Todos los años en algún momento, a veces ocurre varias veces, siento que mi cuerpo está al límite de sus fuerzas y que mis ganas no son suficientes para seguir hacia delante. En ese punto estoy ahora. Intentando volver a una rutina que por mis circunstancias, se me está haciendo más cuesta arriba que nunca. Me faltan horas del día para descansar lo suficiente, y echo en falta esa energía de meses anteriores.
El día 1 de Septiembre, como cualquier profesor, me reincorporé al centro. Sabía que este año iba a ser diferente. Conozco las posibles consecuencias del trabajo según se encuentre mi esclerosis múltiple (activa o más estabilizada), pero con el embarazo no sabía cómo iba reaccionar, pese a que me habían aconsejado tranquilidad. Pero soy tan sumamente cabezona, que necesitaba intentarlo, necesitaba probar en primera persona que efectivamente no podía, porque hasta este momento no había trabajado estando embarazada.
Y obviamente, no puedo.
Ya está, ya lo he intentado y todas mis dudas han quedado resueltas. Lo primero es Garbancita y tampoco quiero darle razones a mi esclerosis múltiple para que haga en estos últimos meses una aparición estelar, que me la veo venir. Mi cuerpo ya no tiene la vitalidad de hace unos meses (próximamente contaré que ha pasado en estas últimas semanas). Volveré a mi costumbre de descanso, ordenador, lectura, andar y cuando me encuentre mejor, volveré a grabar vídeos, que por cierto tengo muchas ganas, pero por ahora, necesito recuperar algo de esa energía perdida.
Os seguiré contando.
Tranquilidad la y… escucha a tu cuerpo!!!!
12 septiembre 2015 | 11:05
estate todo lo relajadaa posible y descansa sobre todo, si no lo haces por ti, hazlo por el pekeñín 😉 ademas vivir tranquilo al maximo es bueno para la salud (te lo dice uno que a vivido durante meses con mucho extrés hasta acumularlo a más no poder)
pd: ánimo y que estés lo mejor posible 🙂
13 septiembre 2015 | 13:00
Animo Paula. Aquí estoy yo yambién en el dique seco tras un brote, buscándome la manera de pasar el tiempo. Aprovecha para hablarle a tu garbancita, pero no le cuentes penas. Por cierto,me sorprendió el cambio del «ito» al «ita», me encantan los canijos pero mi entorno está saturado de nenes, me faltan nenas y la tuya seguro que sale genial porque este embarazo si que es meditado y responsable, atendido al milímetro.
14 septiembre 2015 | 15:08
¡¡Ánimo Paula!! Lo importante es que lo has intentado. Ya encontrarás luego la forma de alinear maternidad y trabajo. Aprovecha este tiempo para descansar y disfrutar a la bebé en la panza, que el embarazo se pasa violando 🙂
16 septiembre 2015 | 06:37