Por R.M.
Estimados clientes, antes de cargar contra nosotros operadores sin tener toda la información, ruego atiendan a estas líneas. Si tanto les molesta que les atiendan extranjeros, nunca desde España, reclamen, pues sus datos están fuera del país (nuestros trabajadores supervivientes a ERE y sus minisueldos, que sí cotizan a la Seguridad Social, se lo agradecerán).
No reclamen a gritos sobre asuntos que son ley: cambien su voto, rebatan dichas leyes, clamen contra Europa, pues solo estos tienen disculpas que pedir.
Un superior les dirá lo mismo que nosotros, pero más bonito; nos obligará a hacerle creer que estamos reclamando, sancionará por la duración de la llamada, dirá que no trabajamos para solucionarles a ustedes la vida, y, tras colgar, despertarán: les han vendido humo.
Atados de pies y manos, con un trabajo que nadie continúa, realizamos el triple de tareas con la mitad de personal. Todo esto desencantados, distanciados de su realidad y bajo la amenaza de despido, como me puede costar esta carta. Realmente, ¿se ayudan a ustedes mismos?