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Entradas etiquetadas como ‘maltrato animal’

Un paso justo y valiente contra la tauromaquia

Por Miguel Fernández-Palacios Gordon

Manifestación contra la tauromaquia (EFE).

Manifestación contra la tauromaquia (EFE).

La tauromaquia tiene que acabarse. Y, más temprano que tarde, se abolirá.

¿Por qué dilatar el maltrato animal y el tormento en el tiempo? ¿Por qué no se actúa con valentía y se proscribe ya? Seguro que quien dé ese paso justo será recordado y, al poco tiempo, esa prohibición se verá con total naturalidad, con la misma que hoy se ve la ley antitabaco, el carnet por puntos o el matrimonio homosexual.

Zapatero, en su día, se atrevió a modificar costumbres que parecían consagradas y estas reformas gozan actualmente de total reconocimiento. Es más, hoy nos parece inverosímil que, en un pasado reciente, se pudiera fumar en locales atestados de gente, que quien tuviese dinero pudiera infringir cuanto quisiera el código de circulación y sólo pagar la correspondiente multa, o que los homosexuales no gozaran de los mismos derechos que los demás.

Si alguien tiene la valentía de prohibir los toros, dentro de muy poco no podremos creer que algún día se permitió la cruel tortura de un animal para divertimento de la gente.

«Nunca volveré a pagar por ver animales encerrados»

Por Virginia Ortún Morillas

Hace unos sábados estuve en el circo con mis hijos. Me parecía un buen plan para los niños, además, era su primer día de vacaciones de la escuela y pensé que les gustaría la sorpresa.

Al llegar al circo, vimos a bastante gente en la puerta sujetando carteles con fotos de animales y gritando. Al principio, que estuvieran allí, me molestó bastante, pensé que eran unos exagerados. Asustan a los niños con tanto grito y hacen que la entrada al circo, o simplemente pasar por allí se haga un poco incómodo. Para mis adentros pensé que eran bastante exagerados, los animales en el circo están bien cuidados, yo lo recordaba así: les dan de comer, les lavan para que están limpios,etc.

Una carpa de circo (EFE)

Una carpa de circo (EFE)

Al pasar me dieron uno de los panfletos que repartían. Lo cogí de mala gana, no estoy acostumbrada a decir que no. Mis hijos me preguntaron porque había tanta gente en la puerta gritando y me quede un poco bloqueada sin saber qué decirles. Pensé «están aquí porque los animales que del circo viven encerrados». En la cola para entrar leí el panfleto para mis hijos y para mí. Esta fue mi manera de contestarles.

Cuando entré al circo, mi forma de mirar cambió radicalmente, igual que la de mis hijos. En el espectáculo vimos caballos, tigres y elefantes. Cada vez que salía un animal a la pista mi hijo mayor de 5 años me preguntaba si ese animal quería estar ahí, y yo me hacía esa pregunta a mí misma. Miraba su cara y podía ver la tristeza y la resignación en sus ojos. Creo que ninguno de los tres disfrutamos con el espectáculo. Al salir me vino a la mente uno de los cánticos que gritaban los manifestantes de la entrada: “yo no me divierto con el sufrimiento”. Esa frase me acompaño hasta llegar a casa.

Lo que iba a ser un sábado entretenido y divertido en familia, se transformó en una tarde triste que no olvidaré y creo que mis hijos tampoco lo harán. ¡Nunca volveré a pagar por ver animales encerrados!

 

A la cárcel los que torturan animales

Por M.ª Fernanda Zulueta

España, en el tema del trato a los animales, es un país enfermo, pero la situación se ha tornado en terminal y me temo que irreversible. Hay que tomar soluciones drásticas. Para erradicar la enfermedad la mejor medicina es la educación: enseñar a los niños a respetar a todos los seres, inculcarles que no se trata de juguetes que se pueden exhibir, golpear, patear… Pero ha llegado un momento en el que la hemorragia es tan intensa que las medidas deben ir en consonancia con la magnitud del problema: hay que multar y encarcelar a los que maltratan animales.

