Los periódicos de un año atrás iban llenos de Sarkosy, un bajito vencedor de las presidenciales francesas que venía a reformar Francia, a ponerla en hora y sacarla del pesimismo y el decaimiento. Un año después el reformista se ha quedado en galán de la vieja escuela, enamoradizo y fallero.
Cuando la moda de las (.com), a principios de este siglo, escuché a un consultor financiero que las empresas tecnológicas se caracterizaban por una “alta combustión del capital”. Me pareció una memorable tontería pero tenía su gracia, describía bien el fenómeno. Mucho dinero gastado y pocos resultados efectivos. En política pasa algo semejante, líderes muy ensalzados, que parecen genios, pero que con unos pocos lavados se quedan encogidos, sin apresto ni fuste.
Este Sarkosy, que relevaba a un Chirac que aburría a las ovejas, y que llegaba con un discurso atrevido, decidido, poniendo las pilas al personal, se nos ha quedado en cohete de feria con poco recorrido. La economía francesa sigue como estaba y los cambios sociales anunciados están por llegar.
El 6 de mayo del pasado año los franceses festejaban la llegada del renovador y un año después la Francia que declina sigue igual que antes, y lo más notorio de este nuevo presidente es su nueva señora (tercera) que le modera y conduce a las buenas maneras.
En tan corto período de tiempo como un año el laborismo británico se ha ido a pique tras el despido de Blair; y Berlusconi ha vuelto al poder en Italia. Es decir que de tres de los países centrales de la Unión Europea hay poco nuevo y bueno por llegar. Alemania con su complejo gobierno de coalición forzosa encabezado por la señora Merkel es el único país de los grandes que acredita una tendencia a mejor, una estrategia de recuperación tras un quinquenio previo de estancamiento.
Conclusión: conviene desconfiar de esas estrellas mediáticas de verbo rápido y florido que vienen a reformar pero que instalados en el poder se acomodan y poco más.
El PIB : ¡cómo encogió en un año!
07 mayo 2008 | 10:51
Sarkozy, sr. Urbaneja, Sarkozy. Que el que se pone la Z postiza es el ezcritor, no el presidente francés.
07 mayo 2008 | 13:30
JAvier te olvidas el caso español de la Z postiza de LetiZia, en lugar de Leticia que sería lo correcto.
07 mayo 2008 | 19:31
No es sarcasmo, lo pregunto en serio ¿Quería decir realmente «fallero», o es una errata por «fullero»?En cuanto a Sarkozy, Blair/Brown y Berlusconi, ninguno de los tres augura nada bueno. Pero para empezar nunca debió esperarse un cambio notable de ninguno de ellos, de Sarkozy y Brown porque ni ellos ni sus equipos venían precisamente de la oposición, y de Berlusconi… bueno, porque es Berlusconi.
08 mayo 2008 | 08:31