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Entradas etiquetadas como ‘himno’

¿Que viva lo español?

Por Pedro Campo Rol

A los patriotas que llevan la banderita en la muñeca y el dinero presuntamente a paraísos fiscales, les molesta que se pite el himno. Dicen que se ataca a los símbolos nacionales. Quizá no esté bien, pero no es delito porque hay una sentencia judicial al respecto.

Bandera de España (INFOJOBS)

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Aunque hay otras teorías, todo indica que el himno es una marcha militar prusiana regalada a Carlos III por el rey Federico. La bandera, elegida en un concurso por Carlos III se usó para distinguir en el mar a los barcos mercantes , y de la armada, después pasó a los cuarteles y centros militares, siendo oficializada por Isabel II casi a mediados del siglo XIX, y los Borbones son franceses, así que viva lo ‘español’. A media España no le gusta ni la bandera ni el himno, militares y monárquicos, ni tampoco los Borbones.

Miles de personas silbaron algo que no les gustaba, lo mismo que otras miles pitaron y silbaron a Zapatero, presidente del Gobierno cuando estaba con el rey en los desfiles. Todos ejercían su derecho a la libertad de expresión en ambos lugares. En la Constitución nos colaron el kit monárquico, en una bajada de pantalones de la izquierda, así que un pueblo que no puede votar si quiere o no rey, no es un pueblo libre.

Todo atado y bien atado. Nuestros símbolos nacionales quizá son, el acueducto de Segovia, el puente de Alcántara, el toro negro, el flamenco, la copla, la jota, Cervantes, Lope de Vega, Velázquez, el teatro de Mérida, la zarzuela, etc, porque a éstos no los pita nadie. Es posible que tuviera razón Samuel Johnson cuando dijo: ‘El patriotismo es el último refugio de los canallas’.

Un himno sin letra

Por José Luis García Guglieri

En el colegio público donde estudian mis hijos se celebra todos los años la víspera del día de la Constitución con un acto en el que desfilan orgullosos los pequeños de educación infantil con su banderita de España pintada por ellos mismos. Formados en filas, escuchan unas palabras del director y algunos textos que leen los mayores, impacientes con sus banderitas en la mano mientras esperan el momento cumbre del acto que se produce cuando se escucha el himno nacional, y lo disfrutan ondeando su banderita de papel mirando a sus padres, hasta casi romperla.

En el mes de febrero, se repite el acto con el mismo orden del día, pero con banderitas de color verde y blanco, y con música diferente. Ese momento cumbre en el que los pequeños vuelven a ondear sus banderitas de papel, hasta casi romperlas, resulta aun más emocionante porque cantan todos juntos la letra del himno de su Comunidad que empieza así: “La bandera blanca y verde….”. Todos miran su banderita a la que identifican en la letra que están cantando.

Ambos actos consiguen el objetivo de crear ese vínculo sentimental de pertenencia a un país y a una comunidad, y les ayuda a formar su propia identidad. Es impresionante la capacidad que tienen los pequeños para aprender y memorizar canciones cuando aun no han aprendido a leer. Y como les gusta tararear y repetir esa canción cada vez que algún signo externo les vuelve a recordar aquel acto del colegio. Una bandera, un programa en la televisión, una valla publicitaria.

Y es entonces cuando te formulan la pregunta. Una de esas preguntas para la que los padres no tenemos respuesta inmediata. Una respuesta simple para una pregunta simple, formulada por una niña de cinco añitos: “¿Papá, por qué no tiene letra el himno de España?”. La única expresión que nos viene a los labios en ese momento es la interjección “uf”, que según el DRAE denota cansancio, fastidio, o sofocación.

Cansancio de pensar en todas las explicaciones que se supone que tendré que dar a mis hijos, para que entiendan el hecho absolutamente incomprensible de que viven en el único país del mundo en el que se coarta ese orgullo que sintieron de pequeños en el colegio cuando ondeaban su banderita de papel. Fastidio por la frustración que deben sentir cuando van creciendo y se sienten engañados porque les hicimos creer en algo, para después desbaratar ese sentimiento con historias y argumentos totalmente absurdos.

