Por H. Martín
Parece que la antigua plaza de toros de la Monumental podría ser una mezquita. Estoy totalmente en contra.
Como barcelonés detesto que se ceda un patrimonio de todos a una religión determinada, por mucho que pague. Una Barcelona abierta, laica y tolerante no puede aceptar el dinero del emir de Qatar, una dictadura donde se persigue a los gays y la mujer no vale casi nada, donde tienen trabajadores con condiciones de esclavos.
La religión islámica choca doctrina contra nuestras libertades individuales y derechos civiles. En Barcelona no nos representa. Da igual cuál sea la religión si tiene estos dejes cavernícolas.
Inaugurar un templo donde se predique una doctrina machista, homófoba y patriarcal nos hace un muy flaco favor a todos los barceloneses. Espero que el Ayuntamiento de Xavier Trias tome nota y no dé la licencia y el Grup Balañá no venda la plaza.