Por Laia
Toda la prensa de este miércoles 20 de febrero habla sobre la redada realizada por los Mossos contra la banda latina Black Panthers en Barcelona. En cambio, en ningún medio de comunicación se menciona que un perro ha muerto durante la operación policial. Parece que nadie sabe exactamente qué ha ocurrido, pero los rastros de sangre que hemos encontrado los vecinos y vecinas de Sants que a primera hora salíamos a la calle reflejaban el terrible sufrimiento y agonía del animal. Algunos testigos decían que sobre las 6.30 h de la mañana habían oído gritos y ladridos en el inmueble donde se ha realizado el registro policial. Más tarde, una persona ha visto en la calle a un perro malherido y sangrando abundantemente por la boca. El animal finalmente ha muerto delante de la persiana de un comercio. El cuerpo ha sido retirado por la policía.
Con gran desconcierto por la fuerte presencia de los Mossos en nuestro barrio y por los restos de sangre en la acera, los vecinos y transeúntes intentábamos descubrir qué estaba ocurriendo. Los periodistas preguntaban si sabíamos de quién era la sangre, pero al saber que era de un perro, se mostraban desinteresados y volvían a la puerta del domicilio de donde los agentes iban sacando plantas de marihuana y otros objetos.
El animal que este martes ha muerto de forma violenta era la perra negra de raza Pit bull terrier que tenía el detenido. La habíamos visto muchas veces jugando y paseando con él. Era una perra tranquila y muy cariñosa, que parece ser que había sido utilizada en peleas clandestinas por su anterior propietario. Muy pocos nos hemos interesado y conmovido por su trágico final. Y no nos gustaría que este quedara silenciado. Esta nota es simplemente para exponer una vez más la falta de sensibilidad hacia los animales que impera en este país. Y, sobre todo, para dar voz a todos aquellos que son víctimas invisibles de la violencia y la indiferencia humana.
