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Entradas etiquetadas como ‘poder’

Deporte: ¿guerra o fraternidad?

Por Manuel Sánchez 

Real Madrid- Barça

Real Madrid- Barça (EFE).

Me gustaría que algún año el Real Madrid participara en el Trofeo Joan Gamper o que el FC Barcelona compitiera en el Trofeo Bernabéu. O que el Barça volviera a estar en el Ciudad de Barcelona (creo que sería por segunda vez) y el RCD Español (por vez primera) en el torneo de verano de su rival. Pero no. No es posible. Los mandamases de estos clubes prefieren la confrontación, el enfrentamiento, recordar agravios (falsos o no), etc. ¿Por qué? La respuesta que pienso… mejor no la escribo. Sin embargo, puedo decir que el fútbol es un ejemplo del cainismo español, que viene promovido por los poderosos (y en Cataluña viven los campeones de este odio, que baja de las élites al pueblo). Los de abajo debemos obligar a los del poder a darle la vuelta a esto. Es difícil, pero no imposible.

 

Ayuda a los refugiados sirios: a favor y en contra

Nosotros no estamos pasando las penurias de la guerra, pero tampoco lo estamos pasando precisamente bien

Por María Teresa Pérez

Emigrantes tratando de cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia (EFE).

Emigrantes tratando de cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia (EFE).

¿Generosidad?, ¿humanidad?… ¿Es posible en una Europa en crisis?

Hace varios años vivimos una época de vacas gordas, pero desde que nos empezó a azotar la crisis hemos visto cómo mucha gente se ha quedado sin trabajo, familias que malviven con lo que pueden y para colmo ha salido a la luz una corrupción desbocada. Todo ello hace que nuestras arcas públicas están más vacías que llenas.

Ahora, por la terrible guerra en Siria están huyendo miles y miles de familias camino de Europa y en muchos lugares se les cierran las fronteras.

Nosotros de mil amores podríamos acogerlos, el problema es que si ni siquiera tenemos para atender bien a nuestra gente, ¿cómo lo haríamos? La situación de Europa, y mucho más la de España, no es la boyante de años atrás.

La cosa sería muy distinta si al menos los corruptos devolvieran el dinero saqueado pero «una cosa piensa el burro y otra el que lo monta»: nadie devolverá un céntimo.

¡Qué más quisiéramos que ayudar y ayudar! Y ese significa dar comida, techo y trabajo. Pero hay situaciones en las que no se trata de no querer, sino de no poder.

Suponemos que son buenas personas y muchas de ellas bien preparadas. Y que deben repartirse entre los países de la Unión Europa, sobre todo entre los que estén en mejor situación. Nosotros podríamos acoger a algunos, pero que tengan en cuenta que lo haríamos con mucho sacrificio y que entre nosotros también hay mucha gente que no está pasando las penurias de una guerra, pero que tampoco lo está pasando precisamente bien.

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Es deleznable el cierre de fronteras a personas que huyen de la masacre

Por Karima Muhammad

«¿Unión Europea? Pues sí. Y parece ser que llevan muy en serio dicha unión ya que, por lo que podemos ver, todo lo que acontezca en Europa merece ser objeto de digno eco y nos transformamos en seres ultra humanitarios, véase Charlie Hebdo o los atentados de París.

Pero… ¿qué pasa cuando pasa fuera de nuestras fronteras? Pues que esa humanidad y empatía se nos va por los poros. Es del todo deleznable que se cierren las fronteras a personas que huyen de la masacre y la barbarie; a niños muriendo de frío y hambre; a madres dando a luz en barrizales y un largo etcétera.

¿Esta es la Unión Europea de la que tanto presumimos en los noticieros internacionales? Es intolerable que en pleno siglo XXI se utilicen varas de doble medir en tragedias humanas. Sí, porque la vida da muchas vueltas y puede que mañana seas tú el pobre exiliado en busca de una vida que ni si quiera podríamos decir mejor, pero sí muchísimo más tranquila.

 

Sobre la subida del salario mínimo

Por F. J. Aparicio Carrera

En el último Consejo de Ministros del año 2015, se han aprobado las subidas del salario mínimo interprofesional un 1% anual, 6,60 euros/mes, o lo que es lo mismo, 22 céntimos de euro al día y el incremento de las pensiones en un 0,25% anual. A la vista de estas «tremendas» subidas, está claro que hemos salido de la crisis y no ha habido grandes pérdidas de poder adquisitivo.

Un montón de monedas de euro (GTRES).

Un montón de monedas de euro (GTRES).

