De acuerdo, ellos han tenido 2 meses de vacaciones más que tú, y ahora vuelven al recreo y las clases de educación física. Pero tú has tenido décadas de años para acostumbrarte y aun así sigues gimoteando cuando vuelves a atravesar la puerta del trabajo cada septiembre.

Así que un buen ejercicio para superar la depresión post-party tras las vacaciones es centrarte en la de ellos y ayudarles a retomar su normalidad creando el mejor ambiente de estudio en tu hogar.

Como siempre, hay mucho que hacer en casa. Por ejemplo:

1. LA SILLA DE TRABAJO. Para asegurar una postura correcta, fíjate en que el niño apoye los pies en el suelo o en un reposapiés, manteniendo rodillas en ángulo recto con respecto a la cadera, y el tronco vertical. La espalda debe apoyarse en el respaldo y un cojín de refuerzo lumbar aliviará las presiones de un estudio continuo.

2. ESTUDIANDO EN LA MESA. Sitúa la superficie de esta a la altura de su pecho, para que apoye los antebrazos cómodamente. Calcula que la distancia ideal entre sus ojos y los libros es de un palmo y medio, manteniendo las páginas perpendiculares a su mirada. Asegúrate de que la mesa es lo suficientemente grande para que trabaje con comodidad, de colores claros pero en acabados mate, para evitar reflejos y el cansancio ocular.

Ayúdale a ser más organizado colocándole una estantería cerca de su lugar de trabajo, donde coloque libros, apuntes, cuadernos y otros materiales de referencia.

3. RESPECTO A LA ILUMINACIÓN, opta a ser posible por una natural, y compleméntala siempre que sea necesario con luces homogéneas, como una lámpara de mesa de 60W, que colocarás a la izquierda si es diestro y a la derecha si es zurdo.

4. NI FRÍO NI CALOR. No hablamos de la sensación que produce el periódico cretácico o las integrales de tercer grado, sino de la temperatura de la habitación. Procura que oscile entre los 18 y los 22 grados, estando las fuentes de calor alejadas de la mesa y empleando un humidificador si hay calefacción.

Ventila la habitación al menos 5 minutos cada hora para refrescar el aire (y su cabeza), puesto que el nivel de oxígeno es fundamental para reforzar el rendimiento del cerebro.

5. UN ENTORNO PROPICIO PARA EL ESTUDIO:
Elimina ruidos y distracciones cercanas, como televisores, móviles, y otras tentaciones. Controla su tiempo de conexión a Internet y el uso que le dan, y sitúa el ordenador en una zona común para que no termine convirtiéndose en un Hikikomori.

6. Por último, comparte con él tu amor por el DIY como fuente de relajación y forma de crear sus propios materiales de trabajo y estudio. Seguro que le gusta tanto el LEGO como a ti, ¿verdad? Pues guarda el próximo tarro de mermelada y enséñale a construirse este fantástico bote para sus lápices.

¿Qué tal lleváis la vuelta al cole en casa? ¿Tenéis otros trucos para sobrellevarla con alegría y mucha filosofía?

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