Activistas antitaurinos durante una acción en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para mostrar su rechazo a los encierros y a las corridas de toros de los Sanfermines. Jesús / EFE (ARCHIVO)

Activistas antitaurinos en una acción en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona para mostrar su rechazo a los encierros y corridas de toros de Sanfermines. EFE (ARCHIVO)

No me basta con tener una sanidad y una educación de calidad, unos servicios sociales que se preocupan por los desfavorecidos, leyes modernas que se acuerdan de las minorías. Necesito gobernantes que se comprometan y me hablen de acabar con las barbaridades que se cometen en los festejos, que prohíban la caza con perros, las corridas de toros, las becerradas y los espectáculos que tienen de protagonistas a seres inocentes; gobernantes capaces de encarcelar al que cometa actos violentos contra los animales.

Algunos podrán pensar que exagero, pero la realidad es la que es y mi cercanía con protectoras así lo constata. Y aunque mañana deje de leer periódicos, ver telediarios o entrar en las redes sociales, los casos de maltrato me seguirán llegando y seguiré clamando por un cambio de la realidad animalista de este país podrido, cruel y desalmado como pocos.

 

 

Ya tenemos sentencia del caso Urdangarin…

Por Ana Bayle

Ya tenemos sentencia del caso Urdangarin. Y lo digo a la vista de la reciente decisión de la Junta Electoral Central de censurar la imagen del Rey, de 1 segundo de duración, del vídeo electoral del Partido Animalista PACMA. La Junta Electoral Central está formada por miembros del Tribunal Constitucional, última instancia a la que se recurrirá, seguro, en la imputación del yerno del Rey.

Imagen de la campaña del PACMA

Imagen de la campaña del PACMA

El PACMA ha incluido en su vídeo electoral la ilustración de un cazador, un cazador que no muestra ningún símbolo real, ni escudo, ni bandera, ni siquiera la instantánea fue tomada en España, ni, por supuesto, representaba a nuestro país cuando fue «cazado». Simplemente era una actividad privada, como la de un cazador más. Una imagen, lamentablemente, que refleja la cotidianeidad de un país en decadencia, como decadente es el Alto Tribunal que ha considerado retirar la instantánea y, una vez más, ha tapado las bocas de aquellos que se limitan a denunciar y afear conductas. La Ley no es para todos igual. Y así nos va.

Zoos, ¿cárceles para animales?

Por Almudena Gutiérrez

Imagen de la orca Tilikum en el documental. (BLACKFISHMOVIE.COM)

Imagen de la orca Tilikum en el documental. (BLACKFISHMOVIE.COM)

Acabo de ver, por cuarta vez en mi vida, el documental ‘Blackfish’. Invito a todos a que lo veáis. Muestra la vida de Tilikum, una orca macho que vive actualmente en SeaWorld, Florida y que ha matado ya a varios entrenadores y herido a otros tantos. Aun así, el parque saca cuantiosos beneficios con sus espectáculos y utiliza su esperma para inseminar a otras orcas (no deberían criar con animales que atacan a seres humanos); una de sus hijas fue la que asesinó en Loro Parque a su entrenador Alexis hace unos 3 años.

En el documental podréis ver también cómo capturan a estos animales en los océanos, arrancando a las crías de sus grupos familiares y cómo muchas mueren, hunden sus cadáveres en el mar con anclas y hierros para que no se entere la opinión pública. Es espeluznante y muestra la triste realidad de muchos animales en los zoos. Me ha costado años darme cuenta de que son cárceles para animales y gracias a este documental nunca más volveré a poner mis pies en uno, a pesar de haber trabajado en un par de ellos y de lo mucho que me gustan los animales. Precisamente por eso, hay que defender su libertad y con cada entrada que sacamos para un zoo, estamos colaborando con un negocio que lejos de respetar a los animales, los explota y condena a vivir en condiciones que no son las de su entorno.

La eterna espera de la protectora cordobesa ‘El Arca de Noé’

Por Vanesa Sánchez

(PACMA)

Foto: PACMA

¿Cuántos años pasarán? ¿Cuánto tiempo hay que esperar? Como en la famosa canción, nos preguntamos hasta cuándo debemos seguir esperando pacientemente a que otros resuelvan el futuro de quienes no les importan lo más mínimo.

En este estado de “eterna espera” se encuentra la asociación El Arca de Noé de Córdoba. Una asociación que ha crecido de la nada, y que con los años se ha ido haciendo fuerte, grande y respetable, en un mundo lleno de injusticias y actos atroces, donde consuela saber que todavía quedan personas dispuestas a luchar por lo que es justo.

