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Entradas etiquetadas como ‘policia’

El derecho a la dignidad en los CIES

Por Luis Fernando Crespo Zorita

Inmigrantes en los CIES (HUGO FERNÁNDEZ /20 MINUTOS)

Inmigrantes en los CIES (HUGO FERNÁNDEZ /20 MINUTOS)

Los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES) se han convertido en un recurso policial extemporáneo para la retención de personas, sometidas al único procedimiento administrativo sancionador que utiliza la privación de libertad como medida cautelar, a pesar de que tales expedientes deben ser resueltos con una multa y solo excepcionalmente con la expulsión forzada del territorio nacional.

La organización y la gestión de los centros la asume directamente la Dirección General de la Policía; es decir, la Policía detiene a los extranjeros (a veces, por su aspecto); instruye el expediente; propone la sanción; el delegado del Gobierno decide y se mantiene la retención hasta 60 días.

Durante ese tiempo, la atención personal a los internos será encomendada a la ONG de turno y, finalmente, se ejecuta la sanción, todo ello bajo el principio policial de la mínima intervención, hasta el punto de que, a veces, se les han muerto los internos sin que nadie se haya dado cuenta de que estaban enfermos.

La custodia y la intervención con los internos debería ser prestada por funcionarios de la Administración civil del Estado con la formación suficiente y con el altísimo compromiso profesional que exige un servicio público tan complejo como es mantener a una persona privada de libertad. A pesar de la sentencia del Supremo, parece que el derecho a un trato digno seguirá sin entrar en los CIES.

¿Para qué pago mis impuestos?

Por Pilar González

Un pasaporte en una imagen de archivo. (ARCHIVO)

Un pasaporte en una imagen de archivo. (ARCHIVO)

Mi aventura comienza cuando solicito cita para hacer el pasaporte de toda mi familia (marido e hijas de 3 y 5 años) porque habíamos contratado un viaje con salida el 21 de julio. Al llamar, me concretan que ya no hay citas hasta el 22 de julio, es decir, un día después de salir de viaje.

Desesperada llamo a varias comisarías de Madrid y en todas me indican que están saturados y no atienden sin cita, excepto en la calle Luna y Tetuán, donde la gente hace colas desde las cinco de la mañana. ¿De verdad me imaginan con mis hijas de 3 y 5 años haciendo cola a las 5 de la mañana?

No contenta con la opción que me dieron, contacto con la comisaría de Coslada donde un amable señor, con muy buena intención, me tranquiliza diciéndome que dada la premura, lo mejor es que me persone con los datos del vuelo y la confirmación del viaje porque lo normal es que en esa situación de urgencia me atiendan sin ningún problema.

El 10 de julio me presento en dicha comisaria a las 8:20 de la mañana con mis hijas y marido, y tal solo dos personas sin cita esperando. Estas personas me indican que necesitan pasaporte para una de ellas y conocen allí un policía, el resto se lo imaginan….dicho policía les llama y entran por la puerta del personal, salen contentas (apuesto un millón, a que consiguieron su pasaporte).

Cuando me acerco a preguntar si pueden atendernos sin cita, recibo un no tajante, ni siquiera fueron capaces de esperar a ver si se despejaba y de esa forma, poder atendernos.

Mi pataleta…una hoja de reclamación. De verdad, ¿hay derecho a esto? ¿Para qué pago mis impuestos si nadie me atiende a pesar de estar en una situación de urgencia?

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Las sanciones de tráfico más incomprensibles

Por Francisco Javier España

Un guardia civil, multando a un conductor tras una infracción. (EUROPA PRESS/ALD AUTOMOTIVE)

Un guardia civil poniendo una multa de tráfico. (EUROPA PRESS/ALD AUTOMOTIVE)

Desde este púlpito improvisado quiero agradecer a los padres del Reglamento General de la Circulación en vigor (antes Código de la Circulación), su denodado esfuerzo por preservar la integridad de las cervicales de los conductores. Lo digo porque no encuentro otra explicación a las sanciones que ha dispensado un agente de la policía local de Poio (Pontevedra) a los conductores que al pasar por delante de su puesto giraban la cabeza hacia un lado.

Y mientras tanto, encender un cigarrillo, sacándolo previamente de una cajetilla colocada en un lugar comúnmente comprometido, para luego acceder a un peligrosísimo mecanismo de incandescencia que acaba en multitud de ocasiones quemando la moqueta o lo que es peor, la entrepierna, sigue siendo una acción a todas luces legal.

