Por Francisco Javier España Moscoso
Sin suponer o insinuar nada, la realidad de los hechos solo me lleva por el camino de la sospecha.
¿Por qué cada vez que la comunidad internacional intenta mediar a favor del reconocimiento del Estado palestino, acaece un brutal atentado?, a lo que añado, ¿A quién favorece esta situación?
Haciendo una retrospectiva podemos comprobar el no tan casual paralelismo temporal entre los atentados y las diferentes conferencias de paz, desde el intento de Madrid en 1991, pasando por los Acuerdos de Oslo firmados entre Isaac Rabín y Yasser Arafat el 13 de septiembre de 1993 hasta la última iniciativa por reconocer o no al Estado palestino por parte de España, algo que se pone cuesta arriba tras lo sucedido en Jerusalén.
Dicho esto no es arriesgado sacar conclusiones, dado que aquí alguien o algo se está empeñando en utilizar la barbarie contra la esperanza de millones de palestinos e israelitas.
Ahora más que nunca deberíamos tomar nota de la determinación de Suecia al reconocer al Estado palestino y hacer lo propio, para dejar una clara advertencia a aquellos que intentan minar la paz con una guerra sucia que se alarga demasiado.