.
Si cada vez que te enfrentas a una reparación doméstica, por pequeña que sea, te sientes como nuestro prota de la foto, tenemos unas pistas para ti.
Y es que en Invierno los radiadores cobran un protagonismo casi místico en los hogares. Les rendimos cumplidas reverencias, acercando nuestras manos a su calor, deseando que no nos fallen la noche más fría.
Pero, ¡ay, amigo! Shit happens! Y a todos nos ha pasado: te acercas y lo encuentras más frío que un abrazo de tu ex; o quieres girar la llave para comprobar que está abierto, y te quedas con la llave rota en la mano; o ves unas pequeñas gotas derramarse a su sombra; o… ¡Qué te voy a contar a ti que no te haya pasado ya!
Por suerte, solucionarlo no es tan difícil, y hemos grabado otro vídeo consejo para demostrártelo, paso a paso y clarito, clarinete. Como verás, la llave y el detentor son las piezas que se rompen con más frecuencia. Cambiarlas es así de sencillo:
.
1. Antes de nada, desconecta la caldera.
2. Vacía el circuito, mediante la llave de vaciado, que puedes encontrar bajo una tapa como la de la imagen.
3. Desmonta la llave y el detentor con ayuda de una llave inglesa, aflojando sus tuercas –o racores- que los unen, por un extremo, a la tubería, y por otro, al propio radiador.
4. Deja el agua correr, como temblaban las gotas de lluvia en el cristal turbio dejando heridas de diamante, en la poesía de Lorca. Vamos, que lo vacíes.
5. Descuelga el radiador y apóyalo en el suelo.
6. Para sustituir la llave, desmonta la pieza y monta la nueva, siguiendo los mismos pasos a la inversa.
7. Para sustituir el detentor, igual: quita el viejo, y coloca el nuevo directamente, es sencillísimo.
8. Vuelve a colgar el radiador en su sitio.
Para sustituir el purgador:
1. Cierra la llave y el detentor.
2. Desconecta la caldera.
3. Coloca un recipiente debajo del purgador.
4. Desmonta el purgador –normalmente va a rosca y no tiene mayor complejidad- y monta el purgador nuevo.
5. Abre la llave y el detentor.
6. Ahora, vuelve a llenar el circuito, y déjalo a la presión recomendada por el fabricante de la caldera.
.
¡Y ya puedes poner la calefacción en marcha! ¿Verdad que era sencillo?
No dejes sin reparar tus radiadores bajo ningún concepto: la reparación es sencilla, barata, rápida, y no arreglarlos puede suponer una fuga de agua que te arruine el parquet y te provoque un cortocircuito, en contacto con cables, enchufes o electrodomésticos.
¡¿CÓMO?! ¿Tienes Twitter y aún no nos sigues? ¿Y cómo piensas cumplir tu propósito para 2016 de superar a tu cuñado como manitas oficial de la familia? Anda, corre, que te estás perdiendo todos estos trucos, ideas y concursos a punta pala:
Aún queda tiempo para participar y ganar nuestro concurso. ¿Quieres saber cómo? Lee y… a por los 300€ 😉 pic.twitter.com/mK2I4j02k4
— Reparalia (@Reparalia) enero 12, 2016
Buenos consejos, pero para algo así es mejor llamar a un profesional.
12 mayo 2016 | 22:13