A pesar de que los reglamentos están para cumplirse, siguen existiendo incongruencias que evidencian que solo se mira la recaudación y el sostenimiento de determinados oligopolios.

Caso Katherina, historia de una farsa judicial

Por Carlos González 

El 18 de agosto de 2011, durante la visita del Papa Benedicto XVI, después de haber realizado algunos reportajes fotográficos sobre la visita y las manifestaciones laicas en contra de la financiación de dicha visita, ya de regreso al coche para irme a casa, fui testigo presencial de una desagradable agresión a una joven menor de edad, Katherina, y a un fotógrafo de un diario cordobés, Daniel Nuevo, por parte de una unidad de agentes antidisturbios. Los desmanes de estos agentes fueron recogidos por mi teléfono móvil y ofrecí la grabación a las víctimas como prueba testifical, por si querían presentar una denuncia (https://www.youtube.com/watch?v=9zJCgUu5mtE).

Durante casi tres años he ido recibiendo noticias sobre los obstáculos que ha tenido que superar el abogado de la acusación, Juan Manuel López Rubio, que en varias ocasiones ha tenido que activar el proceso con práctica de pruebas y haciendo ver a la juez instructora (la misma que dictó el auto de sobreseimiento) que la causa era de «interés social» para poder llevar a juicio a los agentes participantes. El vídeo fue admitido casi dos años después de poner la denuncia y finalmente quedó sólo un imputado, el que agrede a la niña y al periodista. De un juicio penal que se pedía la juez decidió que quedase en un simple juicio de faltas.

Antes del juicio

«Minutos antes del no juicio», afirma Carlos, que aparece con Katherina y Daniel (CARLOS GONZÁLEZ)

Las triquiñuelas y mamandurrias de la justicia -fiscal, juez y abogado del estado incluidos-, han hecho pasar el caso a un juzgado de la Audiencia de Madrid para regresar seis meses después, tiempo suficiente para dar el caso por prescrito, algo inaudito según me contaba el abogado, que no está seguro de si eso que estaba pasando se correspondía con la ley; de hecho se va a presentar un recurso.

En el juzgado, acompañado de Katherina y Daniel, nos dábamos por satisfechos con ver que el «personaje» tuviera que pasar por el juez y que volviera a ver el video que protagonizó. Tuvimos que esperar un retraso de más de un par de horas sentados en las escaleras del juzgado a que empezara la vista (foto) y finalmente el secretario me comunicó que no tenía que entrar a testificar, que la causa había prescrito.

La cara de circunstancias que se nos quedó a todos fue seguida de los consiguientes comentarios sobre el funcionamiento de la justicia en este país. Yo personalmente me imaginaba que esto iba a quedar en nada, visto el presente uno sabe que la justicia tiene dueños en este país, pero me dolió ver el rostro de Katherina con los ojos llorosos por este fraude judicial y la cara de incredulidad de Daniel, que había venido de Córdoba específicamente para acudir al juicio y cuyo regreso tenía pocas horas después.

Al parecer hasta la fecha no hay ningún agente que haya sido condenado por agresiones a pacíficos manifestantes, ya ni con pruebas gráficas. Esta es la justicia que tenemos.

 

Multado por aparcar en una zona de carga y descarga… ¡mientras repartía!

Por Jordi Virgili

Depósito de grúas. (JORGE PARÍS)

Depósito de grúas. (JORGE PARÍS)

La semana pasada, la grúa de Barcelona me hizo un gran regalo. Trabajo de mensajero con la furgoneta de mi madre, una Ford Courier mixta. Se la llevaron por estar bien aparcada en zona de carga y descarga. Como estaba bien aparcada y con el disco puesto, pedí explicaciones. Me respondieron que era porque los asientos traseros estaban puestos y que estaba indicado en la señal de tráfico. Poco les importaba que el maletero estuviera lleno de cajas.

Sacar la furgoneta del depósito son 147€ más la multa que no he pagado. Al reclamar a la policía, me dijeron que ellos no se encargaban por ser una empresa independiente. Por cierto, el trato de la empresa BSM es penoso, me he sentido maltratado.

¿Quién se lleva el dinero de la grúa? Había muchísimas grúas trabajando a destajo, a 147€ por 10 minutos de trabajo me hace pensar que alguien se está forrando. ¿Por qué el mismo vehículo no se lo llevan si los asientos están plegados? Aquí huele a vamos a ganar dinero a toda costa, vuelvo a pensar en quién se está forrando. ¿Es comprensible la señal de tráfico?

