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Entradas etiquetadas como ‘union’

Polonia y Bielorrusia, los desafíos de Europa

Por Jordà Masdeu Cano

Desde la caída de la Unión Soviética Europa del este se ha fragmentado en dos bandos, el de los países proeuropeos y el de los prorrusos. Polonia y Bielorrusia están cada uno dentro de un bloque, pero tienen profundas discrepancias con la dirección política de estos bloques.

El gobierno polaco discrepa con la UE porque Europa les exige cumplir con los valores democráticos y del estado de derecho y que cada vez se deterioran más. Sin embargo, el fuerte europeísmo de la población polaca es importante para evadir al gobierno de acciones más contundentes y antidemocráticas contra sus propios ciudadanos y las leyes europeas.

El bloqueo por Bruselas de los fondos europeos destinados a Polonia está surtiendo efecto en los pueblos y regiones que declararon ilegal la homosexualidad, y le puede salir muy caro al partido nacional-conservador del gobierno, Ley y Justicia, en las próximas elecciones legislativas, ya que muchos proyectos empresariales y sociales de Polonia son dependientes de las ayudas europeas.

Por otro lado, en Bielorrusia, la dictadura más totalitaria de Europa, siempre ha existido el interés por sus elites de conservar la independencia a través de la retórica nacionalista para intentar mantener el poder, aunque exista una creciente oposición social.

Migrantes en la frontera de Bielorrusia con Polonia.

Migrantes en la frontera de Bielorrusia con Polonia.

También la represión contra los derechos humanos y contra la oposición al gobierno se han incrementado en los últimos años como factores desestabilizadores internos del país, así como la influencia de Rusia, el país que más ha contribuido económicamente y militarmente a Bielorrusia y que exige una mayor integración política entre los dos estados.

Polonia, por su parte, ha incrementado durante los últimos meses la retórica nacionalista y euroescéptica, culminando con la sentencia histórica del Tribunal Constitucional en la que declaraba que varios artículos de los Tratados de la UE contradecían su constitución nacional y desafiando de esta forma a la Comisión Europea contra el veto económico a los fondos europeos.

Bielorrusia, por otro lado, tiene grandes problemas sociales derivados de las últimas elecciones presidenciales, que Alexander Lukashenko ganó con las críticas de fraude electoral por parte de la oposición y la UE, que con el liderazgo de Polonia impuso sanciones económicas al régimen bielorruso.

La situación de tensión entre la UE y Bielorrusia ha hecho que tanto Polonia como este otro país hayan tenido que dejar a un lado sus pretensiones nacionales para centrarse en las internacionales, que les están afectando directamente. Bielorrusia hace meses que yace debajo de las sanciones económicas de la UE que están afectando su frágil economía, y está respondiendo con el envío de inmigrantes desde la propia Bielorrusia a Polonia con la ayuda de Rusia, con quien está realizando ejercicios militares en la frontera con la UE. Esta ayuda de Rusia es dada a cambio de una mayor integración política y económica que acordaron los dos líderes en junio.

Polonia también necesita la ayuda de su más grande cooperador, la Unión, con quien en los últimos días está colaborando a cambio de una reducción de provocaciones a su ordenamiento, para mantener la estabilidad en la frontera y evitar que los aviones turcos viajen a Bielorrusia para llevar inmigrantes y ser posteriormente enviados a Polonia.

Somos más y somos mejores

Por Carlos Osorio García de Oteyza

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Marcha en la plaza de Cataluña en Barcelona. (ACN)

Somos más los que queremos una buena relación y un entendimiento entre Cataluña y el conjunto de España que los que quieren enfrentamiento y ruptura. Somos más los que defendemos las leyes que los que quieren saltárselas. Somos más quienes creemos en un proyecto solidario que vertebre el Estado español y que asegure una justa distribución de la riqueza que quienes no quieren compartir.

Porque el proyecto estatal español es un proyecto solidario, y el proyecto independentista de algunos catalanes es un proyecto esencialmente egoísta. Nos necesitamos mutuamente.

Queremos que todos los catalanes se sientan a gusto en el proyecto español, queremos que participen en la dirección de este proyecto, algo que saben hacer muy bien. No queremos que un grupo de políticos aventureros que defienden sus propios intereses se salga fuera de la legalidad y propicie la ruptura y el enfrentamiento. Esto no se puede ni se debe permitir.

El potencial de España y su marca: una comparación con Alemania

Por Jorge J. Gutiérrez

Recientemente he pasado una temporada en Munich. Desde allí me he movido a diferentes ciudades de Alemania pensando que tenía la obligación de conocer monumentos y adquirir la cultura que se deriva de la condición de turista. Si bien este apartado se cumplió como estaba previsto, no es menos cierto que me llamaron la atención determinados aspectos de la vida social, por lo que buena parte de mi viaje se centró en esta cuestión.

El español es conocido por criticar la suyo y alabar lo de los demás (no sé si a esto se le puede llamar envidia o que siempre pensamos que lo de los demás es mejor que lo nuestro). Lo cierto es que en este caso sentí una gran envidia debido al enorme potencial de nuestro país y lo poco que hacemos con él. Alemania puede ser criticada por los países del sur por tenernos atrapados en un constante esfuerzo por equilibrar nuestras cuentas. Igualmente podemos decir que Alemania se beneficia directamente de su potente industria exportando sus productos a países como el nuestro. Es cierto que Alemania tiene sus propios intereses y que no está dispuesta a financiar países como el nuestro. Incluso se olvida que el milagro Alemán ha sido posible a las enormes ayudas recibidas después de la II guerra mundial. Todo esto es criticable y se podría analizar detalladamente si Alemania está siendo o no comprensiva con países que están con la soga al cuello.

Cartel electoral alemán con Angela Merkel (EFE)

Cartel electoral alemán con Angela Merkel (EFE)

 

Pero dicho lo anterior conviene analizar la realidad actual y no pretender que venga nadie a salvarnos, nos tenemos que salvar nosotros mismos con nuestro esfuerzo, y ello a pesar de la interdependencia existente como consecuencia de la globalización.

Los valores democráticos no son sólo aquello que están enumerados en la Carta Magna, sino que se componen de aspectos tan importantes como los derivados de la cultura y la educación (valores relacionados íntimamente). Alemania es un país en el que difícilmente ves falta de unión entre sus ciudadanos. El esfuerzo realizado es común y tiene como objetivo conseguir metas en beneficio de todos; lo que por lógica repercute de manera positiva en uno mismo. Si Alemania tiene una potente industria no es como consecuencia de una política poco fiable, sino como consecuencia de una planificación educativa a largo plazo. A diferencia de ellos España nunca ha mirado más allá del corto plazo, olvidando a las generaciones futuras.

Olvidemos el tópico de que España es un país de pandereta, sol y siesta. España tiene potencial y debemos saber encontrar por nosotros mismos un camino que nos lleve a conquistar metas alcanzables a través de una buena política educativa de medio/largo plazo. Salvo dos o tres productos, no vi en ningún mercado productos que no fuesen italianos o franceses. España tiene un potencial enorme en diferentes sectores industriales (alimentación, turismo, etc.) que solo se pueden desarrollar a través de una política educativa adecuada. La ‘marca España’ hay que potenciarla. A los corruptos (determinados políticos, banqueros y especuladores) juzgarles por cómo han dejado este país y que caiga todo el peso de la ley sobre ellos. Este sería el comienzo de que desde fuera de nuestras fronteras se nos mire con algo más de respeto y podamos comenzar un camino de futuro cierto.