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Entradas etiquetadas como ‘selfie’

Lo guay es ser idiota

Por Miguel Gisbert

Dos chicas haciéndose un selfie (Gtres).

Las mayorías más visibles controlan el mundo o, al menos, los micromundos en los que se expresan. Lo hemos visto en la estrategia de Suecia para superar el acoso escolar. No actúan sobre el agresor para corregir su comportamiento ni sobre la víctima para que se defienda, sino sobre la mayoría expectante. Saben que son todos esos espectadores silenciosos los que pueden, con su opinión y reacción, influir de manera más eficiente en el agresor.

Pues bien, por desgracia parece que este efecto de influencia masiva está teniendo repercusiones negativas en la cultura, el arte y el conocimiento humano. Resulta muy común ver a los más jóvenes escuchar, o mejor dicho poner de fondo, música de base percutiva redundante, por no decir idéntica, y letras de aportación nula en el mejor de los casos o misógina en el peor.

Muy rara vez se puede ver a alguien salirse del estándar, decir que le gusta otro tipo de música, que utiliza el móvil para algo más que snapchat y selfies, que ve vídeos que duran más de dos minutos, incluso ve películas o lee libros. Resulta muy valiente apartarse del rebaño, ser el raro del grupo, opinar de temas que se salen de la simpleza o banalidad extremas. Parece que antes “interesante” era un adjetivo positivo y ahora es justo al contrario, se usa casi como insulto.

En algunos grupos, peligrosamente en algunos muy jóvenes, se pasa de idiota a pedante sin término medio, no se deja espacio a la curiosidad ni al enriquecimiento cultural o artístico. Parece que, como decía Carlos Ruiz Zafón en su novela La sombra del viento: «Este mundo no se morirá de una bomba atómica como dicen los diarios, se morirá de risa, de banalidad, haciendo un chiste de todo, y además un chiste malo».

Animales cautivos, semimutilados… ¿hasta dónde vamos a llegar?

Por Mónica Ramírez

Algunas de las palomas teñidas de colores decomisadas en Barcelona (Guardia Urbana).

Algunas de las palomas teñidas de colores decomisadas en Barcelona (Guardia Urbana).

Muchos países mantienen a animales cautivos, semimutilados, para que sea posible fotografiarse con ellos.

Hace poco leímos la noticia de que, en Barcelona, grupos de extranjeros pintan de colores y cortan las alas a palomas blancas para que los turistas puedan hacerse selfies. Me pregunto hasta dónde se llegará con este cruel hábito.

Parece que casi no hay límites ya. Hacerse un selfie es más importante que cualquier otra consideración moral. Se dice que la sociedad evoluciona, y yo me pregunto: ¿hacia dónde?

Narcisos del selfie

Por Fernando Carmona

Reza el mito griego que existió un joven apuesto y viril llamado Narciso, quien se enamoró tanto de su reflejo, proyectado en un lago cristalino, que terminó matándole. O como bien dice mi final predilecto de esta tragedia: Narciso fue condenado a vivir para siempre, enamorado de su imagen sin llegar nunca a conocerse a sí mismo. Después de esta brevísima y humilde introducción a la mitología me pregunto: ¿Qué sería de Narciso si viviera en el actual apogeo de los selfies? Tal vez pasaría horas y horas subiendo fotos a Instagram (que no poseo) y Twitter (que no sé usar). Y es que tal vez nos encontremos ante nuestro lago cristalino y no nos demos cuenta. Tal vez sin quererlo estamos destinados a vivir enamorados de nuestro reflejo cual espejo y morir sin conocernos a nosotros mismos, morir dejándonos llevar por la corriente, morir pareciendo sin ser.