Hace falta mucho «cuajo» y desfachatez cuando en la misma reunión ministerial se bajaban las retenciones por I.R.P.F., de media un 3%, favoreciendo principalmente a los que más cobran, haciendo que la desigualdad y la brecha entre los más pudientes y los más necesitados sea cada vez más acusada.

Eso sí, no todas son malas opiniones. El magnánimo presidente de la C.E.O.E., estima que las subidas del S.M.I. son correctas; aunque lo extraño es que alguien que ha compartido mesas de negociación con Gerardo Díaz Ferrán y Arturo Fernández, entre otros, pensase de diferente manera.

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Por Rafael Bueno

La casta política ha fijado el salario mínimo para el próximo año en 655 euros. ¡De vergüenza! Y lo peor es que hay muchos ciudadanos trabajando a destajo hoy día, por debajo de ese mínimo.

¿Dónde están los sindicatos? Con esa miseria de salarios tienen que vivir los trabajadores y pagar encima los gastos de lujo de los vividores de la casta política. ¿Podrían vivir los políticos con ese dinero? Pues deberían hacerlo, porque la política debería ser un acto de servicio vocacional. Pero no, esta casta política está muy alejada de esos valores y, con sus actos, ha elevado a los altares al que fuera Caudillo de España por lo gracioso que es Dios.

Ya lo dice el refrán: por detrás vendrá quien bueno te hará.

 

 

Sobre las presiones a los jueces

Por Santiago Romano Martín

Mas llegando al TSJC

Mas respaldado por una multitud a su llegada al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. (ACN)

Imaginemos a un jugador de fútbol a punto de tirar un penalti en contra del equipo local. El público grita y lanza todo tipo de exabruptos nada cariñosos intentando conseguir que el futbolista falle. Todos los allí presentes (futbolistas e hinchas de los dos equipos, arbitro, entrenadores y medios de información) lo ven como algo natural.

El futbolista acepta esta situación, sabe que los aficionados quieren que no meta gol, pero él es un profesional y no se va a dejar amilanar por ello, se concentra y hace su trabajo; puede marcar o puede fallar, pero pase lo que pase, al día siguiente en la prensa no se va a quejar de que los aficionados del otro club le estaban presionando; es más, si lo hace, la próxima vez que su equipo deba tirar un penalti, el entrenador elegirá a otro jugador que no se sienta presionado a la hora de lanzarlo.

Señores jueces, los ciudadanos tienen derecho a expresar su opinión y, ¿por qué no?, a intentar influir a su favor en las decisiones que se tomen, sobre todo cuando dichas decisiones están sujetas a interpretación y no son de aplicación directa de la ley. Señores jueces, si se sienten presionados dimitan y dejen en su lugar a otro juez con más temple.

No debe preocuparnos que los ciudadanos puedan influir en la decisión de un juez. Al fin y al cabo son los ciudadanos los verdaderos depositarios de la soberanía de un pueblo (presidentes, ministros, diputados y jueces sólo están actuando en su nombre). Lo que debe preocuparnos son otro tipo de injerencias en las actuaciones judiciales, injerencias de las que visto lo visto últimamente nadie duda.

Un poder médico sin sensibilidad ante la muerte digna

Por Pablo Aceña de Mesa

Acaba de fallecer una amiga, tenía 64 años. Hace dos le diagnosticaron un cáncer grave. Le ofrecieron operarla,sin seguridad de sobrevivir, y unas perspectivas nada halagüeñas de calidad de vida. Decidió afrontar su destino sin operarse; tan sólo con algún tratamiento que hiciera más llevadera su enfermedad, disfrutando intensamente de la vida junto a los suyos, hasta que llegara su momento. Hizo testamento vital manifestando su voluntad de acabar con dignidad cuando la situación ya se hiciera insoportable. Todo acordado con la familia, que la ha arropado durante este tiempo.

(GTRES)

(GTRES)

Llegado el momento crítico, cuando su cuerpo ya estaba consumido y tras una crisis grave, expresó en el hospital su deseo de “marcharse”. Desde alguna instancia médica no se ha respondido adecuadamente a su voluntad y por ello se ha postergado su muerte un tiempo innecesario. He acompañado a la familia. He visto el sufrimiento evitable de ella y de su familia. Todos y todas nos hemos sentido impotentes ante un poder médico carente de la sensibilidad apropiada para ocupar sus funciones.

Algunos de estos profesionales deberían reflexionar y analizar adecuadamente lo que significa muerte digna, algo que resalta la vida que dicen defender, porque eso de mantenerla cuando ya no tiene sentido es una sinrazón. La muerte es algo tan serio que se debe hacer todo lo posible para garantizar la dignidad de quienes van a traspasar ese umbral y además lo han reflexionado y expresado previamente. Por otro lado, sé del gran apoyo encontrado en la familia, a través de DMD (asociación por el Derecho a Morir Dignamente), y en parte del personal sanitario, que han merecido su agradecimiento.

