Por Alicia Berenguel Anter
A dos días de las elecciones generales españolas, el Reino Unido ha decidido dar portazo a la Unión Europea. El brexit se ha impuesto y se abre un periodo de gran incertidumbre. Las negociaciones que se avecinan deberán llevarse a cabo con pies de plomo para guardar un difícil equilibrio: la salida del Reino Unido debe serlo con todas las consecuencias y no puede convertirse en un precedente de obtención de privilegios, pero ambas partes deberán hacer concesiones para salvar sus intereses. Se acercan tiempos de inestabilidad y posiblemente de recesión, a los que las elecciones presidenciales en Estados Unidos añaden más interrogantes.