Esta es la cara que se te queda cuando crees ver una cara en la humedad de una pared…
Foto: HomeServe España.

Cuando se acerca el Día de Todos los Santos, casi todo el mundo me pregunta lo mismo: “Oye, y, en tu trabajo… ¿Has pasado miedo alguna vez?”

Lo cierto es que, personalmente, he tenido mucha suerte y no me ha tocado vivir experiencias traumáticas. Pero la nuestra no deja de ser una profesión de relativo riesgo, en la que a veces te encuentras con problemas mayúsculos y sustos inesperados.

Un ejemplo de esto es la información que compartían recientemente nuestros compañeros de HomeServe Reino Unido.

Con motivo de estas fiestas, y para saber más acerca de lo que más acongoja a nuestros clientes británicos, nuestros compañeros llevaron a cabo una encuesta a más de 2.000 amos de casa.

Por cierto, ¿quieres ideas para sorprender a todo el mundo este Halloween? ¡Mira lo que han hecho nuestras compañeras de HomeServe en la oficina!

Foto: HomeServe.es

Las respuestas revelaron que 1 de cada 5 personas que habían percibido ruidos extraños en casa —crujidos misteriosos en suelos o puertas, grifos que gotean, bombillas que titilan…— responsabilizan a algún tipo de actividad sobrenatural a los mismos.

Pero esto no es todo… ¡La mitad de los encuestados aseguran, incluso, haber visto o sentido una presencia fantasmagórica!

Algunos de los tenebrosos episodios fueron resueltos por nuestros compañeros “cazafantasmas” electricistas, como el de una mujer cuyas luces se encendían o parpadeaban, aterrorizándola cada noche.

Un estudio comprobó picos de tensión en su sistema eléctrico, y tras la reparación de la red y la sustitución de las luces por nuevas bombillas LED, el miedo dejó paso a la tranquilidad que todos deseamos en casa.

Hay otras historias de pavor doméstico narradas por compañeros de profesión como las que refleja Good House Keeping.

En una de ellas, un atasco en las tuberías parecía otro día más de trabajo para los pobres fontaneros que, al llegar y abrir las cañerías, se encontraron a una veintena de pequeñas serpientes que habían entrado por una rendija.

Otra ocasión escalofriantemente divertida se produjo cuando un fontanero —¡bendito gremio! — acudió a resolver un atasco en un inodoro. Al proceder a extraer el material que había producido el atolladero, se encontró en el W.C. con la dentadura postiza de uno de los habitantes de la casa.

¿Qué puede estar pasando en tu casa si…?

Lo cierto es que, muchas veces, achacamos a fuerzas del más allá los problemas del más acá. Y no te culpo si tú también lo haces: la mayoría somos seres altamente sugestionables, y agravantes como la nocturnidad o la soledad no ayudan en absoluto a conservar la calma.

Por eso, a continuación, te voy a intentar proporcionar un poco de tranquilidad frente a los fenómenos de dudosa procedencia más habituales y sus soluciones de este mundo:

¿Te quita el sueño creer que una criatura de ultratumba rasca en tu puerta por la noche?

Hay una buena noticia: podría tratarse de Eduardo Manostijeras. En ese caso, y con un poco de cariño y comprensión, podará tu jardín por ti.

Si no es él, lo más probable es que tengas insectos grandes o algún roedor rondando la casa.

Busca su rastro más evidente bajo el sofá, el frigorífico y otras partes cubiertas: heces en forma de pequeños tronquitos minúsculos. Si los encuentras, prueba a poner trampas (con sumo cuidado, si no quieres perder un dedo) o, mejor aún, llama a un expertos en plagas.
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¿Un espíritu muy cabreado golpea con una barra de hierro tus paredes mientras hace ruidos guturales?

Puede ser. Por si acaso, revisa la lista de tus enemigos que han pasado a mejor vida y repara tus afrontas hacia ellos.

Paralelamente, comprueba si no se tratará de tuberías que se mueven por no estar bien sujetas en algún punto de unión (abrazaderas rotas), por un exceso de presión, o porque, al dilatarse por la conducción de agua caliente, requieren una sujeción especial (puedes colocar almohadillas de espuma para solventarlo).

Foto: es.wikihow.com

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¿Los vampiros vienen a por ti en noches de tormenta, martirizándote al golpear tus ventanas y silbar a través de ellas?

Bueno, piensa que, para empezar, no todos los vampiros son malos, feos o peligrosos.

Además, lo más probable es que tus ventanas no estén bien aisladas, y dejen pasar el viento a través de fisuras, provocando ruidos que tu imaginación quiere interpretar como la inminente llegada a tu dormitorio de Brad Pitt. ¿La solución? Poner burletes:

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En cualquier caso, y si tu hogar también te proporciona pequeños sobresaltos como estos, quizá quieras contar con la presencia profesional de nuestros inestimables detectives de lo paranormal: cristaleros, carpinteros o pintores que sabrán terminar con ruidos extraños en las ventanas, crujidos de puertas o caras de Bélmez en las humedades de tus paredes.

¿Y tú? ¿Cuál es la experiencia más enigmática que te has encontrado en tu casa?