Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘sonreir’

Feliz día, mamá

Por Adrián Gómez-Rey Benayas

Hoy, como cada primer domingo de mayo, es el Día de la Madre. Un día ideado para acordarnos de ellas, esas personas con un sexto -o séptimo, si hace falta- sentido en lo que respecta al cuidado de sus hijos, y que la mayor parte de las veces no las consideramos como se merecen.

Una madre abrazando a su hija (Gtres).

Una madre abrazando a su hija (Gtres).

Y, aunque aquí siempre aparezca el hijo/a ejemplar que diga que eso es mentira, no nos podemos imaginar el sacrificio de estas mujeres que, impulsadas por un instinto biológico que les empuja a tener una criatura que solamente les va a dar dolores de cabeza en un principio, renuncian a gran parte de la libertad que tenían. Y es que aún hoy en día se desconoce en qué parte del embarazo las madres adquieren esas capacidades sobrenaturales (que parecen venir de serie con la placenta) para poder entender el lenguaje de los llantos de los bebés; para poder actuar como termómetros humanos cuando su hijo tiene fiebre y para tener los conocimientos equivalentes a un máster de economía y saber si ese juguete extra que en unos días acabará olvidado en un rincón de la casa puede entrar en el presupuesto.

También adquieren la capacidad para esconder el dolor, ya que, aunque por dentro estén destrozadas por diversos motivos como un matrimonio que acabó mal y que terminó como otros muchos, en divorcio, son capaces de sonreír y convencer a su hijo/a de que absolutamente todo va bien. Consiguen la fortaleza para hacerse cargo de cualquier situación adversa y encontrar una salida airosa. Aprenden las facultades pedagógicas para ayudar a su hijo a entender los problemas del colegio o instituto y se impregnan de la sabiduría para darles consejos sobre la vida, deseándoles siempre lo mejor, y sobre todo ofreciéndose en todo momento con mucha paciencia. Es la paciencia con la que las madres ven que sus hijos llegan a una edad donde se resisten a mostrar su afecto públicamente. Y más adelante empiezan a percatarse de que la mayor parte de su vida se les ha pasado cuidando de sus hijos quienes tal vez la vean ahora como un estorbo.

Sin embargo, hoy me gustaría hacer honor a estas valientes mujeres, que lo han dado absolutamente todo altruistamente. Y es que en esta vida, al igual que hay que mirar hacia delante para saber hacia dónde vamos, también es preciso mirar hacia atrás, recuperando la casa familiar (ese lugar en el que crecemos queriéndolo abandonar, y cuando lo dejamos, pasamos a añorarlo) para recordar de dónde venimos. Y en ese momento vuelve a surgir la figura de nuestra madre.

Así que, por todo esto y por mucho más, feliz día, mamá.

 

 

Al menos mira y sonríe

Por Paulino Lorenzo Tardón

A mí me enseñaron que cuando se entra en un sitio en el que hay personas se debe decir algo a modo de saludo. El sentarse al lado de una persona en un transporte público -o privado- es entrar en su sitio, es poco menos que estar pegados, lo que a mi parecer obliga aún más al saludo.

Cuando viajamos y el trayecto va ser largo, como viajar en autobuses o trenes que nos llevan a los pueblos de cercanías, es todavía como más obligado. Pues bien, observo que la gente no se dice nada. Cuando yo vivo esa situación y entro en el sitio de un viajero cualquiera, muchos a los que me dirijo, cuando ellos me ven, no contestan o como mucho notas que se sienten extrañados. Muchos pasajeros, sobre todo jóvenes, llevan los cascos puestos y no te oyen. Aunque te vean, muchos ni hacen gesto alguno. Por todo ello animo en esos casos a decir algo o al menos mirar y sonreír. Con una sonrisa has dicho todo y ello abre puertas en todos los ambientes.

 

¡Quiero dientes… para sonreír y masticar!

Por Paloma Larroca

¡Menuda suerte la mía! Tengo un trabajo con el que puedo pagar el alquiler; los recibos, y me quedan 250 euros para cuatro personas, para desayuno, comida y cena (que hay gente que sólo desayuna, come o cena) para todo el mes. O sea, que hago milagros o más bien multiplico los panes y los peces (no, estos no, que no me llega).

Me faltan dos dientes más de arriba, además de todas las muelas, no puedo ir a un dentista privado, ¿es un asunto tan absurdo el poder exigir que la Seguridad Social te implante por necesidad unos dientes o muelas en vez de tantos senadores, diputaciones provinciales, asesores de asesores? ¡Caray! Esto es un pastón que se puede emplear en salud bucal. No por tener una sonrisa bonita, ¡para poder masticar! No coger cada dos por tres infecciones e ir al dentista de la Seguridad Social y, hala, a quitar otra pieza.

58604-944-550dentista

(ARCHIVO)

Trabajo de cara al público y tengo que taparme la boca, que casi queda peor que sonrías y parezcas ‘El Pozí” (con todo mi respeto).Señor presidente del gobierno; señoras y señores diputados, presidentes de autonomías, alcaldes y demás familia política: ¡no quiero una sonrisa ‘profident’ quiero sonreír y masticar!