Acto de izado de la bandera presidido por los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García Escudero, en la Plaza de Colón de Madrid con motivo de la celebración del 35 aniversario de la Constitución. (EFE / ARCHIVO)

Acto de izado de la bandera en la Plaza de Colón de Madrid con motivo de la celebración del 35 aniversario de la Constitución. (EFE / ARCHIVO)

Pero los niños insisten, y el día menos pensado vuelven a hacer la misma pregunta, recordándonos que aún no se la hemos contestado, y esto nos lleva a la sofocación, el ahogo y la rabia de no tener la respuesta adecuada: “Hija, resulta que hay muchas letras del himno de España, pero los españoles no nos hemos puesto de acuerdo para elegir una de ellas”. Ya se pueden imaginar la retahíla de preguntas que suceden a esta respuesta.

Desconozco si existe algún estudio comparativo sobre la génesis de las letras de los himnos de otros países y regiones. Por lo poco que he alcanzado a saber puedo decir que la mayoría tiene su origen en una canción popular que se convierte en símbolo de unidad en un momento crítico de la historia en el que el pueblo lucha por la defensa de su identidad, amenazada por algún enemigo externo o interno. En cambio, el denominador común de todas las letras del himno de España es que fueron encargos de alguna institución del Estado, con el consiguiente rechazo por los unos o los otros.

Pues ante la insistencia infantil que no cejaba en su empeño de entender lo incomprensible, no tuve otra ocurrencia que plantear a mis hijos crear nosotros mismos una letra para nuestro himno. Tras la sorpresa y zozobra inicial, fuimos poniendo día a día, palabra tras palabra, aprovechando la pizarra que cuelga en el pasillo; hasta conseguir al menos una primera estrofa que incluso memorizaron y tarareaban por la calle para sorpresa de los viandantes.

Y así nació la propuesta de crear un himno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, en un domingo, primero de junio. Luego vinieron la abdicación y posterior proclamación, el desastre futbolístico de Brasil, y las vacaciones de verano. Pero ahora nos encontramos en un momento crítico en el que múltiples plataformas cívicas, partidos de nuevo cuño, y personalidades de toda índole están afanosamente preparando distintos actos para el 11 de septiembre, que se repetirán el 12 de octubre, con el objetivo de recuperar ese sentimiento nacional: a marchas forzadas y en el último momento por la premura de las fechas, como por otra parte es típico de nuestra forma de ser.

Este momento crítico al que algunos llaman la segunda transición, no ha encontrado aún un sentimiento común, como sí lo tuvo la transición democrática. Hay quien piensa que poner letra al himno es algo banal y secundario. Otros pensamos que puede tener una trascendencia muy poderosa, como un símbolo de unidad de un pueblo que defiende su identidad, empeñado en hacerla perdurar en el tiempo.

Cuando terminen los actos del 11 de septiembre y el 12 de octubre, cuando terminen los discursos, las fotos, los abrazos y apretones de manos, los programas especiales de televisión, las tertulias radiofónicas, y los cientos de artículos de prensa, ¿qué nos quedará para poder transmitir a nuestros hijos el testigo de una sociedad, que ha dejado de lado ese complejo inducido de sentirse español?

Hagamos una letra del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, que aprendan nuestros hijos en el colegio y demos paso a una nueva generación orgullosa de su sentimiento por España.

 

 

Ahora veremos cuántos catalanes acuden a los conciertos de Joaquín Sabina

Por Anna de Mas Pérez

Todos nos hemos sorprendido al enterarnos de que «Mejor unidos» será la banda sonora del partido catalán Ciutadans en la campaña electoral que está por venir. El éxito en Cataluña de Joaquín Sabina, cantante y orgulloso autor de la letra para el himno español, está menguando por momentos. No se han tardado a ver ingeniosos comentarios en las redes sociales como #mejorhundidos, «el número uno de la lista de los más Vendidos», entre muchos otros más.

En mi opinión, creo que un cantautor de tal calibre no debería posicionarse en la política con un partido no muy querido en Cataluña – y menos mostrar ideas «españolistas» en un contexto catalán donde el tema de la autodeterminación está más caliente que nunca-, tierra donde el cantante recibe normalmente una gran acogida. Lamentablemente la política etiqueta e influye también en la música, pudiendo cambiar la mentalidad de los fans. La suerte de Sabina está echada, ahora veremos cuantos catalanes acuden a sus conciertos.