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Entradas etiquetadas como ‘sociales’

Más soluciones y menos Artur

Por Juan Antonio Sánchez Campos

Seguimos hablando de Cataluña sin parar mientras los números vuelven a darnos la razón sobre la falta de sinceridad de los gobernantes, intentando  disimular su incapacidad para acabar con el paro, intercambiando palabras de secesionismo o independentismo por doquier, como si esta fuera la causa del desempleo o el obstáculo a sortear para cubrir las necesidades sociales del resto de la población española.

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Artur Mas. (EFE)

Si la mayoría de ciudadanos de la comunidad de Cataluña quiere decidir su propio destino, es impropio no dejarle que caiga en la osadía de votar si quieren o no seguir su camino a ninguna parte. La necesidad apremia en el resto de regiones y Cataluña no debe ser tratada como el ombligo de España dejando pasar unas fechas cruciales en las cuales los representantes políticos debieran estar atentos a las listas del INEM más que a los listos de turno obcecados en dar la espalda a una Constitución que aunque falta de renovación, contribuye al sostenimiento social de nuestro país desde que la dictadura quedó fuera de nuestras vidas.

Palabras, muchas palabras en el aire y ningún compromiso aceptable de las partes interesadas en llegar al poder el próximo mes de diciembre, las que de ser más largo el año engrosarán la suma de una media docena de ocasiones en las que los ciudadanos han tenido que recoger la papeleta e introducir en las urnas parte de su esperanza en un progreso hacia un futuro con la desigualdad social incipiente y la falta de recursos en cientos de miles de hogares españoles.

Tanto hablar de separación nos ha vuelto incapaces de ver la realidad que tenemos delante de nuestros ojos. Los problemas no se solucionan con la confrontación o el ánimo de independentismo en algunas zonas del país porque el paro, la discriminación social y la carencia de instrumentos que sustenten la atención a los servicios sociales siguen estando ahí por mucho que se intenten tapar mediante discursos, debates o alegaciones infructuosas en tiempos de crisis.

Es hora de tirar de la misma cuerda por mucho que a algunos les duela. Son épocas de esfuerzo común sin demasiadas ideologías de por medio, para ellas ya habrá tiempo cuando las bases que sustentan la economía de todas las autonomías salga a flote. Servirse de análisis poco convincentes que conlleven irrealidades de pronóstico impredecible y atentan a la dignidad de los ciudadanos dándoles a entender que las pensiones, al igual que los sueldos, tendrán una subida más provechosa que en años anteriores; la dura realidad es bien distinta y trae consigo una nueva subida apenas visible en nuestro bolsillos y por ende, en lo que a los hogares respecta, seguirán pasando calamidades varios millones de españoles. ¿O la subida del 0,25% debe alegrar a los votantes?.

Ahora toca remar, confeccionar programas de crecimiento basados en realidades posibles, creando sistemas de regeneración social y acabando con una corrupción denodada durante treinta y siete años de democracia. Fundamentar la creación de un clima idóneo en el que trabajar con constancia para lograr una calidad de vida y un bienestar social desaparecido entre oleadas de promesas incumplidas por todos los gobiernos que hasta ahora han pasado por Moncloa beneficiados por un bipartidismo exageradamente labrado con la única intención de servirse de la alternancia, según vinieran dadas las legislaturas en cada momento.

Sin voz ni voto…y ahora sin derechos

Por Mayte Guillén

Me dirijo a su periódico en representación de mi hermana de 30 años, con 83% discapacidad y Grado III. Ella no tiene voz porque su habla silenciosa y tropezada solo la entendemos algunos. Su mundo somos su familia, y nuestro mundo gira en torno a ella. Tampoco tiene voto por que su incapacitación así lo determina.

En el 2007 solicitamos la dependencia, desde entonces se han publicado normas inconexas, hemos reciDependenciabido la visita del valorador en casa por dos veces, pero solo damos pasos en círculos sin avanzar, con trabas administrativas y sin rastro de ayudas…Así que solo me queda concluir que, como decía al principio, mi hermana no solo no tiene voz ni voto, sino que además no tiene derechos.

Quizá deberíamos replantearnos qué hacer con sus obligaciones, especialmente las fiscales; pero claro ella no es una SICAV ni es consejera delegada de entidad bancaria, ni se relaciona con las Islas Caiman, ni tiene dinero que aflorar…

«Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”

(…)». Art. 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Sobre el consumo y sus consecuencias

Por Ignacio Caballero Botica

Corría el año 2008 cuando vi en televisión que los Juegos Olímpicos de Pekín se inauguraban repletos de fuegos más que artificiales. En aquel momento pensé que de nada habían servido las denuncias sobre los derechos humanos, laborales y políticos en el gigante asiático; lo importante es que tienen más de mil quinientos millones de consumidores y frente a eso, nada se cuestiona.

Durante muchos años, hemos invertido en las tiendas de los chinos o de los veinte duros; lugares insalubres, oscuros, cutres, malolientes y de nula calidad en la atención al cliente. Ahora vivimos en una sociedad que cada vez se parece más a esa descripción. Porque cada producto consumido configura la sociedad en la que vivimos; es una forma de votar ante las enormes carencias de un sistema democrático que se nutre de cheques en blanco cada cuatro años.

Si compras productos fabricados mediante la explotación de otros seres humanos, tarde o temprano el explotado serás tú porque todos estamos conectados. El día que decidimos consumir productos chinos en comercios infames, comenzaron a quebrar los comercios españoles; un reflejo de la economía de ambos países en nuestros días, donde somos deudores de aquellos a los que tanta bagatela hemos comprado.

Lo peor de todo es que Europa ha decidido que en lugar de forzar al gigante asiático a cumplir con unos mínimos derechos humanos, sociales, civiles y laborales para permitir que sus productos se vendan en nuestros países, ha tomado el camino de equipararnos a nosotros para que trabajemos como chinos y poder competir con ellos. Para que en nombre de la competitividad, cada vez sean menos los que tengan más y más los que tengan menos. Despierta.