Por Joaquín Cortés
Periódicos, primera plana, la fotografía de un niño tumbado en la playa. El pie de foto lo decía claro: el pequeño estaba muerto. Es realmente aberrante ver a un niño de tres años dormido con la cara metida en el agua, y la figura del gendarme a su lado como si fuera inmune a esa situación. ¿También lo somos nosotros? Yo al menos no lo consigo. Ese niño duerme en la playa como lo hace mi hijo de tres años en la cama. Viste unas ropas similares a las que puede usar mi amado hijo.
¿Cuál es la diferencia? Pues es que ese pobre angelito nació en el país equivocado, con dirigentes equivocados, en una economía equivocada… ¿Tal vez mi hijo también haya nacido en otro país equivocado? ¿Acaso aquí alguien va a hacer algo por remediar la muerte de pequeños como éste? Señores periodistas, absténgase de poner esas fotos en portada, en nuestro país nadie va a mover un dedo: ni ciudadanos ni políticos. Y sí, me hicieron llorar.