Pero la justicia, irónicamente, nunca va ligada a la política. Tienes que levantarte un día y decir “hasta aquí”, y comprender que si tú mismo no luchas por lo que es justo, nadie más lo hará. Por suerte, El Arca de Noé de Córdoba cuenta con muchas personas que no dudan en dejar a un lado su propia vida para luchar por la de aquellos que no tienen voz (ni voto, por cierto). Y no se trata sólo de su lucha, o nuestra lucha, se trata de la lucha de una sociedad que no se queda indiferente ante el maltrato, la crueldad y la nefasta actuación de las perreras de este país, donde una vida no vale más que un trozo de papel.

Que sepáis, queridos políticos, que El Arca de Noé sigue creciendo, sigue avanzando y no se rendirá jamás, ya sea con vosotros o contra vosotros. Porque la sociedad está cambiando y evolucionando, ustedes verán si se quedan atrás.

Cuando maltratar es amar

Por Julio Ortega Fraile

«El torero Canales Rivera, condenado como responsable de un delito de maltrato animal por provocar a su caballo heridas sangrantes y profundas en el hocico con un artilugio de castigo». Ay, José Antonio, ¿cómo se atreven a condenarte?, tú y yo sabemos que lo has hecho por amor a tu caballo, ¿verdad, maestro? Como por amor le destrozas al toro músculos, nervios y venas con la puya, además de producirle daños respiratorios y neurológicos. Como por amor las banderillas se hunden allí donde poco antes escarbó la pica, acrecentando heridas, hemorragias y el terrible dolor del toro.

Como por amor lo atraviesas con el estoque perforándole el tórax y un pulmón, y, a veces, el hígado y la panza. Como por amor llegas a apuntillarlo ocho veces porque las siete anteriores no acertaste y no dobló las patas. Y eso tú, un profesional curtido en mil ruedos. Francisco Rivera y Canales RiveraComo por amor el toro llega a veces inmóvil, pero vivo, al desolladero. Como por amor tú sales a hombros y él a rastras.

Sí, seguro que el haberle colocado a tu caballo serretas vivas en su hocico fue porque lo amas con locura.

Hay padres, profesores, periodistas, políticos… que juran que eres un héroe, modelo a imitar para la infancia y juventud. Y como tal te ensalzan y ofrecen espacio, tiempo y dinero público. ¿Lo harán porque aman a los niños y a jóvenes? ¿Porque los aman como tú amas al toro y al caballo? Decía Sartre que la violencia, sea cual sea su forma, es un fracaso. Cuando encima se glorifica ejercida sobre inocentes es el más canalla de los actos. Y no, no hay amor; solo estupidez, cobardía y crueldad. Y muchísimo cinismo.

 

¡Por fín se acabó San Fermín!

Por María Pilar García Maza

Al fin ha terminado San Fermín, una de las fiestas más crueles y repulsivas de España, donde son asesinados 48 toros sin piedad.

No solo tenemos que tolerar año tras año la tortura de los toros en las plazas de este país, sino que además nos promocionan este maltrato como una diversión, todos los días del “festejo”, en todos los telediarios y todas las cadenas. Pero ¿por qué no se dignan también a contar lo que les pasa en el ruedo a estos pobres toros cuando terminan los encierros? Como siempre detrás de estas torturas está el enriquecimiento de muchos que se benefician con este terrible maltrato animal. Sanfermines

Nos saturan hasta la saciedad con estos encierros en todos los medios televisivos, pero ¿qué es lo que celebran los toros? Sufrimiento, dolor, miedo y muerte. Porque estos mansos animales no van voluntariamente a esta mal llamada “fiesta”, ellos son llevados a la fuerza por despiadados que se divierten a costa de su sufrimiento.

El dolor y el terror para el toro en los encierros con sus terribles caídas y huesos rotos es sólo la antesala de un tormento más sangriento que acaba con la muerte del animal atravesado repetidas veces con ferocidad por un verdugo.

Pronto esta tortura terminará, porque el dinero de subvenciones no será suficiente para acallar a la aplastante mayoría de los españoles y del mundo entero. Mientras tanto, grito al mundo mi sufrimiento por estos 48 toros y seguiré cambiando de canal.