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Entradas etiquetadas como ‘vacaciones’

¿La clase media se ha empobrecido?

Por Fidel Vela García

Atasco (Europa Press).

Atasco (Europa Press).

Según la época del año, veo a la gente zampando y bebiendo a lo grande en terrazas, bares y restaurantes llenos a rebosar; playas y piscinas donde es necesario entrar de perfil; campos de fútbol y macro-conciertos donde no cabe un alfiler.

Sólo en agosto, más de 81 millones de desplazamientos por carretera; en los puentes largos, atascos kilométricos; para acceder a museos o edificios emblemáticos hay que permanecer horas y horas en colas interminables; las ventas de coches se disparan, igual que el consumo de las familias: los aeropuertos y las estaciones del AVE, colapsados; de los supermercados salen miles de carritos cargados hasta los topes; cientos de personas paseando sus perritos o ensimismadas en toquetear sus teléfonos móviles de última generación

Esto es lo que yo veo en la calle y en los medios de difusión. ¿Será verdad que la clase media se ha empobrecido?

El Congreso de los Diputados, cerrado por vacaciones

Por Javier Prieto Pérez

Congreso de los Diputados (Archivo).

Congreso de los Diputados (Archivo).

Después de los tres meses transcurridos desde la celebración de las pasadas elecciones, nuestros políticos han llegado a un acuerdo en el Congreso. Por fin, sus señorías han mostrado una gran voluntad negociadora, lo cual habría sido motivo de júbilo si fuera en aras del bien común de todos los españoles. El problema es que dicho consenso, alcanzado en unos instantes, no tiene como fin establecer una coalición que permita la gobernabilidad en España. Ese pacto hace mención a las tres semanas de vacaciones que van a disfrutar los parlamentarios en Semana Santa.

Como consecuencia de esta medida, que supone la ampliación de su periodo de descanso, se pospone la Junta de Portavoces del 22 de marzo, y el Pleno del día 29 de marzo se retrasa al 5 de abril. Al margen de las cuestiones de calendario, resulta indignante comprobar cómo esos mismos diputados que se muestran intransigentes a la más mínima concesión del adversario, se transforman en camaradas y aliados de hemiciclo cuando sus intereses particulares están en juego.

Dicha actitud irrita a los ciudadanos por dos cuestiones. Porque España está sumida en una parálisis por culpa de su intransigencia, preocupados sólo de sus fines partidistas. Y, sobre todo, porque la lacra del desempleo golpea a más de 4 millones de personas que padecen graves problemas económicos.

Ante esta situación, nuestros representantes se permiten el lujo de interrumpir su actividad durante un espacio de tiempo tan prolongado. Demuestran que viven en una burbuja, de espaldas a la realidad, y lo que es peor, con el dinero del contribuyente, de cuyos problemas reales no se ocupan. Las dificultades graves se afrontan trabajando con energía y responsabilidad, no incrementado los periodos vacacionales.

 

¿Quién regula la situación de los becarios?

Por Judith Salmerón Morán

Una chica becaria en una empresa (ATLAS).

Una becaria en una empresa (ATLAS).

Parece mentira lo poco que le interesa a cada gobierno y cada partido político la situación de los jóvenes universitarios. Jóvenes que, recuerdo, serán el futuro de este país.

Vergonzosos contratos de prácticas que se renuevan hasta los seis meses para después rescindirse y que el empresario vuelva a coger a otro. Y así sucesivamente; siempre sin contratarles. La pescadilla que se muerde la cola. Horarios ilegales, aportaciones económicas de 400€ los que más suerte tienen, sin derecho a vacaciones…

Esta es la única forma que tienen los jóvenes hoy en día de conseguir experiencia. Los que no quieren pasar más por este aro tienen que conformarse con trabajos para los que están sobrecualificados. ¿Y quién regula esta situación? Nadie.

 

No me gusta ir a la playa a tostarme, sino a divertirme

Por Marina Fernández Rodríguez

Empieza la temporada de ‘qué negra estás’ y ‘me voy a la playa a ponerme morenita’. Siempre he sido de tez muy blanca y no por ello menos orgullosa. A estas alturas, amigos y conocidos están los fines de semana en la playa, cosa que me parece perfecta. Eso sí, el ‘jolín, qué blanca estás, ¿no vas a la playa?’, sobra.

Varias mujeres tomando el sol en la playa. (ATLAS)

Varias mujeres tomando el sol en la playa. (ATLAS)

No me gusta ir a la playa a tostarme, me gusta ir a divertirme, si coges un poco de color, siempre con su cremita correspondiente, pues mejor, si no, pues me da igual.

