta que en el referéndum europeo (40%), pero más baja que en el Estatuto de 1979 (59%).

El porcentaje de votos favorables es equivalente (unos puntos menos) a la suma de los porcientos que acumulan en cualquier elección los tres partidos del SI (PSC, CiU, IU-verdes. Lo decepcionante es el porcentaje de votos negativos, la suma de porcentajes de populares y ERC, en cualquier elección anterior, ha sido superior a la obtenida ayer. Buena parte de las bases de ambos partidos, casi la mitad, han dado la espalda a sus dirigentes, les ha hecho butifarra.

El resultado no es para que alguien saque pecho. Los del NO tienen un problema de ubicación frente a sus parroquias electorales, que aclararán en las próximas elecciones autonómicas, que Maragall convocará este mismo año, con uno de adelanto sobre el límite.

Y tras este resultado el escenario catalán pasa a segundo plano, para que lo ocupe la negociación con los terroristas. El presiente Zapatero desvelará este mes, la próxima semana, su estrategia negociadora, y empezará la cuenta atrás.

El azar conduce a que el llamado proceso coincida con un proceso de verdad, el juicio de los asesinos de Miguel Ángel Blanco, seres tan miserables como despreciables, que no muestran arrepentimiento, y sobre los que debe recaer el peso de la ley. Zapatero aborda ahora la fase más compleja de su carrera política.

7 comentarios

  1. Dice ser Raúl

    Coincido plenamente. El «Estatut» no va a ser, por más que se empeñen, el «Estatut» de todos. Va a ser el «Estatut» de unos pocos. Porque, aunque arrementan contra el PP diciendo que se ha adueñado de la abstención, yo creo que es interesante no perder de vista que del 100% de los catalanes con derecho a voto, sólo ha dicho que Sí al «Estatut» apenas un tercio. Simplificando las cifras 1 de cada 3. Eso no debería ser suficiente para llevar adelante la reforma. Pero la legislación electoral no entiende de razones, sino de cifras. Y a un número poco se le puede discutir.Estaba claro desde el primer momento que el Estatut saldría adelante porque a Zapatero le convenía, pero tampoco creo yo que los resultados sean como para tirar cohetes. En el fondo, recogen ni más ni menos que lo que han sembrado.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser DMM

    Vaya!El argumento de «1 de cada 3» es curiosamente el mismo esgrimido por Rajoy. ¡Qué casualidad!Le recomiendo a cualquiera que lea esto que se pase por el blog de Arsenio Escolar y lea atentamente el primer comentario. No tiene desperdicio.

    19 junio 2006 | 13:17

  3. Dice ser Isaac Garcia

    Lo mejor de todo esto es que ya sólo ERC tiene la legitimidad para tener un objetivo más ambicioso para Catalunya. Esta batalla moral contra CiU ya la habían ganado antes del referéndum y los resultados la han confirmado.

    19 junio 2006 | 16:01

  4. Dice ser Rafa

    La alta abstención más que nada es por el hartazgo de la sociedad sobre una clase política cada vez más lejana de los problemas , más visceral y preaocupada de sus asientos de poder .Ojala el resto de los estatutos se hagan por consenso porque la moderación política es lo que ha brindado a España esta prosperidad de los últimos años en una esplendida democracia .Que ZP por arrinconar al PP no deje de lado al 40 y pico % de la población , lo ocurrido en este estatuto no debería repetirse en mi opinión , ha sido muy triste y de ello la abstención y el hartazgo . La guerra civil acabo hace mucho , yo tengo 26 años y considero al PP plenamente democrático y defender una visión de España cohesionada no es fascismo .

    19 junio 2006 | 20:10

  5. Dice ser Infraconsciente

    Muy acertado el comentario de Rafa. Ojalá tuvieran más eco en la sociedad mensajes como este, llenos de sentido común. Pero en España parece que nos va más la marcha beligerante, el sectarismo más ciego y mezquino y el conmigo o contra mi.

    19 junio 2006 | 21:30

  6. Dice ser Raúl

    DDM: No es nada curioso. Es matemática básica, que alcanza a entender hasta una persona de letras nada diestra en lo de hacer cálculos, como yo. Pero vamos que si quieres hacer ver que mi comentario repite como un lorito lo que Rajoy estás bastante desencaminado. De hecho cuando hice el comentario no había oído las declaraciones del Sr. Rajoy. Cosa que por otro lado me hace ver que no soy el único que se dio cuenta del tema.