Un abrazo para todos los que están hartos de esta situación, me quedo en espera de que esto cambie. Mientras tanto, ni votaré ni trabajaré, seré una lacra de esta sociedad cobrando lo poco que me paguen de paro, obligado por nuestros tan buenos gobernantes.

Firma uno que gana 700€ al mes y que se gasta 250€ en gasoil, más 200€ en multas, más 200€ de desgaste de furgoneta, más 20€ en llamadas de teléfono…

Caja Mágica, ocio sin límites para la clase alta

Por Vanesa Serrano

El domingo 11 de mayo se celebró dentro de la Caja Mágica el final del torneo de la Master de Tenis de Madrid de este año. Es un torneo que debido a los precios que tiene es absolutamente inaccesible para la gente del barrio, pero lo que sí tenemos que sufrir es la fiesta de clausura, que se prolongó hasta las 4.30 de la madrugada con la música tan alta que la oía desde mi casa, que está a 850 metros.

Imagen exterior de la Caja Mágica (JORGE PARÍS)

Imagen exterior de la Caja Mágica (JORGE PARÍS)

Durante toda la semana ha habido furgones de la policía nacional en la puerta de la Caja Mágica; las leyes que rigen el cierre de locales de ocio a las 3.30 de la madrugada no se aplican si el ocio es de la clase alta de Madrid. ¡Indignante!

Hija de ‘madero’… hija de un buen ‘poli’

Por Vanesa

Me llamo Vanesa y soy una orgullosísima hija de «madero» como vulgarmente cierto sector los califica con el único objetivo de infravalorarlos  aunque sin conseguirlo, pues no existe orgullo más grande que haber crecido rodeada de tantos valores como desprenden aquellos que nacieron con la vocación de servir al ciudadano. Como yo,  muchos familiares o amigos de miembros del CNP estamos consternados ante los sucesos del pasado sábado, si les soy sinceros he sido incapaz de ver por completo algunos de los tantos videos que circulan libremente por internet y en multitud de ocasiones he tenido que respirar profundo al leer o escuchar comentarios que rozan la incoherencia y hasta la maldad si me permiten el atrevimiento.

He echado en falta la reacción por parte de aquellos ciudadanos que ante cualquier incidente marcan el 091, sí señores es su obligación, es su trabajo descolgar ese teléfono y acudir sin demora cuando se les necesita, pero ahora son ellos los que los necesitan a ustedes  y… ¿dónde están? ¿Dónde están esas palabras de ánimo,  de apoyo o de indignación cuando observan como apalean -y digo APALEAN-, escupen, agraden, humillan sin que les tiemblen las piernas a esa banda de desalmados (por no llamarlos de otra forma y caer en su juego)?

Un policía nacional (ARCHIVO)

Un policía nacional (ARCHIVO)

No es mi intención, o quizás sí, exigir que se depuren responsabilidades, es vergonzoso escuchar a cierto responsable decir -y cito textualmente- “aguante, aguanten” cuando un grupo de radicales están apedreando o apaleando a sus hombres.

Es admirable ver el trabajo de estos  profesionales que dan tanto y reciben tan poco, ni siquiera en el sueldo, un sueldo señores que, por mucho que quieran pensar, no es más alto que el de otro trabajador, y por lo que parece incluye recibir insultos y agresiones, no solo físicas sino sobre todo verbales.

Sin más, recordar que cuando desaparece un anciano, ahí están, cuando sufrimos un robo, ahí están, cuando nos sentimos agredidos, ahí están y seguirán estando, porque su trabajo es su vida y así lo transmiten, aun cuando cuentan con unos recursos tan limitados y con tantas carencias.

Orgullosa de ser la persona que soy gracias a la educación y enseñanzas que un buen «poli»  me ha mostrado a lo largo de mis 32 años. Gracias a esos ángeles de la guarda que se juegan el tipo cada día por nuestra seguridad, por nuestra tranquilidad. Gracias.

Dignidad policial: ¿Gossos (perros) d’Esquadra?

Por D. G. E.

Se ha luchado mucho para que en Cataluña haya una policía propia con un centro de formación propio, pero tan importante es eso como que esta policía esté motivada. Y muy a mi pesar, podemos decir que tenemos policía, sí, pero cada día más desmotivada. Falta de chalecos, material de calidad muy bajo y falta de coches. Por si esto no fuera poco, cada día su trabajo es más difícil: gente que no les apoya, gente que les apoya y no puede decirlo sin recibir insultos y/o amenazas de cualquier persona que cree que todos los integrantes de cuerpo de los mossos d’Esquadra son unos maltratadores, drogadictos y chulos que no saben hacer otra cosa más que poner multas y maltratar detenidos.

