Foto: Financial Times
Con la Tomatina calentando motores para repartir mañana alegría y tomates entre vecinos y turistas de Buñol (Valencia), nos ha invadido la curiosidad sobre el origen de esta curiosa tradición (y de las 150 toneladas de Solanum lycopersicum que se arrojan unos a otros durante su celebración).
Resulta que dicho cargamento de hortalizas proviene de Xilxes, Castellón, donde son menos costosos y se cultivan específicamente para estas fiestas, ya que su sabor no resulta adecuado para el consumo.
Con nuestra sostenible conciencia más tranquila, hemos decidido resumir las 5 claves de oro para conseguir que tus tomates -y el resto de tus frutas y hortalizas domésticas- crezcan tan fuertes, sanas y sabrosas que solo querrás arrojarlas a una deliciosa ensalada.
Foto: Comunidad Leroy Merlin.
Casualmente, son las mismas normas que te ayudarán a vivir la Tomatina como un auténtico profesional de la fiesta, y dicen así:
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1. La ubicación es clave (o dónde plantas tu coche… y tus tomates)
Igual que en los últimos años se ha disparado el número de amos y amas de casa que desean cultivar sus propios huertos urbanos, la fiesta de la Tomatina ha cobrado protagonismo internacional y sus acólitos se han multiplicado recientemente.
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Por eso, si vas a la Tomatina, deberás reservar con muuuucha antelación tu alojamiento y asistir muy temprano al centro de Buñol pues a las 7am se cierran los accesos en coche y solo se puede entrar andando.
> Una pista: aparca en el polígono industrial.
Para tus hortalizas, la ubicación también lo es todo. Para que tu huerto de sus frutos en condiciones, lo ideal es buscar un espacio exterior con orientación sur (que pueda disfrutar de entre 8 y 10 horas de luz cada día) y que esté bien resguardado de las corrientes fuertes de aire.
Foto: Catálogo Aki
Si tienes un buen espacio disponible -una terraza espaciosa, por ejemplo- puedes usar maceteros grandes o incluso una mesa de cultivo. Con maña y un poco más de tiempo, también puedes crear tu propia jardinera DIY de reciclaje con palés.
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2. ¿Cuáles son las hortalizas estrella en Buñol y en tu casa?
Como proyectil fiestero, está terminantemente prohibido lanzar otra cosa que no sean los tomates repartidos por el ayuntamiento, que habrás de aplastar primero para no hacer daño a nadie.
Foto: ihuerting
Y en tu casa, ¿qué puedes plantar?
Las mejores hortalizas para iniciarte en un huerto urbano son las lechugas -durante todo el año-, cebollas -aguantan muy bien el frío-, los tomates -son de verano, cosechándose 3 meses después del trasplante-, las zanahorias -siempre con la semilla, dejándola en agua el día anterior para que germine más rápido, y cosecha unos 100 días después de la siembra- y el ajo -de cultivo muy fácil: solo has de plantar un diente, en cualquier época del año y recoger cinco meses después.
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3. ¿Qué material necesitas?
De nuevo, empecemos por la fiesta. El dress code está claro: ropa (si es blanca, mejor que mejor) que no quieras volver a usar, pues lo más probable es que termine irremediablemente roja. Se recomienda también usar guantes y gafas de protección (o de bucear) para resguardar tus ojos.
Si quieres hacer fotos, lleva una cámara resistente al agua o protegida con fundas acuáticas. Para tus pies, zapatillas bien cerradas a las que no tengas demasiado cariño… puede que terminen en la basura con tu ropa.
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Foto: stoketravel
En tu huerto urbano también necesitarás guantes. Además de estos, el material básico se compone de pala (excavación), rastrillo (limpieza y alisado de la tierra), cuchara (para escarbar pequeños agujeros donde colocar las semillas) y regadera.
Foto: helpling
4. ¡Que corra el agua! (O del riego de tus plantas… y el de las calles de Buñol)
El agua es clave tanto en la fiesta como en tu huerto: en el primer caso, los servicios de limpieza -en colaboración con los habitantes del pueblo- pasan con mangueras para eliminar hasta el último rastro de tomate. Las calles del pueblo, que son de adoquín, quedan impolutas debido a la acidez del tomate, que desinfecta y limpia a fondo todas las superficies.
Foto: abc.es
En el caso de tu huerto, hablamos de riego y sistemas de drenaje, que permiten que el agua que no necesita la tierra tenga un espacio para salir, evitando que las plantas se ahoguen.
Si quieres que tu sueño agricultor no se vaya al traste, preocúpate bien de hacer agujeros a las macetas y pone un plato debajo, estando atento de vaciarlo cuando sea oportuno.
Foto: El Huerto de Pandora
La mejor estrategia para crear una estructura óptima de soporte vital para tus plantas es colocar en la superficie de cultivo una primera capa de piedras de canto rodado; después, otra de piedras cada vez más pequeñas, y terminar con un palmo de compost en la parte superior.
Y si tu viaje a Buñol se alarga y se complica la Tomatina… Aquí te explicamos 7 trucos imprescindibles para regar tus plantas mientras estás fuera o de vacaciones.
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5. Documéntate… ¡Y haz caso de los que más saben!
Tanto si vas a la Tomatina como si cultivas tus propios tomates, lo mejor es escuchar primero y seguir las indicaciones de las autoridades en cada materia.
Haz caso de todo lo que diga el personal de seguridad de Buñol para no ponerte en riesgo a ti ni a los demás participantes.
Imagen: Doodle de Google para conmemorar la Tomatina.
Y respecto a tu huerto urbano, lee e infórmate en centros agrícolas, foros de jardinería y libros especializados. Aprenderás cosas interesantísimas sobre esas plantas que después se convertirán en tu alimento más sano.-.
Ahora, confiésate en los comentarios:
¿Con qué reto te atreverías antes? ¿La Tomatina de Buñol o tu propio huerto urbano?
¡MÓJATE! 😉
Foto: foros.acb
Editado P.S.: La casualidad (y el aroma a tomates que llega de Levante) ha querido que nuestros vecinos blogueros de La Gulateca hayan publicado hoy un interesante post sobre un sistema modular para cultivo hidropónico en interiores.
Nos ha parecido un estupendo broche para este post, ¡por lo que te recomendamos su lectura!
