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Como ya sabrás si me lees a menudo, en cuestión de decoración soy una persona muy ecléctica: un día hablo del estilo industrial (que me encanta), igual que otro toco la visión nórdica (cuyos valores aprecio notablemente) o te muestro cómo conseguir un toque japonés, hindú o brasileño en tu interiorismo.

Porque -estarás de acuerdo conmigo- las casas, igual que todos nosotros, no son un entorno estático y monocorde. Muy al contrario, me encanta que los hogares reflejen la personalidad de quienes los habitan, sus gustos y experiencias.

Además, en la combinación de todos esos factores es donde reside realmente tu estilo. El porcentaje de cada influencia, las decisiones sobre lo que sí y lo que no, dónde, cómo y por qué lo compraste y lo colocaste, son lo que te hace realmente único, exactamente igual que sucede con tu forma de vestir.

Por eso, y porque la música es otro factor muy diferenciador y que marca –para algunos, de forma radical- nuestro día a día y nuestra actitud frente al mundo, hoy quiero introducir este arte que tanto nos emociona en el lenguaje visual de nuestros hogares.

Comenzaré esta nueva serie –paralela y, por supuesto, complementaria a “Decoración por países”– por un estilo que nació hace ya medio siglo en los Estados Unidos y que ha marcado desde entonces a varias generaciones con su innegociable e irresistible actitud de rebeldía: el ROCK.

Rock&Roll: un espíritu, múltiples manifestaciones

Si eres un/a rockero/a, sabrás que a veces puedes demostrarlo con un simple pin de tu grupo favorito, una camiseta con un eslogan o una estrofa contundentes, o incluso un gesto (que puedes modular desde hacer los cuernos hasta sacar la lengua y agitar la cabeza para mostrarte más heavy que una lluvia de hachas).

El estilo son detalles, y lo mismo pasa en casa: no hace falta que llenes tus espacios de rock duro, si no quieres que parezca la oficina de una discográfica decadente y pasada de moda.

Un ejemplo lo tienes en la nueva casa de Alaska y Mario Vaquerizo, que combina en gran armonía elementos muy propios de su imagen artística con otros de estilos completamente diferentes y menos radicales.

Ya sabes, como siempre en la vida, lo poco agrada y destaca, pero lo mucho…

Precisamente, uno de los trucos de la televisiva pareja es emplear complementos de aire gótico (pero relajado, si no te propones competir en oscuridad con la casa de la Familia Addams…), como los colores oscuros.

Una solución para evitar el exceso es usar rayas, que restarán seriedad y le darán la luz que necesitas para que tu ánimo no se vea afectado por una carencia de brillo y color.

Por supuesto, las estrellas de este estilo son los propios cantantes y grupos de tu elección. Para darles protagonismo, puedes colgar cuadros con sus pósters, enmarcar discos en vinilo, camisetas de festivales, versos que lleves tatuados en el alma tras oírlos miles de veces…

Si optas por el blanco y negro para todos estos objetos ganarás mucho en elegancia y distinción, y harás que sean mucho más fácil de combinar con otros factores de tu interiorismo actual o futuro.

Si te gusta el rock británico de maestros como los Beatles y dispones del presupuesto para darte el capricho, puedes cubrir tus paredes de ladrillos como si de una taberna de Liverpool se tratase. Existen plaquetas en el mercado de la decoración actual que simulan esta superficie sin tener que perder tanto espacio o hacer una reforma colosal, y que se colocan de forma rápida y económica.

Algunas marcas, como Marshall, son sinónimo de música y actitud rockera en estado puro. Lo saben, y ahora venden al gran público altavoces de todos los tamaños con la forma inconfundible de los grandes bafles y amplificadores de los conciertos. Uno de ellos le dará a tu salón un toque descaradamente heavy.

Para conseguir el toque final, idea una iluminación acorde al estado de ánimo musical que quieras generar en cada momento. Puedes optar por luces fuertes, para recortar siluetas en fiestas con la música a tope, o suavizar la luz para irte a la cama soñando con las aventuras que te inspiran tus temas favoritos.

¿Qué te parecen todas estas ideas para darle volumen a la decoración de tu hogar?

¿Cuál es el estilo urbano que te gustaría que estudiase para la próxima entrada de esta serie de estilos de vida? 😉