¿Por qué os molesta a todos que cada año, en pleno agosto no haya cogido color?, ¿por qué tenéis que ser tan pesados todos? A mí me gusta mi piel, no tengo por qué ser como vosotros. La sociedad solo ve que si no estás morena en verano es porque algo has hecho mal.

Si no estás morena en verano, malo. ¿Por qué no
probáis a guardaros vuestros comentarios?, ¿por qué no disfrutáis más del verano? Hay mil cosas que hacer: festivales de música, amigos, salidas, acampadas, barbacoas, viajes, visitas, paseos… Siempre que me dicen que por qué estoy tan blanca les contesto que soy de belleza clásica y chimpún.¡Yo soy feliz como soy!

Kilos de culpabilidad

Por Pedro Serrano

Las vacaciones son un momento propicio para los excesos, sobre todo, gastronómicos. Es coger las vacaciones y alguien, cuando no uno mismo, comenzará planificar todo tipo de eventos o fiestas gastronómicas de las no podrás escabullirte tan fácilmente. Y lo peor es que, casi siempre, terminas comiendo más de lo saludable. Si la comida está buena, por darle gusto al paladar y al anfitrión, y si los comensales son aburridos, por entretenerse con lo que más a mano tiene uno en ese momento. vino2

Así, si las vacaciones las pasas en el pueblo y, por ejemplo, tienes tres hermanos y otros tantos amigos, estarás obligado a invitar y a ser invitado tantas veces como amigos y hermanos tengas. Movidos por la necesidad de corresponder, con la comida pasa algo parecido a cuando te vas de vinos con los amigos. Si por un casual te juntas con nueve de ellos, te veras obligado a tomar, al menos, nueve vinos; con lo que no es de extrañar que luego tengas que ir a casa agarrándote a las paredes.

Vivimos en la sociedad de la ansiedad. Y la ansiedad nos conduce al exceso. Y el exceso se convierte en kilos de culpabilidad. Y la culpabilidad la expiamos con el propósito de enmienda o en un gimnasio en septiembre.

Día de playa en agosto

Por Enrique Chicote

Una playa española, en una imagen de archivo. (EFE)

Una playa española, en una imagen de archivo. (EFE)

Estaba de vacaciones, así que me levanté algo más tarde. Desayuné y cuando fui a comprar el periódico ya no había. ¡Vaya por Dios!

Me dirigí a la playa, sombrilla al hombro, esperando encontrar un hueco donde abrirla y extender la toalla, pero no fue posible, así que dejé el conjunto enrollado en la arena y fui a darme un baño.

La distancia entre yo y el más lejano a mí no superaba los cuatro cuerpos tumbados, de modo que nadé poco; sin embargo, mi ánimo aún seguía intacto.

Rojo como una nécora, volví al apartamento. Por la tarde salí a dar un paseo y, al rato, busqué un banco para descansar. Esperé a ver si alguien se levantaba, pero no tuve esa suerte, de modo que miré en las terrazas de los alrededores.

Después de mucho caminar encontré una mesita libre, rodeada de gente por todas partes menos por una, llamada perro. Desde que pedí la cerveza hasta que la trajeron transcurrirían fácilmente veinte minutos.

Inasequible al desaliento, me acerqué al espectáculo que se anunciaba en la plaza mayor. Algo pude acercarme, desde luego, pero no tanto como para reconocer lo que ocurría en el escenario.

El día siguiente madrugué y, al menos conseguí el periódico, pero a partir de las once, me sentí como Bill Murray, en ‘Atrapado en el tiempo’.

Imposible inscribir a mi hijo en el registro

Por Nieves Merino.

Un bebé recién nacido. (GTRES)

Un bebé recién nacido. (GTRES)

El día 23 de julio nació mi hijo. Al ir a registrarle en el pueblo donde vivo, Chiloeches, me dicen que imposible. Que el registrador se ha ido de vacaciones y que hasta el día 7 no vuelve.

Buscamos otra solución, registrarle en Guadalajara. Pero no atienden sin cita previa, comprensible.

Lo sorprendente es que nos dan cita para el 20 de agosto. Sí por ley tengo 8 días para registrarle que me expliquen cómo lo hago.

Y en la Seguridad Social más de lo mismo, no puedo hacerlo en Guadalajara porque no hay citas disponibles. Sin embargo, en Hacienda me ha bastado una llamada para arreglar los papeles.

