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Entradas etiquetadas como ‘trampa’

La importancia de las redes sociales para hacernos escuchar

Por Foix Coral

Redes sociales y mensajería (Archivo).

Redes sociales y mensajería (Archivo).

Hace unos días vi en Instagram un post evidenciando la trampa que se esconde detrás del supuesto “elogio” establecido por la convencional idea de que las mujeres podemos hacer muchas cosas a la vez –a diferencia de los hombres–. Y no sólo eso sino que, esta se usa para “aclamar” la figura de la mujer poderosa en un intento de reivindicación feminista totalmente desubicado.

Inmediatamente puse like y compartí con mis amistades ese post, que defiende un claro: “No, gracias. No podemos con todo y no queremos”. Al ver de nuevo en Instagram las declaraciones de Sofía Castañón en el Congreso de los Diputados refiriéndose a esta foto me ha parecido más que importante. No simplemente por el mensaje que daba sino, además, por lo que implica que una diputada haga referencia al post de una influencer en redes en el Congreso.

Así, se evidencian claramente los grandes cambios en la generación de opinión y la transmisión de información del mundo actual, donde tenemos mucho más al alcance los medios para participar activamente y hacernos escuchar.

Todo era mentira

Por Ángel Villegas Bravo

La atleta palentina, Marta Domínguez, durante su participación en Londres 2012 (EFE).

La atleta palentina, Marta Domínguez, durante su participación en Londres 2012 (EFE).

En mi casa, cuando competía, todos nos reuníamos alrededor del televisor, ilusionados, seguros de presenciar un derroche de esfuerzo, de pundonor, de entrega. A medida que la prueba avanzaba, empezábamos a ponernos en pie, a lanzar exclamaciones, a animar, como si estuviéramos en el estadio: ¡Vamos, Marta, vamos, Marta!

Al final, el júbilo, los abrazos y los elogios; la celebración, como si Marta fuera de la familia; era de la familia, de la familia de los que amamos el deporte y admiramos a los que lo dan todo, triunfen o no, pero dejándose la piel. Y Marta era así, creíamos que era así.

Ahora sabemos que todo era mentira, que Marta nos ha engañado, ha engañado a todos los que la seguíamos con devoción, ha engañado a sus compañeros atletas y les ha robado prestigio y, tal vez, la oportunidad de algún triunfo a los que competían limpiamente, sin trampas.

En lugar de recurrir (otra vez más)  debería pedir perdón a todos los que nos sentimos engañados, a todos sus compañeros deportistas, y darnos, al menos, la oportunidad de perdonarla, de sentir que está arrepentida. Y debería tener un gesto: devolver todo el dinero que se ha embolsado injustamente, incluido su sueldo de senadora.