(ARCHIVO)

(ARCHIVO)

Curiosamente la palabra selfie (la más utilizada en el año 2013, 2014 y lo que va de 2015) proviene de self que significa: uno mismo o a sí mismo. ¿Cómo puedo ser yo mismo si me dejo llevar por las masas, sus tendencias, sus modas y sus estereotipos? ¿Tenemos tanto miedo de mirarnos a nosotros y no al reflejo? Quiero ‘ser-fiel’ en vez de ‘selfier’ (si se me permite el término), no quiero sacarme una foto a mí mismo con una Cannon para seguir un canon de belleza impuesto. No quiero demostrar, alardear, exponer ni copiar la identidad de otros ni la mía. No quiero ser etiquetado ni mucho menos encasillado. Quiero ser libre y sobre todas las cosas quiero ser fiel a mí mismo. El selfie no es más que un retrato fictício o el reflejo de lo que queremos que los demás vean; es un grito de auxilio que clama por aceptación, es irreal y superficial. Los likes en Facebook, Twitter o Instagram no son más que la aceptación por parte de los otros espejos al reflejo de tu espejo.

Bien lo dijo Óscar de la Borbolla: «Nadie logra abstraerse de las caricias masturbatorias de un adulador profesional». Dejemos los selfies, las modas, los estereotipos y los cánones de belleza de un lado. En lugar de ‘selfier’ es mejor ser-fiel a uno mismo y aceptarse tal cual sin enamorarse de un reflejo fictício. Para concluir dejemos de alimentar «las caricias masturbatorias colectivas» porque si Narciso existiera en la actualidad viviría día a día ahogándose en su propio selfie.

La ridícula moda de los ‘selfies’

Por Faten Fakih

Hace tiempo, los autorretratos hechos con los smartphones se empezaron a llamar ‘selfies’. Ya se realizaban antes, pero lo que ha cambiado es el término que se le designa a este acto. Lo único es que antes decíamos que era una foto para publicar en  Facebook o en Instagram.

El 'selfie' del año 2014

El ‘selfie’ del año 2014

Pero sólo se le dio importancia cuando los celebrieties empezaron a hacer autofotos, como la que hizo Ellen DeGeneres en los Oscar de 2014 con grandes estrellas de Hollywood, que fue la contribuyó a originar esta tendencia.

Sin darnos cuenta esta moda ha ido más lejos de lo que esperábamos y ha creado instrumentos para aumentar su uso. Pero nadie esperaba que se fueran a usar palos para hacerse fotos y que se iba a convertir en un instrumento indispensable para los amantes del autorretrato. Y si ya parecía una moda estúpida usar palos para sacarse una foto, se han creado unos calzados femeninos para poner el smartphone en la punta del zapato.

En vez de usar las manos, las mujeres pueden usar sus piernas como palos para hacerse fotos. Pero, las modas no son estúpidas, ni aquellos que usan estos instrumentos, si no el exceso y la dependencia por hacer autorretratos es lo que los convierte en instrumentos narcisistas. De todas formas, las modas sólo surgen para satisfacer las necesidades de la sociedad.

Mandela, descansa tú que puedes

Por Ignacio Caballero Botica 

Dicen que podía haber sido el presidente de todos, el gobernante universal, una especie de padre de la humanidad. Grandes frases que la historia refrenda, pero que en su funeral desafinaron por varios motivos. Por un lado el lenguaje de signos de un intruso poseído por un «aserejé» de cuatro horas. Mérito tiene y calambres en los brazos también. Por otro Obama, cuya comparación con Mandela devalúa todavía más la imagen del primero, haciéndose fotos como si estuviera en Rock In Río y con un Nobel de la Paz más discutible que el Oscar de Marisa Tomei.

Una pantalla gigante proyecta la imagen del expresidente sudafricano Nelson Mandela durante el multitudinario servicio religioso oficial celebrado en su honor en el estadio FNB de Soweto, en Johannesburgo (Sudáfrica). EFE

Una pantalla gigante proyecta la imagen del expresidente sudafricano Nelson Mandela durante el multitudinario servicio religioso oficial celebrado en su honor en el estadio FNB de Soweto, en Johannesburgo (Sudáfrica). EFE

Me encantaría saber si tras el tonteo a lo selfie, el bueno de Barack durmió en el sofá oval aquella noche. Para terminar nuestro presidente: ese que trabaja para que seamos un país serio. No se lo ocurre otra cosa que meter en la misma frase a la figura de Mandela y el gol de Iniesta. Dicen que es el mejor presidente que podemos tener en este momento. Lo dice la de la indemnización en diferido. Ya termino porque esta carta parece un Saturday Night Live. Mandela, descansa tú que puedes.