¿Sí mi padre y mi suegro nos registraron a nosotros en los dos días que tenían disponibles sin ningún problema y sin citas cómo es posible que con los avances tecnológicos de hoy en día se nos haga imposible?

¿Para qué pago mis impuestos?

Por Pilar González

Un pasaporte en una imagen de archivo. (ARCHIVO)

Un pasaporte en una imagen de archivo. (ARCHIVO)

Mi aventura comienza cuando solicito cita para hacer el pasaporte de toda mi familia (marido e hijas de 3 y 5 años) porque habíamos contratado un viaje con salida el 21 de julio. Al llamar, me concretan que ya no hay citas hasta el 22 de julio, es decir, un día después de salir de viaje.

Desesperada llamo a varias comisarías de Madrid y en todas me indican que están saturados y no atienden sin cita, excepto en la calle Luna y Tetuán, donde la gente hace colas desde las cinco de la mañana. ¿De verdad me imaginan con mis hijas de 3 y 5 años haciendo cola a las 5 de la mañana?

No contenta con la opción que me dieron, contacto con la comisaría de Coslada donde un amable señor, con muy buena intención, me tranquiliza diciéndome que dada la premura, lo mejor es que me persone con los datos del vuelo y la confirmación del viaje porque lo normal es que en esa situación de urgencia me atiendan sin ningún problema.

El 10 de julio me presento en dicha comisaria a las 8:20 de la mañana con mis hijas y marido, y tal solo dos personas sin cita esperando. Estas personas me indican que necesitan pasaporte para una de ellas y conocen allí un policía, el resto se lo imaginan….dicho policía les llama y entran por la puerta del personal, salen contentas (apuesto un millón, a que consiguieron su pasaporte).

Cuando me acerco a preguntar si pueden atendernos sin cita, recibo un no tajante, ni siquiera fueron capaces de esperar a ver si se despejaba y de esa forma, poder atendernos.

Mi pataleta…una hoja de reclamación. De verdad, ¿hay derecho a esto? ¿Para qué pago mis impuestos si nadie me atiende a pesar de estar en una situación de urgencia?

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Las tijeritas de la crisis

Por Rafael Ayala Marín

De sobra es conocido la etapa tan dura que padecemos los españoles con la famosa crisis y los malditos recortes abundantes en todos los estamentos de la sociedad, afectando al retraso de numerosos proyectos de ciudad, lo que está provocando que el estancamiento del progreso sea pertinaz. Claro que, a ello también contribuye el comportamiento de nuestros políticos: Más preocupados por luchas entre partidos que de trabajar y  poner en marcha dichos proyectos, y como ejemplo lo tenemos en el Centro de Arte Contemporáneo. ¡Sabrá Dios cuando dejará de ser un edificio de adorno!

Pero en esta pequeña carta quisiera ceñirme a otro tema: Que duda cabe que los tiempos de “vacas flacas” afectan a todo el mundo, pero es evidente que todos no la sufren por igual. Al señorito que está todo el año  en su palacio marbellí con 2 o 3 mujeres a su cargo para lo que necesite, seguro que le importa muy poco la crisis y no le recortarán nada. Sin embargo, al pobre obrero trabajador, currando los 11 meses como un loco, llega y tiene derecho a su mes de vacaciones. Por desgracia, esas famosas “tijeritas de la crisis” le afectarán bastante.silla2

Miren: Soy un discapacitado y pertenezco a una asociación. Todos los años organizamos vacaciones de verano. Pues bien: Siempre vamos un grupito de 17 o 20 personas, con nuestros amigos voluntarios para disfrutar con nosotros. Pues bien: Este año, nos han obligado a reducir a la mitad el número de plazas, con el consiguiente perjuicio para varios de los afectados. ¿Acaso no saben desde “la alta alcurnia” que el ocio es importante para toda persona? En vez de recortar vacaciones para personas con movilidad reducida: ¿Por qué no le reducen el presupuesto a los grandes banqueros, causantes de la crisis? Lo dicho: Un mundo injusto.

Las vacaciones perennes de los parados

Por Diego Mas Mas

Bañistas en la playaCon la que está cayendo, me he enterado que un concejal del PP en Vélez-Málaga se ha atrevido a afirmar que los parados tienen «vacaciones todo el año».

Esto no sería posible si los parados, los sindicatos, los partidos que dicen defender a los trabajadores y los ciudadanos que se autocalifican de concienciados no estuvieran realmente de vacaciones desde hace demasiado tiempo en la defensa de su dignidad y de los más débiles. Eso es lo que permite que los gobernantes lleguen en dichos y hechos a los extremos que hoy están a la vista de todos.