A picotazos contra los intrusos

Por Pedro Serrano

Apenas han nacido y ya los quieren matar. Cuando acampaban indignados en las plazas de España, los observaban con cierto desprecio y conmiseración. Y decían de ellos que si querían cambiar las cosas que lo hicieran desde la política, que ese era el camino y no la protesta por la protesta sin ofrecer soluciones alternativas.

Pues bien, les han hecho caso. Se han organizado, se han constituido como partido político, ofrecen soluciones, la gente les piensa votar generosamente y, en lugar de recibirles con un saludo de bienvenida a la participación democrática, los están desplumando a picotazos lo mismo que cuando una gallina nueva entra en corral ajeno. Un corral agresivo donde los dos principales grupos de gallinas -que ya no ponen huevos, sino que más bien los tocan- no están dispuestos a que unos desarrapados les arrebaten los privilegios cortijeros que de forma alternativa han venido disfrutando.

Mariano Rajoy, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.

Mariano Rajoy, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. (ARCHIVO)

Tanto miedo hay en el gallinero político que los cacareos contra los intrusos aumentan en la misma medida que lo hacen las encuestas sobre intención de voto a favor de estos últimos. Tanto miedo tienen unos y otros al “síndrome de la coleta” que incluso ya están pensando en una coalición para evitar una desestabilización del sistema si los novatos llegaran a tener opciones de gobernar. Supongo que cuando dicen “sistema” se refieren a su sistema bipartidista de alternancia en el poder, porque lo que es el otro ya hace tiempo que lo desestabilizaron ellos solitos.

Sobre las conversaciones privadas

Por Miguel Abeledo

Si cada día que voy al trabajo ya tengo cuidado con todo lo que digo por si está el Jefe Infiltrado de La Sexta, acabo de leer que a raíz de una conversación privada de pareja se acaba de multar en Estados Unidos a Donald Sterling -el dueño de los Clippers,  un equipo de baloncesto- con 2,5 millones de dólares y se le fuerza a vender el equipo. No voy a defender el comentario ya que no tiene justificación, pero lo que me sorprende es el poder que tiene la prensa en ese país. ¿Dónde está la orden judicial para las escuchas? ¿Acaso una conversación privada no había de tratarse como tal? Y sin embargo han conseguido derrumbarle por una conversación privada y la presión de los medios.

Los jugadores de Los Angeles Clippers lucieron camisetas sin el logo del equipo y prendas negras para protestar por las declaraciones racistas de su propietario. (EFE)

Los jugadores de Los Angeles Clippers lucieron camisetas sin el logo del equipo y prendas negras para protestar por las declaraciones racistas de su propietario. (EFE)

Aquí en España se graba una conversación en la cárcel que demuestra que uno es un delincuente, se graba un video de alguien robando, o se tiene acceso a miles de correos electrónicos que ninguno niega que sean de ellos, pero como no se tiene el permiso expreso del acusado para poder utilizarlo como prueba no se pueden usar, y lo peor de todo es que nada consigue echarles de su puesto. ¿Puede ser que seamos nosotros los culpables de todo esto? En Estados Unidos los jugadores, patrocinadores, empresarios han pedido que renuncie, se han agrupado para derrocarlo; aquí en España, se les sigue votando y se siguen ingresando las nóminas en sus bancos.

Siempre nos queda el consuelo de pensar que los del otro partido o banco pueden ser aún peores.

La Guerra Caliente

Por Francisco Pineda Zamorano

Pensar que la Guerra Fría terminó con la caída del muro de Berlín es, simplemente, de bienintencionados. Es cierto que desapareció el bloque socialista soviético y con ello quedaron abiertas todas las opciones para el desarrollo del otro bloque, el capitalista, eufemísticamente llamado occidental. Pero en pocos años pudimos comprobar que la guerra fría iba tornándose en guerra caliente con un gran número de conflictos armados que han mantenido y mantienen nuestro planeta en guerra permanente.

En estos momentos, Ucrania se convierte en epicentro de la lucha de poder de los bloques. Todo parece apuntar a un desenlace de guerra civil a las puertas de Europa permaneciendo la Unión Europea agazapada por sus necesidades del gas ruso. Pero los conflictos no han cesado en otras partes del mundo: Afganistán, Irak, Líbano, Palestina, Siria, República Centroafricana, Sudán del Sur, Congo, Colombia, Corea, Egipto y otros de baja intensidad que afectan fundamentalmente al continente africano.

