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Entradas etiquetadas como ‘trenes’

No es normal lo de Cercanías, solo faltan empujadores profesionales: un calvario

Por Eveline

No seré ni la primera ni la última en quejarse del transporte público de Madrid, pero sí, Cercanías arrastra a más de uno a la depresión. Es un calvario diario viajar en Cercanías, sin excepción; diariamente sufrimos miles y miles de viajeros de la periferia la mala gestión de los trenes.

Llevo trabajando en Madrid centro desde hace más de 20 años pero tan mal como se está viviendo últimamente el traslado al puesto de trabajo desde la periferia no es normal.

Con la manía que tengo a las mascarillas, hoy día doy gracias a Dios de que ese trocito de tela me separa de la cara o espalda de las personas a las que voy pegada cuerpo con cuerpo. Solo faltan ya los empujadores profesionales como en el metro de Japón.

Viajo diariamente en hora punta, en mi caso a las 8:00 y 18:30, y coges el tren, o mejor dicho intentas coger el tren porque llegan tan llenos a la estación que bajan 5 personas y tienen que meterse 50 en cualquier puerta de acceso.

No todo el mundo se puede subir. Hay que esperar al siguiente tren que igualmente llega lleno y el otro día hasta 3 veces.

En Atocha:

👉 Anuncian «Parla via 7», la llegada del tren cambia de vía.
👉 Anuncian «Parla via 6». Subes al tren, anuncian «Este tren solo va a Villaverde Alto».
👉 Bajo del tren porque tengo que viajar a Getafe Sector 3, tres paradas más adelante.
👉 Anuncian «Parla vía 7». De nuevo la llegada del tren cambia de vía.
👉 Anuncian «Parla vía 6». El tren llega lleno, bajan 5 personas, 20 intentan subir… intentan
👉 Me quedo fuera. Espero al siguiente. 40 minutos después consigo subir a un tren a Getafe Sector 3.

Aspecto del acceso al tren en Atocha

Aspecto del acceso al tren en Atocha (FOTO: Eveline)

Un señor dice «no me va matar el trabajo, me va matar el trayecto». Y yo, yo tengo ganas de llorar, de cambiar de trabajo, de regañar a los jóvenes que ni se levantan para la gente mayor, pero te callas… Te callas porque «tienes billete gratis y encima te quejas»

Claro, los que mandan o deciden sobre esta situación no viajan en Cercanías, así que esta situación no cambiará ni mejorará. Volcaré un tren en protesta…

El 11-M y las dos Españas

Por José Recio Rosa

Me resulta algo increíble que la conmemoración por las pérdidas de familiares en aquel 11-M, en los trenes atacados por fanáticos (de la índole que fueran), a tantos años de aquellos penosos sucesos aún haga que se reaviven las diferencias entre los españoles, solo por causas políticas y sea verdad que existen dos Españas (a la derecha y a la izquierda, políticamente hablando). Qué desastre de personas y personalidades, que demuestran tener nada de sentido común, decencia y ética para no poner a un lado las diferencias de ideas y hacer un recuerdo limpio de aquellos inocentes que cayeron vilmente en esa masacre sin sentido. Y ahora que digo ‘inocentes’ verán ustedes, personas y personalidades, que los caídos eran eso, inocentes y ajenos a los politiqueos manoseados por vulgares criminales.

11-M (dos)Por tanto, considero que esta celebración triste, por las pérdidas de unos familiares queridos, debería hacerse en conjunto, olvidando hipócritas razones políticas. A nadie de las familias afectadas les interesan los argumentos ofrecidos por los distintos partidos, a nadie le importa si hay cosas por descubrir o cosas aclaradas. Todos habéis demostrado tener la cabeza como leños, que solo sirven para que sean arrojadas al fuego en estos días fríos, como aquel fatídico 11-M. Mi hija no cogió el tren ese día, lo perdió, si no yo sería uno más a conmemorar tamaña fechoría. De haber sido así, una de las víctimas de ese terrorismo absurdo, me hubiese encargado de reprochar a gritos a los dos bandos que tan torpemente han realizado, por separado, estos homenajes.

Caos en la línea 9 del metro de Madrid

Por Vicente Núñez

Ayer la circulación de metro al sureste de Madrid colapsó. El tramo de la línea 9 entre Rivas y Arganda, o TFM, echó el cierre. Las explicaciones de la compañía se redujeron a alegar por megafonía «motivos técnicos». El caos fue completo y se enviaron a la estación de Vicálvaro efectivos de la Policía Nacional, probablemente para manejar una situación que amenazaba con transformarse en un motín.RIVAS

Cientos de viajeros quedamos abandonados a nuestra suerte sin que la compañía fuera capaz de acertar a informar sobre un transporte alternativo, sin saber si la línea 9 volvería a abrir al día siguiente. Cada uno volvería a sus casas de Rivas y Arganda horas después, por sus propios medios y con el metro cerrado indefinidamente.

