Por Emilio Sancho Lozano
Ante el luctuoso e inaceptable suceso acaecido el domingo en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón de Madrid, como consecuencia del irracional enfrentamiento entre “hinchas” exaltados del Atlético de Madrid y del Deportivo de La Coruña, como simple practicante aficionado y amante del deporte desde niño hago a todos unas preguntas…
¿Cómo es posible que algo que nació para unir a personas y pueblos en una sana competencia, como es el deporte en general y el fútbol en concreto, se haya convertido en una simple excusa para dar lugar a estallidos de violencia entre aficionados?
¿Y que el fútbol llegue hasta límites tan intolerables como a los que hacemos referencia, que dieron lugar a la muerte de un hombre y a otros heridos con arma blanca, donde cada vez existe menos deportividad y más negocio?
¡Pobre futuro le espera a una sociedad donde el deporte, y por extensión la democracia, pueden ir de la mano de la violencia!
Ojalá algo similar no pueda volver a producirse en ningún lugar del mundo y confiemos que, en el caso que nos ocupa, la jusitica actúe implacable, impecable y rápidamente para que los culpables paguen tan execrable crimen.