Si la consigna en la Guerra Fría era dotarse de mayores arsenales para persuadir al enemigo y ambos bloques se pertrecharon de material atómico suficiente para hacer desaparecer la Tierra cien veces, en la Guerra Caliente actual lo que prima son los intereses económicos por encima de todos los demás, con unos beneficios extraordinarios para las empresas armamentísticas que hacen su agosto particular.

Dos manifestantes prorrusos vigilan un punto de control cerca de Krasnyi Liman, Donetsk, Ucrania. (Evgeniy Maloletka / EFE)

Dos manifestantes prorrusos vigilan un punto de control cerca de Krasnyi Liman, Donetsk, Ucrania. (Evgeniy Maloletka / EFE)

Lo que ha cambiado en el tablero son los actores. Hoy intervienen muchos más que entonces: China, que está comprando tierras en medio mundo, sobre todo América Latina y África; Rusia, que aprovecha su poderío en recursos naturales para poner en jaque; países emergentes como Brasil, India, Sudáfrica e Indonesia que juegan sus cartas cada vez más potentes. En medio, como siempre, los países empobrecidos que sufren en su territorio y con su gente los intereses de unos y otros por hacerse con sus riquezas, poniendo en peligro permanente la estabilidad política, social y económica, abortando las opciones de desarrollo real y la aplicación de estrategias basadas en las políticas públicas.

Es cierto que el final de la Guerra Fría ha alejado (momentáneamente) el peligro de un conflicto nuclear, pero no lo es menos que los arsenales siguen intactos, renovados y listos para ser utilizados en cualquier momento. Mientras tanto, continuarán jugando a las guerras de sus intereses particulares, considerando a la mayoría silenciosa mundial como simples peones a utilizar en un diseño malvado de ignominia y desesperación.

Los organismos internacionales, especialmente Naciones Unidas, ya no son garantía de nada. Hemos visto cómo pasan de puntillas sobre conflictos muy graves y sólo han cumplido bien con su misión de asistencia humanitaria a desplazados y víctimas de los conflictos. Es decir, la plasmación de su misión sería la correspondiente a una gran ONG mundial, más que a un estamento vigilante del cumplimiento de los derechos humanos, la paz y el desarrollo mundial.

Una sociedad sana lucha contra el poder

Por A. H. A.

Protestas en TurquíaErdogan llama terroristas a los que protestan en Turquía, el Gobierno español llama nazis a los que practican escraches, los diputados llaman golpistas a los que rodean el Congreso, el PP compara a Colau con Otegi… ¿Pero acaso no se dan cuenta de que a veces la sociedad necesita poder cambiar a los Gobiernos, obligar a dimitir a los políticos, provocar cambios constitucionales sin necesidad de esperar a finalizar la legislatura, sobre todo cuando las elecciones se han convertido en un mero trámite para que se turnen dos partidos iguales?

Las sociedades a las que se les castra la posibilidad de oponerse al sistema con éxito son sociedades que se estancan. Hoy en día, la lucha contra el poder establecido no es sólo un derecho y un deber, sino un síntoma de buena salud de la sociedad. Y las declaraciones descalificadoras de los defensores del sistema no son más que vanos intentos de defender intereses particulares.

¿Dictadura democrática?

Por Vicente López Rodríguez

Los partidos conocen muy bien qué decir en vísperas de las elecciones para ganarse los votos de personas inconformes con el estado de las cosas en esos momentos. Ello explica la contundente victoria (mayoría absoluta incluida) del PP y de Mariano Rajoy en los últimos comicios (y de Zapatero en 2004). Pero esta obtención de la mayoría absoluta es un elemento contradictorio en la democracia que la hace caminar al filo de la dictadura. Esta mayoría permite a los partidos que la obtienen hacer lo que les venga en gana aún a costa de incumplir las promesas electorales.Urna

No es digerible la explicación de Rajoy al justificar el incumplimiento de sus promesas argumentando que ha cumplido con su deber. Es decir, ¡las promesas electorales que ofrecían resolver los acuciantes problemas de la población ahora son contrarias al deber! Lo importante es llegar al poder, luego nos arreglaremos, parece ser el modo de actuar de los partidos políticos. En cada ocasión que se promulga una ley antisocial, el argumento para la aplicación de la mayoría absoluta es que fueron votados por un porcentaje mayoritario de la población y tienen autoridad para hacerlo. No tienen en cuenta que fueron votados mayoritariamente por la población que creyó en sus promesas, ahora incumplidas. Ese poder es incuestionable, no importa lo que piensen todos los demás actores sociales, incluidos los votantes que los eligieron. ¿No eso lo más parecido a una dictadura?