La privatización del TFM ha traído consigo a esta parte de la línea 9 una desinversión y unos recortes en el número de trenes inaceptables. TFM es sinónimo de trenes abarrotados, frecuencias eternas, y cierres periódicos. Metro lo justifica por motivos de «demanda». Pero me pregunto yo: ¿Quién va a demandar un servicio de metro con averías constantes y frecuencias tercermundistas?

Cuentos del metro

Por V. M. G.

5874-620-282Metro de Madrid dijo que perdió cinco millones de euros en los dos días de huelga de 2010. El noventa por ciento de los usuarios pagan el abono transportes por adelantado, y no fueron indemnizados. Por otro lado, hay que sumar los ahorros salariales y energéticos que tuvo. Metro miente. Metro debe 17 millones de euros en facturas eléctricas y adeuda 16 millones a sus trabajadores. Metro oculta. Metro reconoce su deuda con los trabajadores, pero no nos da ninguna solución. Metro calla. La dirección ha tomado en los últimos años decisiones erróneas que han supuesto el descalabro económico de la compañía. Cuando la crisis ya estaba aquí, Metro compró trenes que ahora acumulan polvo, construyó ‘líneas fantasma’ apenas utilizadas y un nuevo sistema informático para gestionar un mayor volumen de tráfico, que nunca acabó de funcionar y que ahora es innecesario. Metro yerra. Tampoco reconoce su culpa ni su mala gestión. La dirección no asume su responsabilidad. Nadie paga ni dimite por hundir una empresa que es de todos. Lejos de eso, exige una reducción drástica de nuestras nóminas bajo amenaza de un ERE. Metro apesta.

 

Conductores de metro metidos a médicos

Por Nury R. G. (Barcelona)

Escribo para explicar la situación que viví el pasado jueves (31-1-13) en el metro de Barcelona. Subí en Catalunya, en la línea roja dirección Fondo, y me encontré con un hombre desmayado en el suelo y el resto de pasajeros mirándolo preocupados. Pregunté a una señora si habían avisado y en eso salió el conductor. Pidió que no lo tocáramos, que ya se había encargado él, y volvió a su trabajo tranquilamente. El hombre siguió en el suelo ante el asombro de todos los que iban entrando –que por otra parte, no hacían nada-, el conductor avisaba por megafonía de vez en cuando: “no toquen al hombre que está en el suelo” (¡vaya fijación con el contacto!) o “el hombre del suelo está borracho”… y pasaron 5 paradas (Clot) hasta que entraron 2 [encargados de] seguridad y lo sacaron del tren.

Metro de Barcelona

Puedo intuir que el conductor había visto al hombre –a través de las cámaras- momentos antes de que se cayera y por esto intuía que su alcohol en sangre estaba “por encima de sus posibilidades”. Lo que no entiendo es… ¿Cómo puede estar seguro de que sólo necesita 2 [encargados de] seguridad y no un técnico sanitario? ¿Cómo puede TMB tardar más de 5 paradas en atender un caso así? ¿Tan normal nos parece saltar por encima de personas tiradas en el suelo que ni siquiera nos planteamos incorporarlo, espabilarlo? Y cuando se intentó…“no toquen al hombre del suelo, está borracho”… ¿por qué una persona “presuntamente” borracha parece tener menos derechos que cualquiera?

Si un día me baja el azúcar y me desmayo en el metro, ¿me diagnosticará también el conductor? ¿Valorará él lo que necesito?, ¿y cuánto tardarán en atenderme? Olé, olé TMB.

