Carnaval, otro año. Y tú, como siempre. Que si no tengo tiempo, que si no me quiero gastar un duro. Pero olvidas que este es el blog de los apañaos. El de aquellos que le sacamos provecho a cualquier trasto con imaginación y un poco de maña. De los que convertimos un bote de mermelada en una cabeza de Lego, una pared en pizarra o el tubo de cartón del papel higiénico en un organizador de cables.

Ser un manitas es un 50% de inspiración y otro 50% de transpiración. Y este fin de semana vamos a demostrar que somos los reyes de la improvisación y el reciclaje… hasta cuando nos vamos de fiesta.

Estas ideas sirven tanto para disfrazarte tú como si tienes niños cerca y están esperando que obres el milagro para que triunfen entre sus amiguitos. Si los mayores les enseñamos a elaborar sus propios disfraces reutilizando cosas, les estaremos haciendo uno de los mayores favores de su vida: no perder nunca su capacidad de invención.

Bueno, al lío, que se acerca la hora de la fiesta y aún tienes cosas que cortar, pegar y colorear. ¡Elige!

La Momia

Sé que una vez lo intentaste enrollándote enterito con papel higiénico. Sé que no funcionó y sé que no hace falta que te explique porqué. Como decía Samuel Beckett: try again, fail again, fail better.

Esta vez, utiliza gasa elástica (sin marcas de colores, claro). Puedes encontrarla en cualquier farmacia. Y ponte debajo ropa blanca pegada –los calzoncillos largos a lo cowboy que se han puesto tan de moda te vendrán tan bien como unos leotardos… tú eliges, pero recuerda: es invierno.

Pieza de Lego

Ya ves, tengo querencia por los Lego. Pero no me digas que el resultado no es espectacular. Solo necesitas 2 cajas (una grande para el cuerpo y la pequeña de la cabeza), varios vasos de plástico, pintura, pincel, pegamento y tijeras.

Haz los agujeros correspondientes a cabeza y extremidades en la caja grande (para las piernas deja un gran óvalo o te arrepentirás toda la noche). Elige el color de tu pieza y añádeselo a cajas y vasitos, por separado. Una vez secos, pégalos y prepárate para arrasar.

Frase con gancho: este disfraz viene con garantía de levantar sonrisas (que no de ligue, ojo). Acércate a quien te guste en la fiesta y pregúntale si cree que conectaríais. Después, por favor, vuelve a este post para comentar el resultado.

El robot

Puede parecer una variante del anterior, y en realidad necesitarás prácticamente los mismos materiales y preparación. Pero aquí te sugiero otra línea de acción: esa chica que no se sentía nada atraída por una pieza de juguete no podrá resistirse a ti cuando te acerques y le digas “¿Sabes una cosa? Soy una máquina”. Practica la sonrisa de medio lado de Bruce Willis y, ahora sí, te garantizo que nadie podrá pararte.

¿Te ha convencido esta candidatura? Pues tienes dos opciones: el robot clásico de los años 50 (para el que necesitarías tubos para las extremidades y alguna antena), y la macarra al más puro estilo LMFAO. Si optas por la segunda solo necesitarás preparar una caja, para la cabeza (eso sí, a conciencia… echa un vistazo a este tutorial tan completito), y tendrás la posibilidad de acompañarla con la ropa más hortera que puedas conseguir. Chandal de leopardo, mallas de colores… no te cortes, todo suma.

Si necesitas inspiración, echa un vistazo al vídeo y de paso aprende los movimientos que harán que esta noche te pongan una estatua.

¿Qué te parece? ¿Has decidido ya la indumentaria de tu gran aparición estelar?

Vida Extra: si tienes dos peques y petos para ambos, tal vez te apetezca (vamos, reconócelo, ahora que lo has visto te mueres de ganas) homenajear a nuestro fontanero favorito después de Alberto Rojo.

Solo necesitarás camisetas y gorras a juego, sendos bigotitos y algo de cartulina para los detalles. ¿Molón, verdad?