Escudo de los Mossos (Archivo)

Escudo de los mossos d’Esquadra. (ARCHIVO)

No les bastaba con eso, que este viernes [28 de febrero] ha aparecido en el desfile de carnaval una carroza en la que podíamos ver el escudo de este cuerpo modificado en el que se podía leer “PPolicia, Gossos [perros] d’esquadra” y en el centro de dicho escudo el emblema de la localidad de Mataró; no satisfechos con esto un número de individuos, no puedo determinar cuántos, desfilan con unos disfraces de mossos fingiendo que estaban borrachos, drogados, incluso uno mostrando una bolsa donde se simulaba que había cocaína. Para acabar de empeorar la situación, que es un total ataque a la dignidad del cuerpo y sus miembros, el propio Govern dice que no hará nada, no se tomarán medidas. Y yo me pregunto, ¿es así como este Govern pretende mantener motivada a su policía? ¿Permitiendo que se les veje delante de miles de personas y niños? Me da igual la política, me da igual que el Ayuntamiento de Mataró este dirigido por CiU: los mossos, sus amigos y sus familiares, piden no, exigen respeto.

Sobre el ‘furgón botijo’

Por Alberto Tirado Parra

En tan solo un año, el presupuesto de las Unidades de Intervención Policial, los antipopulares antidisturbios, ha engordado un 1.000% (ha leído bien: un uno seguido de tres ceros). La última adquisición de tan loable cuerpo, por el módico precio de medio millón de euros, ha sido un furgón blindado (no confundir con las lecheras, este es un ‘coche botijo’) dotado con un depósito de 700 litros de agua a presión que será mezclada con colorante para marcar la ropa, o mejor decir estigmatizar, a todo aquel que al manifestarse se desmande.

Me pregunto de qué color será el tinte, porque hay mareas de todos los colores del espectro que se manifiestan hoy por las calles y plazas de España. Tal vez lo del tinte se deba a que ven cercano el día en el que esa mayoría mansurrona y silenciosa que el Gobierno alaba pueda llegar a hartarse y salir también indignadísima a la calle a corear algún lema.

Furgón que lanza agua.

Furgón que lanza agua.

Quizá entonces exhiba con orgullo la ropa teñida como símbolo de protesta contra un gobierno fariseo, mendaz, represor y corrupto que hace lo contrario de lo que promete, recorta derechos y libertades, empobrece, tunde a palos, riega y colorea a la ciudadanía. Camión lanza agua en desuso de la Policía Nacional.

Salvajes de izquierda de extrema barbarie

Por Agustín Arroyo Carro

Cuando un grupo neonazi atacó a varias personas reunidas en la librería catalana Blanquerna en Madrid escribí una carta a la prensa para condenar semejante barbarie. Aquellas imágenes fueron grabadas y algunos de sus protagonistas identificados y detenidos inmediatamente por la Policía. Este condenable hecho se ha vuelto a reproducir ahora en la facultad de Derecho de Madrid, pero los agresores son de extrema izquierda y no están identificados todavía.

Hacía mucho tiempo que la Universidad española había olvidado las incursiones de estos especímenes que, escondidos en el más cobarde de los anonimatos, arrasan cuanto pillan y agreden a otras personas por no ser de su ideología política.

Fachada de la facultad de Derecho de la Universidad Complutense, en Ciudad Universitaria (Jorge París)

Fachada de la facultad de Derecho de la Universidad Complutense, en Ciudad Universitaria (Jorge París)

Flaco favor hacen estos descerebrados al pensamiento de izquierdas que ha de ser siempre pacífico, reflexivo y conciliador, aunque sea libertario. Solo está justificada la violencia colectiva emancipadora y revolucionaria contra regímenes opresivos o tiránicos o contra dictaduras inhumanas y sangrientas. La asociación Francisco de Vitoria de estudiantes de Derecho no oculta su militancia derechista, pero eso es tan legítimo en democracia como declararse de izquierdas. La Universidad, como decía Unamuno, es el templo de la inteligencia y no puede ser hollado ni mancillado por estas partidas de la porra que imitan a las SA nazis. Hay que identificar a estos gánsteres y hacer que sobre ellos caiga todo el peso de la ley.