    19 junio 2006 | 23:44

  7. Dice ser Gema

    http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=21/06/2006&name…Ha ganado la abstenciónJuan Francisco Martín SecoTras cualquier consulta electoral parece que lo único que importa es saber qué formación política ha ganado y cuál ha perdido. Son pocos los que, trascendiendo la óptica partidista, se deciden a realizar un análisis en profundidad del significado de los resultados. Puestos a contestar a la pregunta, tendríamos que afirmar que en el referéndum del Estatuto de Cataluña ha ganado la abstención y han perdido todas las formaciones políticas. Bien es verdad que no todas de la misma forma porque, sin duda, la desautorización es mucho mayor para aquellos que han convocado el referéndum y nos han hecho creer que el problema más importante de Cataluña era el Estatuto y la independencia.Si a la abstención le sumamos los votos en blanco, más del cincuenta y cinco por ciento del censo ha optado por no pronunciarse. No hay peor ciego que el que no quiere ver, cada uno puede retorcer los razonamientos como guste, pero con ello lo único que consigue es hacer el ridículo. Y el ridículo están haciendo ciertos periodistas y políticos que, llenos de voluntarismo, lanzan las campanas al vuelo. Hay que ver cómo manda la disciplina de partido, disciplina que también llega a los empleados de los medios de comunicación. Ahora todos son nacionalistas.Ridículas son ciertas excusas que lo único que consiguen es confirmar el mal resultado obtenido. Para justificar la elevada abstención hay quien recurre a la que hubo en el referéndum de la Constitución europea. A buena parte van; es decir, que los catalanes tienen el mismo interés por su Estatuto que por la Constitución de la Unión Europea, pues ya está dicho todo. Otros han citado la escasa participación que se da en las elecciones americanas, concretamente en las primeras que dieron el triunfo a Bush. Buen ejemplo también de legitimidad democrática. Un sistema político en el que los ciudadanos pasan de ir a las urnas porque saben que, voten lo que voten, el resultado es parecido. No ha faltado quien ha buscado aún pretextos más chuscos, como achacar la abstención a los atascos en las carreteras de entrada a Barcelona.En la misma línea se sitúan los que se han referido a la media de abstención con la que se aprobó el resto de los Estatutos de Autonomía; con ello se eleva el tiro y se hace más hondo el problema, porque lo que se deduce entonces es que todo el proceso autonómico ha carecido, quizás, de cobertura democrática. No ha obedecido a una necesidad real sentida de la sociedad española, sino que más bien ha sido impuesto por una clase política cuyos intereses y preocupaciones poco tienen que ver con los de los ciudadanos. Si ésta es la reacción en Cataluña, que es una de las comunidades con mayor sentimiento identitario, habrá que pensar que todo el andamiaje construido es artificial y forzado. ¿Cuál hubiera sido el resultado si antes de comenzar este proceso de Estatutos en cascada que inaugura el de Cataluña se hubiera hecho una consulta popular en toda España?Especialmente preocupante es la reacción del presidente del Gobierno, mostrando un llamativo empecinamiento en su postura, que raya en el voluntarismo cuando no en el fundamentalismo. “El proceso estatutario —ha sentenciado— acerca más el poder a los ciudadanos”. Lo acerca tanto que más de dos terceras partes, incluso en Cataluña, se han desentendido de él. ¿Acaso puede pensar en serio que entre las aspiraciones y necesidades de la sociedad española está el contar con un Estado federal? “El pueblo ha hablado”, proclamó solemnemente. Me temo que, una vez más, al pueblo no se le ha dejado hablar, ya que nadie ha querido preguntar a la totalidad de los ciudadanos españoles, y no se les ha querido preguntar porque quizás se conocía perfectamente la respuesta. El señor presidente de Gobierno se ha constituido en su portavoz y representante, sin duda de forma legal, porque le han votado una mayoría de ciudadanos, pero con algo de trampa. Él sabe que en buena medida le votaron para traer las tropas de Iraq, ante el empecinamiento de otro presidente de Gobierno, y no para que cambiase radicalmente la estructura del Estado. Posiblemente haya sido un editorial del diario El País el que, tal vez sin pretenderlo, haya acuñado la frase más dura para él: “Si algo puede deducirse es que, a pesar de todo, el presidente del Gobierno se ha salido con la suya”. Esto es lo grave, que todo haya obedecido a un salirse con la suya, que no es la de los ciudadanos.El señor Rodríguez Zapatero ha sostenido que el resultado de la consulta del domingo tiene toda la fuerza democrática. Se referiría, se supone, a que tiene toda la fuerza legal, porque la democrática es ya otro cantar. La legalidad no siempre se identifica con la legitimidad, y menos con la democracia. Una inhibición de más del cincuenta y cinco por ciento del electorado algo dice en cuanto al déficit democrático del sistema político. Una abstención tal no cuestiona el resultado de este referéndum, o el de la Unión Europea, o el de otras elecciones. Lo que pone en cuestión son las propias reglas de juego que hacen que los ciudadanos se desentiendan de las consultas electorales.

    21 junio 2006 | 10:49

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