Por José Antonio Pozo Maqueda
Debería estar claro, muy claro: las aceras para los peatones. El tránsito de todo tipo de vehículos (bicicletas, motocicletas, monopatines y “segways”) por las aceras va a más sin que parezca que nadie esté dispuesto a ponerle coto, con el consiguiente peligro para la integridad física de los viandantes que no pueden caminar tranquilos y sin sobresaltos.
Además, ¿existe un medio más ecológico para trasladarse que las propias piernas?