Metro… disculpas las mías

Por Sagrario

[Réplica a la carta ‘Mis disculpas’, página 17 de este PDF] Porque pese a tus paros subieron las tarifas, quitaron frecuencia de trenes, rebajaron horas de servicio, no te subieron el sueldo (¿no crees que ganas mucho aún si te quitan 500 euros mensuales y aún puedes perder más euros en paros?). Pero por tus paros hemos llegado muchos ciudadanos tarde a nuestros trabajos u obligaciones, porque entre supuestas averías eléctricas, que se accionen los frenos dejando los trenes parados en túneles durante horas, perros que corren por las vías (no había pasado nunca hasta ahora, ¡qué casualidad!), en fin, retrasos varios que ya no se los creen en las empresas y que nos han hecho cambiar de medio de locomoción, por eso, porque sólo piensas en lo que ya no te pagan, porque te quejas de que trabajas 365 días al año (lo cual no es cierto) sin pensar que hay mucha más gente como tú (policía nacional, guardia civil, vigilantes de seguridad, etc.), por todo esto, cada vez tu empresa ha ido teniendo menos clientes y menos beneficios  y,  por eso, como tú estabas tan descontento y has sido uno de los impulsores de la falta de clientes deberías pasar a ser integrante de la empresa más grande de España, la que tiene casi 6 millones de personas, el desempleo. Por eso te pido disculpas yo, porque deseo que sepas lo que es, que otros como tú te quiten calidad de vida al creerse con derecho a todo, perjudicando al resto de la ciudadanía, a los pocos trabajadores que aún quedan, a los parados, a los niños y jóvenes que van a estudiar y a los ancianos. Por eso te pido disculpas yo, porque espero seas compañero mío en esa empresa de 6 millones a la cual pertenezco yo por tu culpa.

 

Renfe no deja a mi hijo llevar su contrabajo

Por Rosa (Zamora)

Mientras el pequeño de la familia crecía, iba fundiéndose cada vez más delicadamente con su inseparable contrabajo. Un espantoso ruido había ido madurando rumbo a una adecuada melodía que fluía con el aire de la casa y entraba y salía a borbotones. Nos acostumbramos a la música, a los conciertos por aquí y por allá, todo lo adaptamos al gran instrumento, habitación, coche, viajes…Teníamos dos hijos y un contrabajo… amigo. Con el tiempo el pequeño creció y con la ilusión que envuelve a los que tienen la suerte de saber exactamente lo que quieren le enviamos a estudiar, o a reestudiar su contrabajo a 700 kilómetros de nuestra casa, de su casa, que quedó en silencio y con un punto de soledad. Pero las cosas a veces se tornan difíciles y algo con lo que no contábamos llegó a complicar, gratuitamente, nuestras vidas.

A 700 kilómetros íbamos a recoger a nuestro hijo y a su contrabajo o sencillamente esta vez no lo veríamos. Sin ningún remordimiento, en la estación de Renfe, nuestro hijo, un pequeño contrabajista de 17 años y media hora antes de que saliera su supuesto tren, no daba crédito a sus oídos cuando la profesional de turno le negaba el acceso a su contrabajo y, por tanto, a los dos. ¿Dificultad para entenderlo? ¿Ignorancia? ¿Dejadez?

No regresaría a su casa después de varios meses. El mundo se le vino abajo, solo y a tantos kilómetros de distancia. Por suerte, esta vez, el padre de un compañero con las mismas dificultades decidió ir a buscar a su hijo y con ellos pudo venir el nuestro. Desilusionado y deprimido lo abrazamos quitándole importancia a lo acontecido. Pero ¿qué pasaría en un futuro? De entrada tuvimos que llevarlo de regreso y hacer los 1.400 kilómetros que no arreglan nada. El resto de los viajes ¿cómo los hará? ¿Es que no existe un hueco en algún tren? ¿Todos los trenes de nuestro país tienen cubiertos sus espacios?

Cierto es que hay sitio para una guitarra porque dicen que da las medidas, una enorme maleta también mide adecuadamente, un contrabajo, sin embargo, se pasa ¡dicen! ¿Qué medida ha de tener la vida de mi hijo para manejarla por el mundo adelante? ¿Qué medida ha de tener para que no le impidan regresar a casa cuando le apetezca? Una vez solventados todos estos problemas por el propio músico con la ayuda de amigos, familia, etc, no con la ayuda social, sin embargo es ahora cuando la sociedad acude a los conciertos y escucha embrujada la magia de la música que sale de aquel conjunto de personas que han acumulado horas de trabajo, de trasiego, de esfuerzo y a todo esto añadimos las dificultades gratuitas que tienen que soportar los contrabajistas.

Si hay posibilidades, y las hay sobradas a mi entender, de dar una solución válida a este problema ¿por qué no se toman medidas de ningún tipo? ¿Por qué no se facilita la vida de estos trabajadores, estudiantes, luchadores? Una vez más discriminamos a las minorías sin tener ninguna razón para hacerlo. ¿Cómo podemos sentir la música? ¿Cuál es el sentido contradictorio que le damos a la vida organizando grandes conciertos en grandes teatros, palacios y salones a la vez que nos molesta un niño y su contrabajo en el asiento de un tren regresando a su casa?